El apoyo de los Comunes a los Presupuestos le cuesta a Aragonès la confianza de Junts y la CUP

  • Los socios en el Govern y en el Parlament le acusan de romper la mayoría independentista pactando con la formación morada

  • El president ha instado a los 'cupaires' a revisar el acuerdo de investidura tras su 'no' a las cuentas: "Tenemos que mirar cómo seguir"

  • Los posconvergentes ven en Albiach una amenaza y no quieren que se convierta en un recurso habitual para el republicano

Pere Aragonès ha evitado este lunes la amenaza de las enmiendas a la totalidad y puede presumir de que, si nada cambia, aprobará sus primeros Presupuestos en su primer año como president. Pero no le ha salido gratis. Su preacuerdo con los Comunes de Jéssica Albiach ha enfadado a Junts per Catalunya —socios en el Govern— y a la CUP —socios parlamentarios— y ambos le acusan de haber roto "la mayoría del 52 %" del independentismo que permitió su investidura.

El republicano ha explorado nuevas mayorías fuera del independentismo y ha forjado una nueva relación que él mismo ha escenificado al término del pleno con un saludo a la formación morada que no gusta nada en posconvergentes y cupaires. Él cree que no le quedaba otra opción tras priorizar a los anticapitalistas y que estos finalmente no hayan retirado su enmienda a la totalidad del texto, pero ha indignado a unos socios más que incómodos.

"Tenemos que mirar cómo seguir, es evidente que el acuerdo debía ir permitiendo una cadena de confianzas que debían incorporar la aprobación de los Presupuestos. Esto no ha sido posible, pero seguimos extendiendo nuestra mano a la CUP y seguro que encontraremos el camino para reconstruir nuestra relación", manifestaba ante los medios, poco antes de recibir acusaciones y reproches.

Los cupaires suspenden a Aragonès...

cupairesDe momento, los cupaires amenazan con que la entrada de los Comunes, una fuerza que habitualmente se alinea con el PSC y que no apuesta por el independentismo sino por un referéndum, determinará su apoyo durante la legislatura. Los anticapitalistas dieron su confianza al Govern, pero rechazaron entrar en él para fiscalizar al Ejecutivo desde la bancada parlamentaria; ahora, le han puesto una nota poco alentadora: "Ha suspendido su primer semestre", ha dicho Eulàlia Reguant.

En este sentido, la portavoz no ha desaprovechado sus intervenciones en el pleno este lunes para responder al dardo lanzado por el propio Aragonès: "No puede ser que se negocie a la baja lo que fue un acuerdo de mínimos. Hace falta construir un horizonte independentista. Sin ese acuerdo de investidura no habría este Govern, no lo utilicen para echarlo en cara. No nos utilicen a nosotros para dirimir sus discrepancias".

Asimismo, el enfado de la CUP puede hacer más difícil que el republicano supere la cuestión de confianza pactada para la mitad de mandato.

...y Junts hace el cóctel más explosivo

Un cóctel que Junts se ha encargado de hacer todavía más explosivo. Ha pedido una reunión urgente con el president nada más conocer que las negociaciones con su nuevo socio parlamentario llegaban a buen puerto. La vicepresidenta Artadi quiere reprocharle formalmente lo que ella considera un "fracaso del independentismo" que, a su parecer, perjudica también las pretensiones del independentismo en la capital catalana, territorio de los Comunes.

De hecho, para conseguir las ocho abstenciones que han permitido avanzar en la tramitación de las cuentas, Aragonès ha sacrificado la oposición de los republicanos a los Presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona, alcaldía que la propia Artadi está convencida en conseguir en 2023 y por ello descartó ser consellera en esta legislatura.

A pesar de la tensión creciente entre socios del Ejecutivo, estos quieren seguir gobernando. La reacción de la bancada de Junts a la última intervención de su diputado Joan Canadell demuestra que hay discrepancias respecto a cómo se ha gestionado el apoyo a las cuentas que el conseller precisamente posconvergente, Jaume Giró, ha elaborado.

Canadell ha criticado el pacto con los Comunes y ha avisado que "la vía amplia es autonomismo y el preludio de un nuevo tripartito", y que abre una brecha en la mayoría de ERC, Junts y la CUP; también ha ironizado al dar la bienvenida a los de Albiach a los Presupuestos. Sus compañeros de partido no han aplaudido su discurso, mientras que Aragonès y la mayoría de consellers de ERC han salido del pleno antes de que acabara, molestos.

"Cataluña tendrá Presupuestos", pero la forma deja comprometida la legislatura

Los independentistas encuentran en Albiach una amenaza, mientras ella ignora las críticas y rechaza valorar las relaciones entre los socios de coalición. Queda por ver si Aragonès ha encontrado en los Comunes una muleta en la que apoyarse cuando sus socios prioritarios vuelvan a fallar; el propio president ha justificado la elección de este nuevo socio al asegurar que no es la primera vez que comparte posturas con ellos.

"Cataluña tendrá Presupuestos" parafraseando al president— pero la forma en la que los ha conseguido compromete la viabilidad de la legislatura. Los independentistas deben trabajar para reconstruir unos puentes ya inestables por una mesa de diálogo 'coja' sin la presencia de Junts y en la que solo cree ERC. Y Aragonès deberá pensarse dos veces si le sale a cuenta volver a usar la muleta de los Comunes.

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