Paquita y sus 107 años juegan al fútbol en Jerez: "Hay quien no se ha acordado del andador en todo el día"

Los mayores de la residencia San Juan Grande de Jerez vivieron una jornada inolvidable en el estadio Chapín junto a los jugadores del Xerez DFC
La iniciativa, que unió a futbolistas y residentes en un entrenamiento y una sesión fotográfica, servirá para crear un calendario benéfico
CádizAllá van con el balón en los pies una treintena de residentes y usuarios del centro de día para mayores San Juan Grande, en Jerez de la Frontera, Cádiz. Con una media de edad por encima de los 80 años, estos campeones han demostrado que la pasión por el deporte no entiende de generaciones. Y es que durante una soleada mañana en el estadio Chapín, los abuelos han compartido una sesión de entrenamiento con el primer equipo del Xerez DFC, disfrutando del fútbol, del ejercicio y de la compañía de jóvenes atletas profesionales.
En la alineación del equipo de "los maduritos" había de todo. Como capitana del equipo tenían a Paquita, la ciudadana más longeva de Jerez, que con sus 107 años ha colmado el evento de energía y buen humor. De delantero José, un abuelo con bastantes dificultades de movilidad y de visión que no dudó en ponerse a regatear con el balón. A él le encanta todo lo que pueda hacer al aire libre, por eso cada mañana recorre los exteriores de la residencia con ganas. El día en el terreno de juego ha superado todas sus expectativas: "hoy he agradecido un montón la mañana al aire libre jugando con el balón", aseguraba.
En la portería aguardaba Flora, que se mostró encantada de haber podido posar junto a los "dos porteros más guapos del equipo", mientras que Carmen, otra de los fichajes, se olvidó completamente del andador durante toda la jornada, disfrutando verdaderamente de la libertad de movimiento y la diversión del encuentro.

Una plantilla entregada a la causa
El míster del equipo, Antonio Fernández, y toda la plantilla del primer equipo del Xerez DFC, atendieron personalmente a los mayores, compartiendo bromas, consejos y ejercicios. Jugadores de experiencia en el deporte compartiendo tiempo con quienes más experiencia tienen en la vida. Porque la jornada ha puesto de manifiesto la importancia de combinar juventud y experiencia, o de transmitir valores de unos a otros, como la constancia, la disciplina y el disfrute del deporte, sin importar la edad.
Por todos es sabido que la actividad física en la tercera edad aporta beneficios múltiples, tanto físicos como psicológicos. Mejora la movilidad, el equilibrio y la resistencia cardiovascular, fortalece los músculos y huesos y contribuye a prevenir caídas y lesiones. Pero además, tiene un efecto positivo sobre el estado de ánimo, la autoestima y la socialización, aspectos que se hicieron evidentes durante toda la mañana en Chapín. La sonrisa en los rostros de los mayores y la complicidad con los jugadores más jóvenes ilustraban la fuerza de estas conexiones intergeneracionales.
Un calendario solidario
Un partido que ha ido más allá de los 90 minutos, ya que no se limitó a entrenamientos y juegos. Los atrevidos mayores participaron también en una sesión fotográfica con los jugadores del Xerez DFC, con la que se elaborará un calendario benéfico destinado a apoyar la labor social de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Jerez.
Así que la jornada también sirvió para reforzar la idea de que el deporte es un vehículo para la inclusión y la solidaridad. El calendario benéfico que se elaborará servirá para financiar iniciativas sociales de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, demostrando que la diversión no está reñida con la empatía y la ayuda a los demás.
Nadie podrá ya detener la emoción que sintieron este equipo de campeones, que vivió una experiencia inolvidable. Algunos reconocían que no habían vuelto a sentirse tan activos desde hacía años, mientras otros compartían la emoción de poder interactuar con jugadores profesionales de su ciudad.
El Chapín se convirtió en un escenario donde el fútbol dejó de ser solo un deporte para convertirse en un vínculo entre generaciones. La sesión de entrenamiento y la posterior sesión de fotos demostraron que la pasión por este deporte no entiende de edad y que la vitalidad y la diversión pueden mantenerse siempre.
Al final de la jornada, tanto jugadores como mayores compartían la sensación de haber vivido un momento único, que quedará grabado en sus memorias y en el calendario benéfico que próximamente llegará a manos de quienes deseen apoyar esta causa.
