Los riesgos de recurrir a la Inteligencia Artificial generativa para elaborar los retratos robots de delincuentes
Los expertos de la Guardia Civil alertan sobre los riesgos de confiar en un algoritmo de IA para construir un retrato robot de un delincuente
La IA ya puede leerte la mente y sabe convertir tus pensamientos en texto
La incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) generativa en el ámbito policial promete revolucionar la elaboración de retratos robots de delincuentes. Sin embargo, los expertos advierten que este avance tecnológico aún presenta limitaciones importantes frente al trabajo tradicional realizado por equipos especializados de la Guardia Civil.
En España, la Guardia Civil cuenta con equipos de identificación facial disponibles las 24 horas. Estos grupos están formados por un psicólogo y un licenciado en Bellas Artes, y trabajan directamente con las víctimas o testigos de un delito.
Imágenes a partir de recuerdos
Su labor consiste en reconstruir el rostro del sospechoso a partir de recuerdos fragmentados y, en muchos casos, traumáticos. El proceso es colaborativo: el testigo aporta detalles, el psicólogo facilita técnicas de recuperación de memoria y el artista plasma los rasgos con lápiz y papel, ajustando cejas, arrugas o lunares según las descripciones.
Pero, últimamente, los programas de IA se han incorporado a esta labor. A través de indicaciones precisas pueden generar imágenes rápidas a partir de descripciones, pero los especialistas señalan que estas herramientas carecen de la capacidad de empatizar con la víctima.
Según los expertos de la Guardia Civil, la IA no logra captar matices emocionales ni la subjetividad de los recuerdos, lo que puede derivar en retratos fríos o inexactos. Además, al tratarse de algoritmos que funcionan como una “caja negra”, los agentes no tienen control sobre el proceso interno, lo que aumenta el riesgo de sesgos y errores en la identificación.
Entre las ventajas de la IA destaca la rapidez y la posibilidad de automatizar tareas que podrían ahorrar tiempo en investigaciones. Sin embargo, los riesgos son significativos al aumentar la posibilidad de incriminar erróneamente a una persona.
Los expertos insisten en que un retrato robot no es solo una imagen, sino una herramienta que debe reflejar fielmente la memoria de la víctima, algo que requiere sensibilidad y experiencia humana.