¿Dónder ha reventado el mercurio del termómetro?
Murcia, 47,2 grados: aunque todos los años decimos que nunca ha hecho tanto calor como ahora, el caso es que Murcia pulverizó todos los récords de calor en una de las peores olas de calor que se recuerdan hasta la fecha, la de julio de 1994. Aquel año, se batieron registros históricos y Sevilla y Córdoba perdieron el cetro de ser las ciudades más tórridas de España.
La segunda y la tercera plaza son para Sevilla y Córdoba. Y es que ambas tienen el honor de haberse ganado las medallas de plata y bronce a las capitales de provincia más calurosas con nada menos que 46,6 grados en la peor ola de calor que se recuerda, la de julio de 1995, más intensa y extensa que la de 1994 en la que Murcia batió todos los registros. Morón de la Frontera igualó a las dos capitales andaluzas el 19 de julio de 1967.
Volvemos a Murcia, y no muy lejos de la capital, porque Alcantarilla también tiene en su haber un récord de temperatura más alta en España, los 46,1 grados alcanzados el 4 de julio de 1994, en la misma ola de calor que llevó a Murcia a las puertas del infierno.
Muy cerca, en la quinta posición (y tan solo una décima por debajo) se coloca otra capital andaluza con 46 grados el 8 de julio de 1939: Jaén. Este caso es muy llamativo, porque es una de las ciudades españolas a mayor altitud sobre el nivel del mar frente a Murcia, Sevilla o Córdoba, a pocos metros, alrededor de 100 metros a lo sumo. De haberse encontrado a menor altitud hubiera superado un registro histórico.
Jérez de la Frontera se asó de calor con 45,1 grados el 1 de agosto de 2003, lo que convierte a esta ciudad en la sexta con la temperatura más alta nunca registrada en España. Este valor no se ha superado, pero sí se han acercado mucho los valores en las últimas olas de calor.
Y en este ránking no podían faltar las capitales del suroeste, las extremeñas, donde más calor estamos notando en esta canícula adelantada. Badajoz marcó 44,8 grados el 1 de agosto de 2003 en uno de los peores veranos que se recuerdan con máximas sostenidas muy elevadas, por encima de los 35 grados durante casi todo el periodo estival.
Y del sur al norte, porque al igual que el valle del Guadalquivir, en el Ebro se gestan también un buen número de registros de temperaturas elevadas. Zaragoza es la octava capital con el valor más alta jamás registrado. Hasta 44,5 grados marcó el mercurio hace muy poco, el 7 de julio de 2015. Y es que los últimos tres años han encadenado un récord detrás de otro y no solo en la capital maña.
Y de vuelta a Extremadura, Cáceres es la novena capital con la temperatura más alta nunca registrada y sucedió hace casi un siglo, el 31 de agosto de 1936. Desde entonces, se han superado los 40 grados en varias ocasiones, pero nunca se han llegado a batir los 44,3 grados de aquel día.
En la décima plaza empatan dos capitales, una de interior y otra de costa donde aquel día, con un altísimo grado de humedad es recordado como uno de los más bochornosos. Estas ciudades son Ciudad Real y Valencia. Ambas marcaron 43,4 grados el 24 de julio de 1995 y el 6 de julio de 1986, respectivamente.