Dos nuevas 'tierras' y otros exoplanetas candidatos a ser una 'Pandora' en nuestro vecindario cósmico

  • La imaginaria luna de Pandora de la saga Avatar orbita al gigante planeta gaseoso Polifemo, que orbita a su estrella Alfa Centauri A

  • Esta misma semana se ha publicado el descubrimiento de dos planetas posiblemente habitables a tan solo 16 años-luz de distancia del Sistema Solar

  • En el vecindario del sistema solar se han detectado un puñado de exoplanetas con buenas posibilidades para albergar vida

Este viernes, 13 años después del estreno de la película original, ha llegado a los cines 'Avatar, el sentido del agua'. James Cameron ha invertido todo este tiempo y perfeccionar las técnicas cinematográficas capaces de llevarnos a un planeta extraterrestre, o más bien a una luna extraterrestre: Pandora.

La película 'Avatar', estrenada en 2009, se convirtió en un fenómeno mundial y en la cinta más taquillera de la historia hasta que fue desbancada por los superhéroes de Marvel con 'Vengadores: Endgame'.

Ahora, y casi al mismo tiempo en el que Pandora y sus exuberantes selvas y océanos llegan a la gran pantalla un equipo internacional de astrofísicos ha publicado el descubrimiento de dos planetas posiblemente rocosos en la zona de habitabilidad de la estrella GJ 1002, una enana roja situada a tan solo 16 años-luz de distancia del Sistema Solar.

Según la mitología de la saga cinematográfica, la imaginaria Pandora es la quinta luna del gigante planeta gaseoso Polifemo, que orbita a su estrella Alfa Centauri A en el Sistema Alfa Centauri, el sistema estelar más cercano a nuestro propio Sol. según el 'lore' de la película, la luna fue descubierta por los telescopios espaciales en algún momento entre el año 2050 y 2077 y su hallazgo se convirtió en lo más interesante que le sucedió a la raza humana en cientos de años.

Las características de esta enigmática luna, un "Jardín del Edén, pero con dientes y garras", según el propio James Cameron, nos hablan de un satélite que tendría, aproximadamante, el 90% del diámetro de la Tierra con una masa equivalente el 72% de la terrestre, una gravedad del 80% de la nuestra, una densidad atmosférica algo superior y una presión atmosférica un poco por debajo de la nuestra. Un lugar casi perfecto para vivir a poco más de 4,5 años de la Tierra. Aquí al lado en términos astronómicos pero a una distancia inalcanzable para nuestra tecnología actual de viaje espacial.

'Pandoras' reales potencialmente habitables

Pandora solo existe en la imaginación de James Cameron y su equipo creativo. Pero ahí fuera hay otros cuerpos celestes con posibilidades de albergar vida. Dos de ellos son los recientemente descubiertos GJ 1002 b y c. Tienen nombres bastante menos atractivos que el de la luna de Cameron pero estos son reales y tendrían una temperatura apta para la presencia de agua líquida en su superficie.

Según explican los investigadores, los planetas rocosos como la Tierra son la norma, y no la excepción, en la Galaxia. “La naturaleza se empeña en demostrarnos que los planetas terrestres son muy habituales”, comenta Alejandro Suárez Mascareño, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, y autor principal del estudio publicado en “Astronomy & Astrophysics”. En este trabajo se plasma el descubrimiento de dos planetas con masas muy parecidas a la de nuestro planeta Tierra y en la zona de habitabilidad de su estrella. El nuevo sistema planetario GJ 1002 se añade a la creciente lista de la familia de planetas telúricos próximos a nosotros que hasta la fecha suman un total de siete, incluyendo los dos nuevos.

GJ 1002 b y c tienen órbitas de 10,3 y 21,2 días, “muy cortas porque su estrella principal tiene apenas el 12% de la masa de nuestro Sol”, asegura María Rosa Zapatero Osorio, del Centro de Astrobiología, CSIC-INTA, y coautora del trabajo. El descubrimiento ha requerido varios años de observaciones continuas y ha sido posible con más de un centenar de medidas precisas del bamboleo de esta pequeña estrella realizadas con los instrumentos CARMENES y ESPRESSO situados en los Observatorios de Calar Alto (Almería, España) y Cerro Paranal (Chile, Observatorio Europeo Austral). Los esfuerzos de dos consorcios internacionales del mismo nombre que los instrumentos, y en los que España participa de manera muy activa, han sido necesarios para caracterizar a los dos nuevos planetas “terrestres”. “Ambos podrían ser habitables” comenta Jorge Lillo-Box, del Centro de Astrobiología, CSIC-INTA, y coautor del trabajo.

Otras tierras vecinas

Si nos ponemos a enumerar otras posibles tierras cercanas y potencialmente habitables tendríamos que empezar por un planeta ubicado muy cerca de dónde se encontraría la imaginaria Panodora de 'Avatar'. Se trata de Proxima Centauri b que orbita dentro de la zona habitable de la estrella enana roja Próxima Centauri, la más cercana al Sol. Está localizado aproximadamente a 4,23 años luz de la Tierra en la constelación de Centaurus. Es el exoplaneta más cercano a nuestro sistema solar, así como el exoplaneta potencialmente habitable más cercano que conocemos.

Proxima Centauri b cuenta con las condiciones y propiedades atmosféricas correctas para albergar vida, el agua líquida podría existir en la superficie del planeta. Su estrella anfitriona es una enana roja, con alrededor de un décimo de la masa del Sol y la capacidad de existir hasta 400 veces más tiempo de lo que lo hará nuestro Sol.

