Cesc Palomo, en el top diez mundial de CrossFit en plena lucha contra el cáncer: "Siento que se acaba el tiempo y no quiero perderlo"
El atleta paralizó su tratamiento dos meses para preparar los CrossFit Games, donde ha quedado sexto en la categoría entre 60 y 64 años
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GironaEntrar en el Top-10 mundial de CrossFit en plena batalla contra el cáncer es la hazaña que ha conseguido Cesc Palomo, quien ha convertido este deporte en el "termómetro" de una vida donde exhibe a diario su capacidad de sacrificio como paciente oncológico y también como atleta.
"Siento que se acaba el tiempo, como si me hubieran puesto un reloj de arena en la muñeca y veo como va cayendo poco a poco. Eso me produce que tengo que hacer muchas más cosas y no quiero que se me pasen experiencias. Nunca pienso que estoy enfermo, solo que tengo una enfermedad. Esto es lo que me hace levantarme cada día", admite el atleta catalán en una entrevista a Informativos Telecinco.
Una de estas experiencias era competir en los CrossFit Games, donde el cáncer de riñón que sufre no le ha impedido llegar a la final de la prueba mundial más completa a nivel de capacidad física de la disciplina, en la que Cesc ha logrado la sexta posición de la categoría entre 60 y 64 años.
"Nunca me planteé que esto se había acabado"
Para llegar a este punto, el atleta de Figueres (Girona) ha pasado por un periplo repleto de obstáculos desde que le diagnosticaron la enfermedad en marzo de 2024. "Me he cuidado toda la vida. Siempre he hecho deporte, he tenido nutricionista y seguimientos con pruebas de esfuerzo o análisis de sangre. Me acojoné cuando me detectaron de golpe y porrazo un cáncer en un riñón con una afectación del 70%. Pensaba que me iba a limitar mucho y ha sido todo lo contrario", añade Cesc.
El diagnóstico de la enfermedad no pudo con su ímpetu por el deporte, que se ha convertido en su vía de escape: "Nunca me planteé que esto se había acabado", confiesa sobre un proceso que le llevó a volver al CrossFit tras recuperarse de la nefrectomía para extirparle el riñón, que le hizo perder hasta 15 kilos.
Desde ese momento, Cesc decidió combinar el tratamiento con los entrenamientos para lograr la clasificación a los CrossFit Games. "En ese camino he tenido bajones muy importantes debido a los efectos secundarios. La inmunoterapia me afecta a nivel osteomuscular, generándome bursitis y artritis en las articulaciones hasta el punto de que cuando tengo una crisis me tienen hasta que vestir".
Paralizó el tratamiento durante dos meses y medio
Así logró llegar hasta las semifinales del torneo: "Afronté los 'wods' con antiinflamatorios y sufriendo más de lo habitual. Mis entrenadores me preguntaban si tenía que seguir y yo muy cabezón lo tenía claro". Pese a ello, una recaída le hizo tomar una decisión trascendental como es dejar el tratamiento, durante dos meses y medio tras pactarlo con los médicos, para centrarse en su objetivo como atleta.
"Me ha permitido como mínimo tener continuidad en los entrenos, me producía una gran satisfacción poder preparar mi musculatura. Había perdido 15 kilos, no llegué a conseguir el peso que tenía en su momento", destaca Cesc sobre un arduo proceso con el que se plantó entre el 22 y el 24 de agosto en Estados Unidos para intentar hacer historia.
"He ido en esas condiciones, sabiendo lo que tengo: más fatiga que otra persona normal, un canal de aire inferior a lo habitual con un 72%, y la metástasis me oprime la tráquea", admite el atleta catalán, quien ha sido capaz de ser uno de los diez hombres más en forma del mundo en CrossFit de su categoría.
"Los Crossfit Games en este deporte es como ir a las Olimpiadas"
Un sueño cumplido, más allá del resultado. "Los Crossfit Games en este deporte es como ir a las Olimpiadas, no puedes llegar más lejos. Lo he conseguido contra viento y marea, y contra todo pronóstico. Eso me ha dado alas para seguir", apunta Cesc, quien considera que esta disciplina forma parte de su tratamiento.
"Me sirve para ausentarme de la realidad de mi enfermedad. Para mí no tiene precio. Es un termómetro de mi vida. El día que voy a entrenar y estoy bien y rindo en los entrenamientos me siento genial. El día que estoy hecho polvo me voy a casa un poco enfadado por los dolores, Me regula", añade el atleta catalán.
Metástasis en el otro riñón
Tras el reto superado, Cesc ha vuelto de nuevo al tratamiento debido a la metástasis que sufre en el otro riñón y en la zona de la tráquea: "Tengo que seguir un año más con el tratamiento, que de momento tengo parado. Crucemos los dedos. Esto no me produce desánimo para no seguir luchando".
Una batalla de la que afirma sentir que se le acaba al tiempo, aunque lo afronta con todas sus fuerzas: "Me voy a dormir diciendo que mañana es otro día, ya no cuenta lo que has hecho. Esa es la sensación que tengo, pero siempre desde el punto positivo de ser optimista y luchar contra este bicho".