Barcelona podría llegar a 45 grados de temperatura a finales de siglo: 6 grados más que las máximas registradas
Un estudio alerta del incremento de temperaturas si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero de forma drástica
Una ola de calor de 50 grados: Barcelona realizará un simulacro para evaluar la respuesta en una situación extrema
BarcelonaBarcelona podría superar los 45 grados de temperaturas a finales de siglo. Así lo demuestra una investigación desarrollada por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que alerta de un incremento de las temperaturas máximas medias de cuatro grados, y de las temperaturas mínimas medias de 3,5 grados si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero de forma drástica
El estudio simula cómo evolucionarían las condiciones meteorológicas más comunes registradas en las últimas décadas si se repitieran en las condiciones climáticas a finales de siglo (2071). Para ello, la investigación se centra en los episodios de olas de calor en el área metropolitana de Barcelona de los últimos 30 años (1991–2020).
"Los investigadores prevén un escenario en el que continuarán los conflictos regionales y globales, y en el que la reducción de los gases de efecto invernadero continuará sin ser prioritaria, por lo que se prevé que, para el año 2100, las emisiones de CO2 casi dupliquen las actuales", explica la UAB.
Los mayores aumentos de temperatura parecen producirse en las zonas urbanas
En situaciones atmosféricas especialmente estables, se han proyectado aumentos de hasta seis grados a finales de siglo, por lo que las temperaturas máximas podrían ser superiores a los 45 grados en zonas urbanas del interior del área metropolitana y superiores a los 42 en zonas del interior de la ciudad de Barcelona.
Por contra, las temperaturas mínimas en las zonas costeras podrían no bajar de los 32 °C dentro de la ciudad de Barcelona a finales de siglo: "Los mayores aumentos de temperatura parecen producirse en las zonas urbanas, probablemente por la alta absorción de radiación de los materiales artificiales y la escasa ventilación producida por vientos regionales y de gran escala".
La investigación también prevé una disminución media de la humedad relativa del 6% para los valores máximos y del 5,3% para los valores mínimos, con picos de reducción de hasta el 16% en la zona del Garraf, posiblemente por alteraciones en el comportamiento de las brisas marinas.
Signos "claros" de vulnerabilidad climática
El Área Metropolitana de Barcelona, que concentra más de 3,3 millones de habitantes en 636 km², muestra ya signos "claros" de vulnerabilidad climática. En olas de calor recientes, se han observado aumentos de la mortalidad de hasta un 27%. "Como más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, resulta crucial entender cómo los acontecimientos extremos futuros, como las oleadas de calor, afectarán a estas zonas urbanas", destaca Sergi Ventura, investigador del ICTA-UAB y autor principal del estudio.
El estudio refuerza la "urgencia de avanzar en planes de adaptación", como el Plan Clima de Barcelona, que prevé una reducción del 40 % de emisiones en 2030 (respecto al año 2005) y medidas como la creación de 1,6 km² de nuevos espacios verdes y cubiertas vegetales y el fomento del transporte.