Sin embargo, el planeta está probablemente anclado por marea a su estrella lo que provocaría que uno de sus hemisferios mire permanentemente a su sol y el otro permanezca en una perpetua oscuridad. Aún así, entre estas dos áreas intensas podría existir una pequeña zona de habitabilidad llamada la línea del terminador, donde las temperaturas podrían ser adecuadas para que el agua líquida pudiera existir. Además, una porción mayor del planeta podría ser habitable si tuviera una atmósfera lo bastante gruesa para poder transferir el calor alrededor del planeta.

El siguiente en la lista de candidatos es Teegarden b. Está a tan solo 12 años luz de nosotros. No podríamos llegar ni en miles de años de viaje con la tecnología que tenemos, pero es una distancia corta en términos astronómicos. Hasta la fecha es el exoplaneta con más posibilidades de albergar vida que conocemos de acuerdo con el Índice de similitud con la Tierra con una puntuación de 0,93. Se encuentra orbitando en la zona habitable de la estrella de Teegarden, una enana roja de tipo M y fue descubierto en julio de 2019. Orbita en una zona habitable optimista, lo cual es bueno debido a las temperaturas. Tiene una probabilidad del 60 por ciento de tener un ambiente superficial templado, en algún lugar entre los 0º y los 50º C y probablemente más cerca de 28 °C.

En el rango de los 12 años luz de distancia a la Tierra hay algunos candidatos más a planetas habitables. Entre ellos se cuenta el exoplaneta conocido como GJ 1061 c que tiene un índice de similitud con el nuestro de 0,88. Tiene una masa un 75% superior a la Tierra y su estrella es de un tipo conocido como no variable por lo que no emite llamaradas y eso ha podido propiciar que el planeta aún conserve su atmósfera, en el caso de que la tuviera. De tenerla, y si esta se pareciese a la de la Tierra, dadas las características del planeta y de su estrella, la temperatura media en la superficie podría rondar los 34 grados Celsius. Algo cálido en comparación con el nuestro. Además, GJ 1061 c orbita su estrella cada 6,7 días, por lo que probablemente está en rotación sincrónica con su estrella.

A 12 años luz está también Luyten b (más conocido como GJ 273b). Es uno de los planetas más parecidos a la Tierra jamás encontrados. Es una supertierra de alrededor de 3 veces la masa de la Tierra y recibe solo un 6 % más de luz solar que nuestro planeta, lo que lo convierte en uno de los mejores candidatos para la habitabilidad. Tanto se parece a la Tierra que en octubre de 2017, la organización sin fines de lucro METI (Mensajes a la inteligencia extraterrestre) envió un mensaje hacía allí que contenía docenas de composiciones musicales cortas y un "tutorial" científico para el planeta con la esperanza de contactar a cualquier civilización extraterrestre potencial. Dada la distancia, al mensaje aún le quedan siete años para llegar y por lo menos otros 12 más para que nos conteste alguien. Si es que hay alguien allí y puede o quiere contestar.

A una distancia similar de nuestro Sol está GJ 1061 d, otra supertierra que orbita alrededor de una estrella de tipo M. Su masa es de 1,64 veces la de nuestro planeta y tarda unos 13 días en completar una órbita alrededor de su estrella. Allí parece que hace bastante frio, con una temperatura en superficie de algo más de 50 grados bajo cero.

Un poco más lejos está Wolf 1061 c o WL 1061c, un exoplaneta en la órbita de la zona habitable de la estrella roja Wolf 1061, en la constelación Ofiuco, a una distancia de 13,9 años luz de la Tierra. Es el segundo planeta de un sistema planetario de 3 planetas encontrados. Su periodo orbital es de 17,9 días y también se lo considera una una supertierra ya que se estima que su radio es 1,6 veces el de nuestro planeta.

Dado su tamaño y su masa se presume que la gravedad de este planeta sea mayor que en la Tierra, así que, de ser un planeta habitado, sus formas de vida serían considerablemente diferentes a las que existen aquí, para adaptarse a esa mayor gravedad. Dicha gravedad también podría implicar una atmósfera más densa y, por tanto, una temperatura media superior a la que experimentamos en la Tierra. Otro posible problema deriva de su cercana órbita a su estrella. Estar tan cerca posiblemente implique que el planeta está anclado a la marea de la enana roja que orbita por lo que no tendría rotación alguna y ofrecería siempre la misma cara a su estrella. Hemos visto que es un problema común que implica que la única zona de habitabilidad sería la franja entre el día y la noche.

Existen otros mundos candidatos a albergar vida en nuestro vecindario cósmico. A menos de 40 años luz están también GJ 3323 b, GJ 667 C f, Gliese 667 Cc, TRAPPIST-1d o TRAPPIST-1e. Sus características y su habitabilidad potencial se pueden consultar con tan solo introducir sus poco atractivos nombres en el catálogo de exoplanetas que tiene la NASA.

Allí están registrados los más de 5.000 exoplanetas descubiertos que ya están confirmados. Hay casi 10.000 posibles candidatos más en estudio y la cifra sigue aumentando en una lista en la que, quizá, algún día aparezca un mundo como la Pandora de 'Avatar'. Descubrirla será solo el principio. Llegar hasta allí supone un problema mucho mayor. Por poner un ejemplo: viajar hasta nuestra estrella más cercana después del Sol nos llevaría nada menos que 75.000 años viajando a la velocidad de nuestras naves más rápidas hasta la fecha: las sondas Voyager, que se mueven en estos momentos a 38.000 kilómetros por hora. Aún habrá que tener paciencia.