Maltrato animal

Juicio por intentar matar a tres galgos arrojándolos en bolsas cerradas al río Guadaíra: aplazado por incomparecencia de los testigos

Un agente de la Guardia Civil con una de las bolsas donde se encontraban los galgos. Guardia Civil
  • Pacma le acusa de lanzar al río Guadaíra (Sevilla) a tres galgos metidos en bolsas cerradas herméticamente con la intención de ahogarlos

  • La formación política solicita 4 años de prisión y 12 de inhabilitación por delito de maltrato animal con ensañamiento

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El Juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla ha aplazado el juicio contra un hombre acusado de intentar matar a tres galgos arrojándolos al río Guadaíra, dentro de sacos cerrados, con la intención de ahogarlos. La vista se ha aplazado a hasta el 9 de junio de 2027 por incomparecencia de algunos testigos. La acusación ejercida por el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) asegura que la ausencia se ha debido a un fallo en la notificación: el juzgado había firmado las citaciones, pero no las envió, por lo que los testigos no habían sido informados de la celebración del juicio.

Los hechos, ocurridos hace casi cinco años, se enmarcan en un caso de maltrato animal con ensañamiento que ha provocado una gran indignación en la sociedad, especialmente entre las asociaciones protectoras de animales. Pacma pide que se imponga una condena de cuatro años de prisión y 12 años de inhabilitación para el acusado, además de que se le obligue a indemnizar a la protectora que rescató al galgo que sobrevivió.

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Los hechos, que han generado una gran repercusión, tuvieron lugar el 20 de junio de 2020, cuando el hombre, mayor de edad y propietario de los galgos, se dirigió a la pasarela de hormigón que cruza el cauce del río Guadaíra, en el paraje de Gil Gómez, en la provincia de Sevilla. En ese lugar, el acusado, con clara intención de causarles la muerte, metió a los tres perros en sacos separados, los cerró herméticamente y los arrojó al agua.

Un testigo salvó a uno de los tres galgos

Un testigo que pasaba por la zona logró observar los dos primeros sacos flotando en el río y, alarmado, se adentró en el agua para rescatar a los perros. Al abrir los sacos, el testigo pudo comprobar que contenían a dos galgos. Uno de los perros estaba ya muerto, pero el otro aún presentaba signos vitales, aunque con evidentes daños físicos. Posteriormente, se avisó a la Guardia Civil, y los agentes de la Patrulla del Seprona de Carmona se desplazaron al lugar para investigar el suceso. Fue entonces cuando se localizó un tercer saco, también arrojado al río, que contenía a otro galgo en condiciones igualmente lamentables.

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De los tres galgos, dos ya habían fallecido al momento de ser rescatados. Uno de los animales presentaba signos evidentes de haber muerto por asfixia, mientras que el otro había sufrido un daño considerable en el cráneo. Sin embargo, el tercer galgo, llamado Gaby, fue encontrado con vida, aunque en un estado de salud crítico. Gaby presentaba una herida por corte y contusión en el cráneo, además de signos de deshidratación extrema, garrapatas y una herida de rozadura en su miembro posterior izquierdo. El perro también tenía el hocico atado con cuerdas, lo que le dificultaba respirar.

Tras ser rescatado, Gaby fue trasladado a una clínica veterinaria, donde fue sometido a los tratamientos necesarios para intentar salvar su vida. Los costos de la atención médica y de la hospitalización del animal ascendieron a un total de 740 euros, cifra que fue asumida por la Asociación Protectora de Animales 'El Amparo del Sur'. Esta misma asociación también se encargó de la alimentación y cuidados del galgo desde el momento de su rescate. Y es que la protectora ha estado colaborando estrechamente con las autoridades en el seguimiento del caso.

La formación Pacma, como acusación

La acusación, ejercida por Pacma, considera que el acusado cometió un delito de maltrato animal con ensañamiento, dada la crueldad de los hechos. Según el escrito de acusación, el método utilizado por el acusado para intentar matar a los galgos, al arrojarles al agua dentro de los sacos, revela un intento deliberado de infligirles sufrimiento prolongado. Por esta razón, la formación política solicita una pena de tres años de prisión y ocho años de inhabilitación para el acusado por la muerte de los dos galgos, y una pena de 12 meses de prisión y cuatro años de inhabilitación por el maltrato sufrido por Gaby, el único perro que sobrevivió.

El escrito de acusación también solicita que el acusado indemnice a la Asociación Protectora de Animales 'El Amparo del Sur' con los gastos que han tenido que asumir para la atención de Gaby, así como cualquier otro gasto derivado de la atención del animal. Además de Pacma, en este procedimiento actúan como acusación popular las asociaciones El Amparo del Sur, Galgos del Sur y SOS Galgos, quienes han expresado su firme compromiso en la lucha contra el maltrato animal y la defensa de los derechos de los animales.