La sequía amenaza la mitad de la cosecha de aceite de oliva en Cataluña

La sequía continuada y las altas temperaturas afectarán este año a la producción de aceite de oliva. Los agricultores catalanes encaran la recta final de una cosecha que se estima que caerá entre el 30 y el 50% respecto de una temporada normal. Esta situación se produce en un año con los precios del aceite de oliva disparados a máximos históricos.

“Cada vez llueve menos, pero este año está siendo especialmente duro”, indica Jordi Pascual, responsable de aceite de oliva de Unió de Pagesos. Después de 2020, que fue un año de muchas precipitaciones en primavera e invierno, han sido dos años inusualmente secos.  

Los episodios puntuales de lluvias que se han visto las últimas semanas tampoco ayudan a la producción. “Lo que llueve, llueve poco y mal”, lamenta el responsable del sindicato. Los terrenos están demasiado secos, de manera que “el agua no puede penetrar, va directamente al mar”.

“Si no llueve, el árbol no produce”

Este 2022, la región acumula falta de lluvias desde hace más de cuatro meses. “En abril, pasamos de la helada más importante al calor extremo en menos de 15 días”, apunta Pascual. El cambio climático avanza más rápido que la capacidad de adaptación de las plantas. Algo que está siendo difícil de soportar incluso para los olivos, una especie mediterránea caracterizada por su buena resistencia a las altas temperaturas.

El olivo produce su fruto en la medida en la que ha crecido durante el año anterior. Las aceitunas crecen en las ramas más jóvenes. “Si no llueve, el árbol no crece y, por tanto, no produce”, explica Pascual. Además, para preservar su propia vida ante el calor extremo, los olivos secan parte de los frutos y los dejan caer. Un fenómeno que ocurre cada año, pero este “lo están haciendo de manera exagerada”, añade.

Por todo ello, la cantidad de aceitunas que se prevé recoger en esta campaña, entre octubre y diciembre, será muy escasa. Se prevé una bajada de la producción de entre el 30 y el 50% respecto de la cosecha media de los últimos años. “Cuando vas a los cultivos, ya se ve que hay mucha menos oliva”, relata Pascual.

Sí ha habido otras campañas con cifras bajas de producción por problemas de floración, pero nunca antes se había visto una cosecha tan mala provocada por el clima. Los agricultores temen que el problema se siga agravando durante las próximas temporadas. “Ya han desaparecido algunas fincas y hay gente que abandona”, concluye Pascual.

Problemas en todo el país

Las altas temperaturas y las escasas precipitaciones están teniendo una incidencia en el sector oleícola en toda España. La organización agraria Asaja cifra en un 50% la producción de olivas este año respecto a la media habitual.

En la Comunidad Valenciana, la Asociación Valenciana de Agricultores ha advertido que la producción de aceitunas en la comunidad se desplomará en torno al 90%. Las inclemencias meteorológicas amenazan la producción hasta el punto de que los agricultores valencianos se plantean “no emprender ni si quiera las labores de recolección, confección y transporte de las aceitunas”

Algo similar ocurre también en Extremadura, donde la producción podría reducirse esta temporada en un 80%. El presidente de la patronal APAG, Juan Metidieri, indicó que el 2022 registrará “la peor cosecha de la historia”.