El CSIC afirma que el riesgo de un tsunami en las islas Canarias es una realidad

Las islas Canarias han sido afectadas históricamente por tsunamis provocados por diferentes procesos geológicos, algo que, según un nuevo estudio de Geociències Barcelona (CSIC), podría volver a suceder.

En una revisión reciente, el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) determinó que al menos cuatro episodios de tsunamis fueron desencadenados sísmicamente (1755, 1761, 1941 y 1969) en las islas Canarias en el pasado. La mayoría tuvieron su epicentro en la frontera Azores-Gibraltar.

El nuevo estudio, que adelanta La Vanguardia, estudia un proceso geológico en cascada que tuvo lugar en la isla de Tenerife hace alrededor de 170.000 años. El resultado final fue un tsunami que azotó a casi todo el archipiélago.

Sucesos geológicos en cascada causaron un tsunami

Los eventos geológicos en cascada son "sucesos que tienen un gran impacto, ocurrieron en el pasado geológico y siguen una secuencia en el tiempo que provoca que uno de estos fenómenos se desencadene sobre otro, éste sobre otro y así sucesivamente", ha explicado Joan Martí, director de Geociències Barcelona, al diario citado.

Aquella cascada de procesos geológicos podría suceder a día de hoy, comenta, porque las condiciones para ello se cumplen. No quiere decir que vaya a ser a corto plazo, pero forma parte del destino geológico de las islas: “Podría suceder dentro de la evolución geológica de Tenerife”, en palabras del experto.

Para comprobarlo, el trabajo incluye simulaciones de lo que sucedería si el proceso surgiera del hundimiento del volcán Teide. Algo así causaría deslizamiento de tierra y la formación de un valle, y podría dar lugar a un nuevo tsunami.

Aunque, concreta Martí, “ahora la cámara del Teide se encuentra todavía en una fase de desarrollo y crecimiento”, por tanto es un colapso en forma de caldera.

En la revisión de tsunamis históricos del CSIC que mencionábamos al principio, publicado en la revista Geosciences, se menciona el evento de 1755. Los datos en el suroeste de la Península Ibérica y norte de Marruecos fueron tales que los sufridos en las islas Canarias pasaron desapercibidos. No obstante, algunos autores mencionan daños en todo el archipiélago, con testimonios de vecinos de algunas islas que aseguraron haber visto retroceder el mar durante más de 8 minutos antes de la ola que golpeó la costa a continuación.

Frente al riesgo real de un tsunami en Canarias, Joan Martí asegura que “una opción es dejar todo como está con el riesgo de que algún día pase algo y la gente lo pierda todo; la otra alternativa es aprobar un plan de recuperación y resiliencia, para que, si ocurre una catástrofe como esta, se disponga de recursos para que las personas que han sufrido pérdidas se recuperen”.