Animales

Denuncian la muerte de su gata Lodi en un hotel para mascotas de Marbella: "Era como nuestra hija, estamos destrozados"

Lodi, la mascota de Lorenzo y Marina
Lodi, la mascota de Lorenzo y Marina. Redacción Andalucía
  • Una pareja de italianos residentes en Marbella, Málaga, denuncia que su gata murió, mientras ellos se encontraban de vacaciones, por una supuesta negligencia del hotel para mascotas

  • El dueño del hotel siente lo ocurrido y lo achaca a un accidente ajeno a su voluntad

Compartir

Málaga"Estamos muy mal, aún nos cuesta ver sus fotos, era como una hija, siempre estábamos pendientes de ella", confiesa Lorenzo, dueño de Lodi, la gata que durante 11 años compartió su vida con él y su pareja Marina en la provincia de Málaga. La pérdida de su mascota ha dejado un vacío indescriptible en esta familia, que ha visto su dolor agravado por la forma inesperada en la que todo ocurrió.

El 28 de junio de 2025, Lorenzo y Marina se preparaban para un viaje a Escocia, por lo que confiaron el cuidado de Lodi a un hotel de lujo para gatos de Marbella. Quisieron asegurarse de que estuviera en buenas manos y bien atendida mientras ellos estaban fuera, así que no lo dudaron, porque además no era la primera vez que lo hacían. Pero esta vez las cosas no han acabado bien y lo que iban a ser unas lujosas vacaciones para la gata, acabaron convertidas en el peor de los escenarios, la muerte del animal.

PUEDE INTERESARTE

Según relatan, el propietario del hotel les explicó que otro gato abrió la puerta de acceso a la habitación donde estaba Lodi y, como la ventana estaba abierta, la gatita escapó. Al día siguiente, fue atropellada por un coche en una calle cercana. Unos vecinos la encontraron y alertaron al propietario del hogar para mascotas, quien la recogió y la guardó en un congelador hasta la llegada de la empresa de incineración. Antes avisó a sus dueños, Lorenzo y Marina, que en la distancia recibieron la peor de las noticias.

Reclaman daños y perjuicios

El abogado de la pareja, Francisco Damián Vázquez, ha interpuesto una reclamación extrajudicial por daños y perjuicios ante lo que consideran una aparente negligencia del hotel. En su escrito, detalla que Lodi se escapó por falta de diligencia y cuidado exigibles, lo que derivó en un daño irreparable, afectación emocional grave y pérdida del animal, que había sido parte fundamental de la familia durante más de una década.

PUEDE INTERESARTE

Por todo ello, en dicha reclamación solicitan una indemnización por los gastos derivados, incluidos los pagos al hotel, la incineración y desplazamientos, con la reserva expresa de acciones judiciales: "La gatita tenía un gran valor afectivo, sobre todo porque ha tenido una muerte violenta e inesperada. Nunca hubiéramos imaginado que pudiera pasar algo así. Creemos que ha sido pura negligencia por parte del propietario del hotel, que si prestara más atención, Lodi seguiría con nosotros", lamenta Lorenzo.

El dueño del hotel siente lo ocurrido y lo achaca a un desgraciado accidente

Por su parte, el dueño del hotel, Vicente (nombre español), de origen italiano, asegura sentirse igualmente destrozado por la pérdida. "No sé cuántas noches no he dormido por lo que ha pasado. Me siento muy mal. Este hotel nace de la pasión por los gatos, no como negocio, sino para que las personas no abandonen a sus animales", comenta. Explica que Lodi se escapó porque otro gato manipuló la puerta mientras la ventana estaba abierta. Reconoce y entiende el dolor de los dueños y lamenta profundamente la situación: "Yo le tenía cariño a este gato, porque había estado conmigo en varias ocasiones. Entiendo que ellos han sufrido, pero a mí me duele mucho también".

El propietario subraya que en el contrato del hotel se especifica que no se hacen responsables de enfermedades, accidentes o hechos ajenos a su voluntad. Añade que los gatos, por naturaleza, buscan cualquier vía de escape y que no se puede prever cada eventualidad. Actualmente, afirma, mantiene en el hogar otros tres gatos rescatados, demostrando su compromiso con el cuidado de los animales.

Para Lorenzo y Marina, sin embargo, estas explicaciones no alivian el dolor de la pérdida. La gatita formaba parte de su rutina diaria, ya que había llegado a sus vida siendo apenas una cría recogida de la calle. Desde entonces se había convertido en un miembro indispensable de la familia.