Así lo ha expuesto esta mañana en rueda de prensa el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, quien destacó que desde 2004 hasta finales de 2009 la entidad invertirá en desarrollo tecnológico un total de 286 millones de euros, de los que 81 corresponden a acciones correspondientes al pasado año y 9 a éste.
Destacó que sólo otra entidad ha logrado este nivel en la certificación CMMI (Modelo Integrado de Capacidad y Madurez, en sus siglas en inglés), el grupo financiero canadiense BMO, mientras que ningún banco ni caja en todo el mundo ha conseguido hacerse con la más alta puntuación, la cinco, que acredita la optimización del sistema.
"Ese será nuestro siguiente reto", explicó José Manuel Valiño, director general de sistemas de la entidad, quien destacó que esta acreditación significa además que "todo el ecosistema de proveedores deberá certificarse también para garantizar los estándares de calidad".
Tres han sido los objetivos de Caixa Galicia en el esfuerzo por conseguir este grado de desarrollo tecnológico, mejorar la ventaja relativa con el resto de entidades respecto al cliente, conseguir una mejor proyección exterior de cara a la oferta de nuevos servicios tecnológicos a empresas y controlar de forma eficaz y efectiva las 17 oficinas en el extranjero.
En esta certificación ha jugado un papel esencial la central de operaciones de la caja coruñesa, "una factoría de innovación" situada en el polígono coruñés de Pocomaco, en palabras de Méndez, y desde donde se controlan todas las operaciones que se realizan en las 891 oficinas y los 954 cajeros automáticos que posee la caja.
También desde ese centro de cálculo, por cuyo clúster de ordenadores pasan más de 40.000 señales con algún tipo de información cada segundo, se controlan todas la oficinas en el exterior, incluida la de Suiza, siendo la primera entidad que opera sus instalaciones en Ginebra desde Galicia, indicó Méndez.
Un dato este que se incluye en una apuesta tecnológica que ha permitido mejorar la eficacia, reducir los costes y mantener el centro de control en Galicia, en el que trabajan actualmente cerca de 150 personas y más de 200 colaboradores externos, explicó el responsable de tecnología y procesos, Fernando Abad.
Esto ha traído como parte positiva para la compañía una disminución en el coste por transacción, que se sitúa en torno a un 30% por debajo de la media que gastan en las operaciones el resto de entidades financieras.
Parte de este ahorro se explica también porque el 62% de todas las operaciones realizadas son por canales tecnológicos, porcentaje que aumenta a un ritmo del 1% anual.
De hecho, Caixa Galicia ha triplicado el número de usuarios de banca a través de móvil superando los 12.000 en el ejercicio pasado en el que se realizaron más de 250.000 transacciones por este sistema.
Junto a los objetivos de incrementar la productividad, el rendimiento y la eficacia en la operativa de esta entidad, el gran reto de cara al futuro es la seguridad, pues los virus llegan por miles a las pantallas de control.
"Estos ataques continuos nos obligan a tener una lucha constante entre buenos y malos y en blindarnos contra ese mal, que no sólo tenemos nosotros sino todas las entidades", explica Abad, aunque "afortunadamente hemos de decir que durante el pasado año la efectividad de los ataques fue de cero", añadió Valiño.