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El 2020 es el año del COVID-19, pero según una encuesta que se acaba de publicar esta no es la mayor preocupación en nuestro país. Tres de cada cuatro españoles consideran que la contaminación atmosférica supone el principal riesgo medioambiental para la salud.
El estudio, el I Barómetro de percepción de la calidad del aire, ha sido publicado por la Plataforma X Aire Limpio. Se ha elaborado a partir de 2.020 encuestas hechas a personas de entre 18 y 65 años en 16 ciudades de España, que consideran que los principales responsables de la contaminación del aire son "las fábricas y el transporte privado, seguidas por la calefacción de combustibles fósiles y los productos químicos industriales", informa EFE.
Muestra asimismo que la mejora de los protocolos urbanos para hacer frente a la polución se revela como una importante área de acción para las ciudades, ampliamente respaldada por los ciudadanos.
Sin embargo, aunque más de la mitad de los participantes de la muestra son conscientes de que su ciudad tiene protocolos para episodios de alta contaminación, estos son valorados con 6,19 puntos sobre 10.
Para paliar este problema, los encuestados mencionan en primer lugar "las restricciones al tráfico y a los límites de velocidad", seguidos de "las limitaciones de acceso al centro urbano", aunque muestran mayor preferencia por las zonas peatonales, valoradas con un 7,55 sobre 10, con el 60 % de los participantes otorgándoles la máxima puntuación.
A pesar de que el acceso a la información sobre la calidad del aire está bastante extendido (2 de cada 3 ciudadanos), el barómetro señala la existencia de un margen de mejora, ya que, asegura, "sólo el 4 % se informa habitualmente mientras que un 25 % lo hace en ocasiones", con la televisión (15,36 %) e internet (13,59 %) como los canales preferidos, recoge EFE.
La elevada percepción de la ciudadanía de la contaminación atmosférica como la mayor amenaza ambiental para la salud viene avalada por los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), según los cuales el 90 % de los europeos vive en zonas donde se incumplen las recomendaciones fijadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aseguran que en estas zonas, "el ozono, el dióxido de nitrógeno y las partículas en suspensión" son los tres contaminantes con mayor incidencia negativa sobre la salud.