Deportes

Germán, el joven atleta campeón de España con solo un 10% de visión: "El deporte me hace sentir libre"

Germán Rodríguez
Germán Rodríguez, el mejor deportista de El Ejido, Almería. Redacción Andalucía
  • Con solo un 10% de visión, el almeriense Germán Rodríguez ha convertido el deporte adaptado en su forma de vida y en el lugar donde se siente verdaderamente libre

  • A sus 15 años, el joven de El Ejido acumula títulos nacionales, sueña con unos Juegos Paralímpicos y reivindica más apoyo y visibilidad para los deportistas con discapacidad

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AlmeríaGermán Rodríguez nació en El Ejido, Almería, hace 15 años y, desde que era un bebé, su vida avanzó marcada por la oscuridad. "Sus ojos vibraban", recuerda su madre, Carmen Fernández. Aquella señal a la que algunos pediatras restaban importancia cambió por completo el rumbo de una familia primeriza, perdida entre consultas y neurólogos que aseguraban que todo desaparecería "con la madurez". Pero Carmen, como tantas madres que intuyen lo que otros no ven, siguió buscando respuestas.

Fue cuando Germán tenía seis o siete años, cuando una prueba genética daría respuestas a su visión reducida. Padecía una enfermedad rara, la acromatopsia. Un trastorno que provoca una distrofia de conos y limita su agudeza visual a alrededor del 10%. Así que desde entonces, su vida se organizó en torno a terapias visuales que le enseñaran a aprovechar al máximo ese pequeño porcentaje que sí podía ver: "mientras otros niños de su edad iban al parque, él acudía a terapia", dice Carmen.

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Pero lo que nadie podía prever es que ese niño, que no corría hacia sus padres al salir del colegio porque no distinguía bien sus figuras, acabaría siendo un referente del deporte adaptado en España, campeón nacional tres veces en natación y un ejemplo de autonomía, disciplina y madurez con tan solo 15 años.

El deporte como forma de vida

El deporte siempre fue su refugio. Empezó probando el baloncesto convencional, pero pronto comprobó que ese no era su espacio. Su madre lo llevó entonces a cursos de natación organizados por la ONCE y el agua lo cambió todo. Germán se movía allí con soltura, disfrutaba, y encontraba libertad. Entró en el club de natación de su pueblo donde comenzó compitiendo en modalidades convencionales con pequeñas adaptaciones. Más tarde dio el salto a la competición adaptada, impulsado por su entrenadora de entonces, Patricia Prieto. Durante años vivió con un pie en cada mundo, el convencional y el adaptado, hasta que, a los 14 años, decidió centrarse por completo en la natación adaptada, llegando incluso a explorar otros deportes.

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German, una vida dedicada al deporte adaptado

Una decisión que no ha hecho más que dar frutos. Germán ha sido campeón de España con la selección andaluza en tres ocasiones, este mismo año se colgó la plata en 50 metros braza en el campeonato de jóvenes promesas paralímpicas AXA y ha subido a podios en pruebas de triatlón y aguas abiertas. Además, está federado con la selección española de deportes para ciegos tanto en natación como en esquí y, a finales de noviembre, acudirá al Centro de Alto Rendimiento de Murcia para unas pruebas con la selección paralímpica de ciclismo, otro de sus sueños: "me gustaría ir a Los Ángeles en 2028", confiesa Germán.

Una vida completamente ligada al deporte, que también hace las veces de escuela de carácter. "Es muy bonito que se reconozcan mis logros después de tanto sacrificio", explica con una madurez que llama la atención. Su rutina no es la de un adolescente convencional: "Yo no puedo ir a merendar con mis amigos, tengo que estudiar por las noches porque las tardes las paso entrenando" relata, "pero estoy acostumbrado, es lo que me gusta y lo que quiero". Por eso entrena tres horas cada tarde, llueva, nieve o haga calor. "La clave está en no tener excusas, en la disciplina y en el trabajo", recalca.

Piden más deporte y competiciones adaptadas

Pero más allá de las medallas, Germán busca otro trofeo que no se mide en materia. "Me gustaría que con mi caso nos diéramos cuenta de que las personas con discapacidad también existimos y que podemos hacer lo mismo que cualquiera. No seremos los mejores, pero tampoco somos los peores".

Él, que nació sin otra forma de ver el mundo, asegura que nunca ha sentido que le falte algo, aunque para sus padres, sin embargo, el camino fue más que duro. Por eso valora tanto lo que ha aprendido en la modalidad adaptada del deporte. La igualdad, el compañerismo, y esa sensación de que "todos hablamos el mismo idioma".

Su vida en general y el hecho de viajar por toda España para competir lo ha convertido en un adolescente autónomo, con amistades sólidas nacidas de su gran afición. Ha sido reconocido como mejor deportista de El Ejido, sueña con estudiar Ciencias del Deporte y reclama lo que considera justo: "más competiciones, más ayuda, más deporte adaptado". Porque Germán no ve límites. Literal y metafóricamente. Él ve horizontes, esfuerzo y metas.