Por qué tu voz te suena diferente en los audios: explicación científica detrás del “extraño” fenómeno
A grandes rasgos, tus huesos de la cabeza actúan como caja de resonancia, dando una falsa sensación de que tenemos la voz más grave de lo que es.
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A todos nos ha pasado; escuchas tu voz en un audio o en cualquier otro tipo de grabación y te quedas extrañado pensando 'esa no es mi voz'. No solo es tu voz real, sino que hay una serie de causas amparadas por la ciencia que ayudan a explicar por qué te oyes distinto de lo que lo hacen el resto de personas.
Dos formas distintas de escuchar tu voz
A grandes rasgos, este fenómeno sucede porque cuando hablas escuchas tu propia voz de dos formas diferentes. La primera de ellas es la misma en la que otras personas escuchan tu voz, a través de ondas que acaban por golpear tu tímpano, lo que se conoce como “conducción aérea”. El quid de la cuestión es que también escuchas el sonido a través de la vibración de nuestros huesos de la cabeza.
En esencia, a través de este segundo modo de transmitir el sonido las vibraciones producidas por nuestras cuerdas vocales viajan a través de nuestros huesos y, como el cráneo es un contenedor óseo bastante resonante, bajan el tono, por lo que las recoge nuevamente nuestro tímpano modificadas, dando una falsa sensación de que tenemos la voz más grave de lo que es. Realmente tendremos siempre un tono más agudo que el que percibimos cuando escuchamos nuestra propia voz simplemente mientras hablamos (de forma directa y no grabada). Esta forma de escucharnos es denominada “conducción ósea”.
Se puede realizar un sencillo experimento con el que poner en acción ambas formas de conducción del sonido. En primer lugar, trata de decir algo en voz alta mientras te tapas los oídos. Aunque estés 'cerrando' la principal fuente de obtención de estímulos sonoros, todavía podrás llegar a escucharte con bastante claridad debido a que estás haciendo uso de la conducción ósea. Sin embargo, trata de poner a reproducir ese audio con tu voz mientras te tapas las orejas, que no serás capaz de escuchar apenas nada.
La psicología y su papel en escucharte distinto
No todo se reduce a una explicación puramente biológica, sino que también entran en juego ciertos aspectos psicológicos. Por ejemplo, la discrepancia existente entre las dos formas de escucharnos, conocida en psicología como confrontación de voz, entra en conflicto, generando esas sensaciones de sorpresa, vergüenza o incomodidad al escuchar tu voz en una grabación. En esencia, nos vamos formando una imagen mental de cómo creemos que es realmente nuestra voz y, cuando escuchamos la voz real, se crea una disonancia.
A lo largo de los años, varios estudios han tratado de profundizar más en el concepto de autopercepción vocal y cómo esta es finalmente puesta en jaque al escuchar cómo sonamos en grabaciones. Entre los hallazgos está el hecho de que nuestro cerebro se activa de una forma similar cuando hablamos en voz alta que cuando estamos pensando, por lo que nuestra voz interna, la que percibimos a través de la conducción ósea, tiene un papel clave en nuestra autopercepción y el bienestar emocional, de ahí que sea tan extraño que luego descubramos que realmente hay 'otra voz'.
No asumir esta brecha entre la percepción interna de nuestra voz y la voz real puede llevar a problemas de autoestima y otras patologías de salud mental, como depresión. Además, en un plano más físico, esta diferencia en cómo nos escuchamos en audios puede suponer esfuerzos vocales indebidos, lo que aumentaría el riesgo de lesiones en las cuerdas vocales como nódulos o pólipos que pueden alterar la calidad de la voz y, de nuevo, la percepción de la misma. Sin embargo, lo más probable es que te estés sometiendo a una presión extra que al resto de personas no importa. Ten en cuenta que tendemos a no criticar las voces de otras personas, por lo que es probable que seas la única persona que piense de forma tan crítica en la tuya.
Es importante trabajar en la aceptación de nuestra voz y reconocer las diferencias entre las formas de percibirla. No solamente evitará problemas vocales a futuro, sino que nos hará ganar en seguridad al saber que no pasa nada raro en esas grabaciones, lo que supondrá una mejora clara en las capacidades comunicativas de cada persona. En caso de no ser así y que el problema derivado de esta brecha de percepción se agrave, es recomendable consultar a un especialista en salud vocal o contar a un psicólogo por lo que estás pasando.
Curiosamente, para que veamos que hay un sesgo psicológico a la hora de percibir nuestra voz, en un estudio realizado en 2013 que consistía en calificar el atractivo de una serie de muestras de voces grabadas, se colaron secretamente muestras de la propia voz de los participantes. Al no reconocerlas como suyas ni tener esa intuición, las calificaron significativamente más altas al no reconocerlas como propias.