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Un enorme iceberg, aproximadamente del tamaño del área metropolitana de Londres, se ha desprendido en la Antártida. Hace diez años los investigadores descubrieron una grieta eterna en la plataforma de hielo Brunt, de 150 metros de espesor, que poco a poco se convirtió en varias grietas, cada vez más profundas y extensas. Así han podido grabarlo recientemente (haz clic en el vídeo).
Los glaciólogos del British Antarctic Survey (BAS) han estado esperando un gran evento de ruptura del hielo durante al menos una década. El primer anticipo de que estaba al caer se produjo en noviembre de 2020, cuando una grieta llamada North Rift se fue aproximando a otra a 35 km de distancia. Era la tercera gran grieta en formarse en los 10 años que se ha monitoreado la plataforma Brunt.
En enero, esta grieta avanzó hacia el noreste a una velocidad de hasta 1 km por día, cortando la plataforma de hielo flotante. El iceberg se formó cuando la grieta se amplió a varios cientos de metros en unas pocas horas en la mañana del 26 de febrero, ha contado el BAS en nota de prensa.
"Aunque la ruptura de grandes partes de las plataformas de hielo de la Antártida es una parte completamente normal de cómo funcionan, los grandes eventos de partos como el detectado en la plataforma de hielo de Brunt el viernes (26 de febrero) siguen siendo bastante raros y emocionantes", ha dicho Adrian Luckman, profesor de La Universidad de Swansea en Gales que participa en el monitoreo del hielo, a la BBC.
En las zonas 'de peligro' del hielo se encuentra la estación de investigación Halley del BAS, por lo que se han tenido que tomar medidas: “Nuestros equipos en BAS han estado preparados para el nacimiento de un iceberg de Brunt Ice Shelf durante años", ha dicho la profesora Dame Jane Francis, directora de BAS.
En 2016, BAS tomó la precaución de reubicar la Estación de Investigación Halley 32 km tierra adentro para evitar desprenderse del hielo estable y naufragar sobre un enorme iceberg.
Desde 2017, el personal se ha enviado a la estación solo durante el verano antártico, porque durante los oscuros meses de invierno la evacuación sería difícil.