El Rey Baltasar de Sevilla reaviva el debate sobre el "blackface": Por Andalucía acusa a Moreno de "racismo institucional"
La Comisión de Cultura y Deporte ha debatido en el Parlamento andaluz una proposición no de ley que pedía a la Junta prohibir espectáculos culturales en los que se utilice el "blackface"
Juanma Moreno será el Rey Baltasar en la Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla 2026: "Cumplo un sueño"
SevillaEn la próxima Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla, en enero de 2026, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, encarnará al Rey Baltasar, una figura que en los últimos años ha estado en el centro de un debate que trasciende lo simbólico para entrar en el terreno del racismo y la representación cultural. Desde hace años, colectivos antirracistas y formaciones políticas vienen pidiendo que quien interprete a Baltasar sea una persona afrodescendiente, evitando así la práctica del llamado "blackface", es decir, que un actor blanco se pinte la cara de negro para representar a una persona negra.
La polémica, que ya ha llevado a otras ciudades como Málaga a cambiar su tradición (en la última cabalgata, el Ayuntamiento designó a un vecino negro para encarnar al rey) ha llegado ahora al Parlamento andaluz.
Este martes, la Comisión de Cultura y Deporte debatió una proposición no de ley presentada por el grupo Por Andalucía, que pedía a la Junta crear un marco normativo que prohíba espectáculos culturales en los que se utilice el "blackface" por "atentar contra el artículo 14 de la Constitución". La propuesta fue rechazada con los votos de PP y Vox, mientras que PSOE y Por Andalucía la apoyaron.
Para Por Andalucía: "Una práctica racista que caricaturiza"
La diputada Alejandra Durán, de Por Andalucía, defendió la iniciativa recordando que el "blackface es una práctica racista que caricaturiza a las personas afrodescendientes a través del maquillaje". Según explicó, esta costumbre tiene raíces históricas en la burla y la exclusión: "Es ofensiva porque promociona estereotipos errados, surgidos para que una mayoría blanca se mofara de un grupo minoritario que luchaba por recuperar sus derechos civiles tras siglos de esclavitud".
Durán advirtió además que "una democracia consolidada no puede proteger costumbres que humillan o caricaturizan a colectivos vulnerables" y lamentó que el presidente Moreno "sea partícipe de este racismo institucional", calificando su decisión como "una irresponsabilidad por parte del cargo que representa".
La iniciativa instaba además al Gobierno andaluz a garantizar que en las actividades culturales organizadas o subvencionadas por la Junta no se utilicen "representaciones que perpetúen estereotipos racistas o vejatorios", y a promover alternativas "respetuosas con la diversidad racial y cultural".
Para el Partido Popular: "Un conflicto que no existe"
El PP andaluz, sin embargo, tildó el debate de "absurdo". El parlamentario Daniel Castilla argumentó que en Andalucía "no existe ni ha existido nunca" un conflicto de este tipo y subrayó que la práctica del "blackface" "nació en países del mundo anglosajón como Estados Unidos”, donde sí se usaba "para mofarse" de la población negra.
"Eso no tiene nada que ver con nuestra cultura de integración", defendió Castilla, quien acusó a Por Andalucía de "intentar poner este pegote en la Cámara andaluza". Según su argumento, la cabalgata sevillana es una "tradición cultural y religiosa con un enorme valor simbólico" que no puede equipararse a un acto de discriminación.
Desde Vox, la diputada Montserrat Cervantes fue aún más contundente. "España y Andalucía no necesitan perder el tiempo en estas chorradas", zanjó, pidiendo que el Parlamento "deje de intentar parecer moralmente superior" y que "se centre en resolver lo que de verdad importa".
Para el Psoe: "Una costumbre anacrónica"
El PSOE-A, por su parte, respaldó la iniciativa de Por Andalucía. La parlamentaria Verónica Pérez calificó el "blackface" de "costumbre bastante anacrónica que deberíamos ir desterrando de nuestras tradiciones", y subrayó que "no hay necesidad de recurrir a personas blancas que tengan que pintarse para interpretar a personajes como Baltasar".
Pérez consideró "especialmente grave" que quien lo haga sea el presidente de la Junta, "que representa a todos los andaluces, también a los de raza negra, que podrían cumplir ese papel". Y añadió, con ironía, que "ni con todo el betún" que se ponga el día de la cabalgata "podrá tapar el escándalo sanitario" vinculado al programa de cribado del cáncer de mama.
Málaga, el ejemplo más reciente
El debate sobre el color de Baltasar no es nuevo en Andalucía. En Málaga, tras años de reivindicaciones de colectivos antirracistas y movimientos sociales, la figura del rey negro ya es encarnada por una persona afrodescendiente. "Baltasar será siempre un vecino o vecina negra, elegida por el alcalde en base a méritos, trayectoria profesional o acciones destacadas", celebró entonces Podemos Málaga, que calificó el cambio como "un paso histórico para erradicar prácticas culturales racistas".
El pasado mes de enero esta novedad se hizo realidad en Málaga y un joven que se había convertido en todo en un héroe durante las inundaciones que se produjeron en noviembre de 2024, tras rescatar a una mujer que se quedó paralizada en mitad del agua, encarnó al rey más esperado.
Con tan solo 19 años, y de origen guineano, Mansur fue nombrado por el Ayuntamiento de Málaga como representante del rey Baltasar durante las cabalgatas del 2025.