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Lo sabemos: esta primavera llega diferente al resto por el maldito coronavirus. Los almendros florecidos no pueden visitarse y el primer chapuzón se retrasará. El #quédateencasa ha sustituido todo lo anterior con el objetivo de dar puerta a esta situación lo antes posible, pero la Tierra sigue girando y el paso del invierno a la estación de las flores se acerca. Este año, además, el equinoccio será el más prematuro que hemos tenido en los últimos 124 años. Apunta el día y la hora.
El pasado día 5 de marzo la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ya anunció que el invierno 2019-20 cerraría como el más caluroso en Europa de la serie histórica, ni más ni menos que con una temperatura media 3,4ºC más alta que la del periodo 1981-2010. Los récords de temperatura han bastado hasta el punto de que a semanas de terminar, el dato era evidente. Ahora entramos en una primavera que empezará templada en lo meteo y extraña en los demás ámbitos.
Ya van 85 días de invierno -quién iba a decirnos que acabaría así- y tan solo quedan 3 para el equinoccio. Recordemos: el equinoccio es ese evento astronómico que marca el momento en que el Sol se alinea con el ecuador terrestre y reparte los rayos de igual manera al hemisferio sur y norte, equiparando así el día y la noche, aproximadamente, en ambos.
Según informa el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el 20 de marzo a las 4 horas y 50 minutos (hora peninsular) arrancará la primavera, lo cual significa que en zonas del mundo con diferente zona horaria (véase por ejemplo California, donde el reloj marca 9 horas menos) esta transición se producirá el día 19, lo cual no ocurre desde 1896, es decir, ninguna generación actual recuerda un equinoccio tan prematuro.
La estación durará exactamente 92 días y 18 horas, dando paso al verano de 2020 el próximo 20 de junio con el solsticio.
Según las previsiones de la OMM será una primavera más calurosa de lo normal en Euopa. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que suele acertar en sus estimaciones, coincide con su aproximación en el panorama nacional. Apunta a una estación más cálida de lo habitual (promedio del periodo 1981-2010) en la Península y Baleares, mientras que en Canarias cualquier escenario (temperaturas más altas, normales, o más bajas de la media habitual) con igualmente probables.
Prevé una mayor anomalía de temperatura en los meses marzo-abril-mayo en el este de Extremadura y oeste de Castilla-La Mancha, mientras que podría ser ligeramente más fría por el contrario en zonas de la vertiente mediterránea ubicadas en el sudeste peninsular y quizá en el Pirineo oriental.
En cuanto a las precipitaciones, las predicciones apuntan a una primavera más seca de lo normal en zonas de la Península (a excepción de Galicia y las provincias del Cantábrico) y en Baleares.