El estrés en el embarazo puede dejar huellas en la placenta y afectaciones al desarrollo del bebé
La investigación sugiere que el bienestar emocional de la madre durante el embarazo podría influir en la salud futura del bebé
El estudio está liderado por investigadores del Institut de Biomedicina de la Universitat de Barcelona
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BarcelonaUn estudio, liderado por investigadores del Institut de Biomedicina de la Universitat de Barcelona (Ibub) y del Instituto Max Planck de Psiquiatría en Múnich (Alemania),ha descubierto que el estrés materno durante el embarazo podría dejar huellas en la placenta que afectarían al desarrollo del bebé.
La investigación asegura que esta afectación sería desde etapas muy tempranas y sugiere que el bienestar emocionar de la madre durante el embarazo es importante tanto para ella como para la salud futura del bebé.
La placenta es un órgano fundamental durante el embarazo, ya que no solo proporciona oxígeno y nutrientes al feto, sino que también responde a factores como el estrés materno y ayuda al feto a adaptarse a su entorno. Sin embargo, todavía han sido poco explorados los mecanismos a través de los cuales la placenta se ajusta a estos factores estresores y cómo influye en el desarrollo fetal.
El equipo de investigación observó que el estrés materno podría dejar marcas epigenéticas en ciertos genes placentarios. En concreto, estas marcas no modifican la estructura genética, pero sí alteran su funcionamiento. En el marco del estudio, se identificaron cambios epigenéticos en genes relacionados con la regulación del cortisol, una hormona esencial en la respuesta del cuerpo al estrés.
45 mujeres embarazadas primerizas y sanas
En este estudio piloto participaron 45 mujeres embarazadas primerizas y sanas. Durante el embarazo se midieron sus niveles de cortisol y síntomas depresivos y, tras el parto, se analizaron las placentas. A las siete semanas, se evaluó el neurodesarrollo de los bebés mediante un test especializado (NBAS de Brazelton).
El equipo de investigación usó una técnica avanzada de secuenciación que permite observar cambios epigenéticos en amplias áreas del ADN y, así, obtener una visión muy detallada de la respuesta de la placenta al estrés materno. Este método identificó modificaciones en genes clave de la regulación del cortisol, como por ejemplo los genes HSD11B2, NR3C1 y FKBP5.
"Refuerza la importancia de atender la salud mental de las madres ya desde el principio del embarazo, puesto que el estrés podría dejar una huella biológica en el desarrollo del bebé a través de mecanismos epigenéticos que apenas estamos empezando a comprender", destaca Águeda Castro, primera autora del trabajo e investigadora del CIBERSAM en la Universidad de Barcelona.
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