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Basta tomar una bocanada de aire en la zona de San Petersburgo, en Florida, para darse cuenta de que algo ha pasado. El olor delata la trágica muerte de un millar de peces, delfines, tortugas marinas, anguilas y mantarrayas en las costas de la bahía de Tampa. La causa es una extraña 'marea roja', según los expertos.
Son cientos de toneladas de cadáveres de fauna marina los que invaden la costa este de Florida. Las muertes se produjeron después de una floración masiva de algas en los últimos días. Los biólogos y pescadores conocen bien el fenómeno de las mareas rojas.
“Las mareas rojas son floraciones de algas naturales que se forman en muchas áreas costeras de todo el mundo”, explica el meteorólogo de AccuWeather Derek Witt. El término se debe al color que dan al agua, a veces tan potente que parece sangre. Otras se ven de un tono más marrón.
“La surgencia es cuando el viento sopla a través de la superficie del agua, alejándola de la costa, y puede ocurrir como resultado de cambios de viento estacionales o después de que un sistema de tormentas se aleja de la costa”, añade.
"Esto hace que el agua más profunda se eleve para reemplazar el agua superficial desplazada, y el agua más profunda suele ser más fría y rica en nutrientes como nitratos y fosfatos", explica Witt. "Este aumento en la disponibilidad de nutrientes permite que las algas prosperen y se propaguen rápidamente".
Las toxinas liberadas por la proliferación de algas pueden ser dañinas para la vida marina, lo cual se convierte en un círculo desastroso cuando los cadáveres empiezan a descomponerse y suponen una nueva inyección de nitrógeno que favorece la floración de las algas.
Una de las causas que podría estar detrás de este suceso en la bahía de Tampa podría ser el reciente huracán Elsa, que ha barrido el estado. Aunque no se descarta la actividad humana. Muchas veces el vertido de aguas residuales y la escorrentía agrícola aportan nutrientes al océano que dan lugar a estas invasiones de algas, por lo que la ciudad de San Petersburgo ha optado por prohibir el uso de fertilizantes hasta el 30 de septiembre.