La Hermandad de la Macarena aprueba restaurar a la Virgen tras semanas de polémica
El cabildo general extraordinario celebrado este lunes da luz verde a la intervención que realizará el conservador Pedro Manzano
La restauración no incluirá el polémico “cambio de mirada” y tendrá una duración máxima de tres meses, sin afectar a los cultos de la hermandad
Los hermanos de la Macarena aprobaron este lunes 29 de julio, en cabildo general extraordinario, la restauración de la Virgen de la Esperanza con una amplia mayoría: 1.131 votos a favor frente a 210 en contra y 42 en blanco, según confirmó la hermandad. La decisión pone fin a varias semanas de debate encendido tras la filtración del informe de conservación encargado a tres expertos.
El restaurador Pedro Manzano, reconocido especialista en bienes devocionales, será el encargado de ejecutar la intervención, que tendrá una duración inferior a tres meses y que no modificará ni el rostro ni la expresión de la imagen, una de las más veneradas de la Semana Santa sevillana.
“Se trata de una actuación conservadora, no invasiva”, explicó Manzano, subrayando que no habrá “cambio de mirada” ni alteraciones significativas. La imagen mantendrá su tradicional presencia, y podrá seguir siendo venerada durante el tiempo que dure el proceso gracias a un calendario coordinado con los cultos y actos internos de la hermandad.
Un proceso consensuado y avalado por expertos
El dictamen presentado por el equipo de especialistas liderado por el propio Manzano concluyó que la imagen presenta una serie de patologías propias del paso del tiempo y anteriores intervenciones, como suciedad superficial, pequeños desprendimientos de policromía o desgaste de materiales.
Sin embargo, los expertos fueron tajantes en señalar que no existía necesidad de “limpiar el arquillo de las pestañas” ni de modificar la inclinación de los ojos, propuestas que algunos hermanos creían entre las intenciones de la junta. El informe también advirtió contra “intervenciones innecesarias que alteren la expresividad de la talla”, recomendando una restauración prudente y estrictamente técnica.
Polémica previa: división entre hermanos y debate público
Las semanas previas al cabildo estuvieron marcadas por tensiones internas y filtraciones a medios, que un cambio en la inclinación ocular de la Virgen había generado alarma entre sectores conservadores de la hermandad. También hubo críticas al procedimiento de convocatoria del cabildo, y varios hermanos expresaron públicamente su temor a una “restauración encubierta” que pudiera afectar el carácter devocional de la imagen.
Pese a ello, el resultado de la votación refleja un apoyo mayoritario a la gestión de la actual junta de gobierno, encabezada por José Antonio Fernández Cabrero, que defendió desde el inicio la necesidad de actuar con rigor y transparencia.
Un proceso transparente que busca preservar y no alterar
Desde la junta se insiste en que esta restauración “no es una intervención estética, sino de conservación preventiva”. Además, se ha garantizado que la imagen no será retirada del culto más de lo estrictamente necesario y se informará puntualmente del desarrollo del proceso.
Con esta restauración, la Macarena sigue el camino que otras hermandades han emprendido en los últimos años: cuidar su patrimonio desde la profesionalización, la transparencia y el consenso devocional.
