El talento sobre ruedas de Jordi, en el libro Guinness de los récords con 12 años: "Lo divertido del trial es ir mejorando"
El menor de Sant Gregori (Girona), con miles de seguidores en redes, saltó 27 coches en un minuto con una bicicleta de trial
El padre de Jordi acompaña a diario a su hijo en unos retos que comparten en internet: "Intento disfrutarlo a tope porque pasa el tiempo y ya no los recuperas"
GironaConseguir un Guinness World Record con 12 años no es el único récord que Jordi Sala ha conseguido gracias a su persistencia y habilidad con la bicicleta. Una destreza que ha llevado al de Sant Gregori (Girona) a probar todo tipo de disciplinas de ciclismo competitivo que comparte con la ayuda de su padre en redes sociales, donde el niño se ha convertido en todo un influencer al sumar cientos de miles de seguidores a su corta edad.
Este talento sobre ruedas le ha llevado a ser un auténtico prodigio de la BMX a su temprana edad, en la que ya ha conseguido el récord de más saltos sobre vehículos en un minuto, mientras hacía el caballito, en pleno directo en el programa 'La noche de los récords' de Telecinco.
Un hito que ya recoge la última edición de los Guinness World Records 2026, en su versión más actualizada, que cuenta con las hazañas batidas durante el último año en España como la de Jordi, quien ha desarrollado un talento que empezó a descubrir a los cinco años tras probar sin pena ni gloria en un equipo de fútbol.
"De primeras choca mucho porque ves una bici sin sillín"
"De mi familia no hay casi nadie que haga bici. Solo mi tío. Mi padre me tenía apuntado durante un trimestre a fútbol, pero acabé yendo solo dos días. No me acabó de gustar. Mi padre me dijo que tenía que hacer algo y empecé con la bicicleta de montaña", recuerda Jordi en una entrevista a Informativos Telecinco.
Este inicio fue el primer paso de todo lo que estaba por venir en los próximos años, cuando empezó a descubrir nuevas técnicas con la bicicleta, por lo que decidió probar suerte en otras modalidades. Entre ellas, el trial: "De primeras choca mucho porque ves una bici sin sillín", apunta Jordi, el padre del menor.
En ese momento, su hijo le pidió permiso para subirse y desde ese momento empezó a aficionarse por la modalidad: "Estuve buscando vídeos de ciclistas de trial y cuando cumplí seis años mi padre me regalo la bicicleta". Un obsequio del que su progenitor no estuvo muy convencido de si su hijo le daría uso.
Sin embargo, ese regalo fue el desencadenante de la pasión del pequeño por el trial: "La cogí cada día desde mi cumpleaños, que es en verano y no hay clases. Con los meses ya tenía bastante técnica y lo pude aplicar al año siguiente a la bici de montaña". Un recorrido que tanto el joven como su padre han ido inmortalizando, atrayendo la mirada de miles de personas a través de los trucos de Jordi sobre ruedas.
"Somos cabezones"
"Del trial lo más divertido es ir mejorando. Te marcas pasos a seguir. Hay días que no te sale nada y hay días que te sale todo. Y eso depende mucho de lo motivado que estés. Es un deporte tan técnico que si no lo haces todo perfecto, es muy probable que no te salga", detalla Jordi.
Este grado de perfección también supone algún que otro cabreo: "Somos cabezones. Tú te marcas un paso y hasta que no lo sacas no paras. Si no sale, no te ves bien como para irte a casa porque sabes que no vas a dormir bien". Esta capacidad de sacrificio le llevó con ocho años a ser campeón del mundo de bike trial y con 12 batir un Guinness World Record.
"Fue todo bastante bien. Estaba nervioso por si fallaba o si la bici no frenaba, pero lo que me preocupaba más era la primera maniobra antes de empezar el reto. Luego ya era caballete, caballete y caballete", afirma el joven sobre una hazaña que le permitió hacer historia pese al estrés inicial: "Había un handicap porque los coches se movían un poco, que tampoco hasta el momento no se paró a pensarlo".
El éxito en redes sociales
Los trucos que realiza Jordi bajo la bicicleta se han convertido en todo una tendencia en redes sociales, donde su padre comparte el progreso de su hijo desde los seis años y tiene más de medio millón de seguidores, sumando las diferentes plataformas.
"Siempre he dicho que si haces un álbum de fotos nunca lo mirarás. Cuando vimos que empezó hacer cosas guapas con la bici subí los vídeos y poco a poco la gente los iba viendo hasta que uno saltando piedras del río, a caballete, se hizo muy viral. Ese vídeo corrió lo que no está escrito. Se difundió hasta por páginas de Brasil y d e Colombia", explica orgulloso el padre sobre unos recuerdos que permiten pasar un buen rato en familia.
Para el padre, el "truco" para controlar el éxito en redes de su hijo es la gestión del tiempo: "Entre los entrenos, las carreras y los estudios no da tiempo a pensarlo". Pese a ello, Jordi tiene claro a qué quiere dedicarse en un futuro: "Quiero ser youtuber". De momento, la bicicleta se ha convertido en su mejor aliado para seguir haciendo historia rodeado de su familia.
Tiempo entre padre e hijo
"Depende del vídeo hacemos cosas más chulas. Ahora estamos con las subidas imposibles, que se lo pasa mucho mejor mi padre que yo porque él está mirando", bromea Jordi sobre unos recuerdos que, según el padre, dará más importancia en un futuro por el tiempo de calidad que pasan entre ellos.
"Él aún no es consciente del rato que paso con él. Intento disfrutarlo a tope porque pasa el tiempo y ya no los recuperas. De hecho, muchos me escriben por redes sociales apoyándonos y con comentarios como 'Ojalá yo hubiera tenido mi padre que me apoyaba así'. Siempre lo haré al máximo", culmina el padre de un influencer que ya cuenta con un récord mundial desde los 12 años gracias a su habilidad con la bicicleta.