Alerta por tormentas geomagnéticas fuertes tras una erupción solar "caníbal"

Una alerta de tormenta geomagnética G3 (fuerte) estará en vigor este jueves, 31 de marzo, por una erupción solar "caníbal", que llegará a la Tierra arrastrada por los vientos solares. ¿Qué es este fenómeno y cuál puede ser su impacto?

Una mancha solar conocida como AR2975 desató un frenesí de erupciones solares (o eyecciones de masa coronal, también llamadas CME) el pasado 28 de marzo. La mayoría fueron de clase C (más flojas), pero seis de ellas fueron clasificadas de clase M (intensidad moderada).

“La primera CME en esta película fue producida por una bengala de clase M4 a las 11:29 UT. Partió el sol viajando a 1.259 km/segundo. La segunda CME fue producida por una bengala de clase M1 a las 19:23 UT. Partió aún más rápido, viajando unos 1.700 km/s”, informan las web especializadas Meteored y SpaceWeather.

“Un modelo de computadora de la NOAA sugiere que la segunda CME superará a la primera, fusionándose en una única ‘CME caníbal’ antes de golpear el campo magnético de la Tierra alrededor de las 03:00 UT el 31 de marzo”.

¿Qué es una eyección de masa coronal "caníbal"?

Las eyecciones de masa coronal (CME) son nubes de gas magnético electrificado que pesan miles de millones de toneladas expulsadas del Sol y lanzadas al espacio con velocidades que van de 20 a 2000 kilómetros por segundo.

Se dice que una CME es “caníbal” cuando viaja más rápido que la CME frente a ella, lanzada antes por el Sol. La segunda CME se come a la primera y ambas forman una sola CME más potente.

Alerta por tormentas geomagnéticas para el jueves, 31 de marzo

“Una alerta de tormenta geomagnética G3 (fuerte) está ahora en vigor para el 31 de marzo”, ha informado la NOAA.

Los impactos en la tecnología de una tormenta G3 generalmente siguen siendo pequeños, pero pueden empujar las auroras boreales muy al sur, hasta estados como Nueva York en EEUU, o países como Escocia.

Una vigilancia G2 (moderada) seguirá estando vigente desde el 1 de abril, en previsión de que la CME continúe, pero se debilite, informa la NOAA.

El satélite DSCOVR de la NOAA “interceptará” los cambios en el viento solar en tiempo real y los meteorólogos del SWPC (Centro de predicción del clima espacial) emitirán las advertencias correspondientes cuando la llegada de la CME a la Tierra sea inminente.