Cómo entrenar tu atención en la era de las distracciones digitales: lo que dice la ciencia

Nuestra capacidad de atención se ha visto reducida considerablemente y las nuevas tecnologías, con las redes sociales a la cabeza, tienen gran parte de la culpa.
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La ciencia ha demostrado claramente que en las últimas dos décadas la capacidad de atención de las personas se ha reducido de forma considerable. No hay nada más que darse una vuelta por cualquier lugar del mundo desarrollado para ver que esta era digital ha arrasado a las personas, con el ser humano viviendo pegado a la pantalla de su smartphone navegando por Internet, en redes sociales, etc. Este déficit de atención ya está marcando profundamente el comportamiento de nuestra sociedad, pero no todo está perdido, parece querer decir la comunidad científica con un hilo de optimismo.
Cómo logra Internet secuestrar nuestra atención
Las cifras no engañan. Según una investigación de la Universidad de California en Irvine, en 2004 la capacidad de atención en cualquier pantalla era de dos minutos y medio de media. Con el paso de los años, se fue acortando y, alrededor de 2012, se situaba ya solamente en unos 75 segundos, bajando hasta los 47 segundos como datos más recientes.
La ciencia ha investigado cuáles son los procesos psicológicos y psiquiátricos por los que nos convertimos en una especie de zombies cuando tenemos una pantalla delante, absortos por lo que nos muestran y con complicaciones para conectar con el “mundo exterior”. Una gran muestra de ello es un estudio titulado 'El “cerebro en línea”: cómo Internet puede estar cambiando nuestra cognición' y publicado en World Psychiatry.
Según esta investigación, “la hipótesis principal sobre cómo Internet afecta a nuestra capacidad de atención es que los hipervínculos, las notificaciones y las indicaciones proporcionan un flujo ilimitado de diferentes formas de medios digitales, lo que nos anima a interactuar con múltiples estímulos simultáneamente, pero solo a un nivel superficial, en un patrón de comportamiento denominado multitarea mediática”.
Para que nos hagamos una idea, las múltiples opciones que nos permite incluso un mismo dispositivo hace que tendamos a ir cambiando entre múltiples estímulos y contenidos hasta el punto de no centrar la atención realmente en ninguno de ellos de forma profunda, mostrando en los sujetos investigados cambios de input con una frecuencia de hasta cada 19 segundos, y que el 75 % de todo el contenido en pantalla se ve durante menos de un minuto.
Entrenar tu atención frente a las distracciones digitales
La Dra. Gloria Mark, psicóloga y profesora titular de informática en la Universidad de California en Irvine, se ha centrado en estudiar cómo las personas interactúan con la tecnología en su vida diaria y cómo esta afecta nuestra atención. Por tanto, es una voz experta a tener en cuenta dentro de la comunidad científica para escuchar sus consejos y qué tiene que decir a quienes quieren contrarrestar este déficit de atención en la era digital. De hecho, tiene un libro muy interesante a este respecto, titulado “Capacidad de Atención: Una Manera Innovadora de Restaurar el Equilibrio, la Felicidad y la Productividad”.
A la pregunta sobre qué se puede hacer para enseñar a alguien a concentrarse, esta experta opina lo siguiente: “creo que lo mejor que pueden hacer los niños es realizar actividades fuera de la pantalla. Y creo que aprenderán a concentrarse, ya sea jugando al aire libre o leyendo libros. Si hablamos de adultos, creo que una de las mejores cosas que pueden hacer es asegurarse de mantener su reserva interna de recursos mentales a plena capacidad. Así, cuando tienen la reserva interna llena, pueden concentrarse mucho mejor que cuando están agotados, cuando sus recursos se han agotado por trabajar duro todo el día y cambiar mucho su atención. Será muy difícil concentrarse, y hay cosas que podemos hacer para fortalecer esos recursos. Una de las mejores cosas que pueden hacer es dormir bien por la noche. Todos dicen: 'Claro que sabemos que hay que dormir bien por la noche', pero déjenme decirles lo que sucede cuando no lo hacemos.
(…) Si necesitas dormir ocho horas por noche, pero solo duermes seis, esa diferencia se llama deuda de sueño. Y si duermes seis horas por noche de forma constante, estás acumulando deuda de sueño. Y sabemos que, a mayor deuda de sueño, menor capacidad de atención. ¿Y qué hacen las personas cuando tienen mucha deuda de sueño? Descubrimos que tienden a realizar actividades más ligeras, como las redes sociales. Simplemente no tienen los recursos para concentrarse y trabajar duro, así que hacen lo que les resulta fácil según los recursos disponibles”.
Además de la importancia del descanso, Mark no pretende que nos deshagamos de la tecnología (una guerra que ya tenemos perdida), sino aprender a vivir con ella. Para ello, tiene una serie de consejos para enfocarnos en lo que tengamos que hacer y no distraernos. El primero de ellos es analizar por qué cambiamos de estímulo. “cuando sientas ganas de cambiar de tarea, analiza por qué. Si es solo aburrimiento o procrastinación, haz un trato contigo mismo para trabajar otros 20 minutos y luego date un capricho con una recompensa”. El segundo es visualizar metas a final del día. “En segundo lugar, imagínate a ti mismo al final del día. ¿Qué quieres haber logrado? ¿Qué quieres sentir? Una visualización concreta de ti mismo sentado en el sofá, viendo tu programa favorito, es realmente una buena motivación”.