La Plataforma sevillana de Defensa del Ficus denuncia una nueva tala en Triana y el Ayuntamiento alega motivos de seguridad por posibles caídas de ramas
El Ayuntamiento de Sevilla da por muerto al ficus centenario de Triana y anuncia su retirada
SevillaLa calle San Jacinto, en el barrio sevillano de Triana, vuelve a convertirse en escenario de controversia por la tala de un árbol de gran tamaño. Esta vez no ha sido un ficus centenario como aquel que se eliminó en 2022 junto a la iglesia del mismo nombre, pero sí lo suficientemente importante como para que la Plataforma de Defensa del Ficus de San Jacinto, nacida tras aquel episodio, haya alzado de nuevo la voz.
"Adelante y consolidando la clara tendencia de aniquilar árboles de gran porte en la ciudad de Sevilla. Ahora le toca de nuevo a la calle San Jacinto, esta vez para dejar libre la entrada al nuevo hotelito, imaginamos. Profunda decepción", ha publicado el colectivo en su cuenta de X (antes Twitter). La imagen que acompaña el mensaje muestra los restos de la tala frente a una fachada en obras, lo que ha desatado sospechas sobre las motivaciones de la intervención.
La tala del árbol en el barrio de Triana, por motivos de seguridad, según el Ayuntamiento
Desde el Ayuntamiento, sin embargo, aseguran que la actuación fue estrictamente por motivos de seguridad. Según ha explicado la delegada de Parques y Jardines, Evelia Rincón, "en el día de ayer a las 17:04 se recibe una llamada vecinal en CECOP alertando sobre el árbol y un crujido fuerte del mismo". A raíz del aviso, se movilizó a la Policía Local y a los técnicos municipales, quienes constataron una pronunciada inclinación del ejemplar que suponía un riesgo de caída. "Se procede a su retirada por seguridad. Fue por seguridad, en ningún caso por gusto", ha subrayado.
La polémica recuerda inevitablemente a la tala del ficus centenario de San Jacinto, que generó protestas vecinales, acampadas y enfrentamientos con la Policía. Desde entonces, el debate sobre la gestión del arbolado urbano en Sevilla se ha recrudecido, con críticas de colectivos ecologistas y vecinales por lo que consideran una falta de sensibilidad medioambiental y de transparencia en las decisiones.
La Plataforma sostiene que este nuevo caso confirma una "tendencia de destrucción del arbolado maduro", especialmente en zonas céntricas y en entornos de renovación urbana. El Ayuntamiento, por su parte, insiste en que prima siempre la seguridad y que las talas no se ejecutan sin informes técnicos previos.
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