Identifican 73 especies de babosas marinas en las costas de Barcelona

  • Las condiciones cada vez más tropicales del Mediterráneo favorecen la presencia de especies exóticas

  • Las liebres marina son las babosas más abundantes en la costa de Barcelona

  • Proliferan por la acción humana: construcción de muros, diques o puertos deportivos

La costa de Barcelona es una de las más antropizadas de toda España. Los barcos van y vienen y a menudo espantan la vida marina, pero lo que juega en contra de casi toda la biodiversidad favorece un ‘boom’ de algunas poblaciones. Un grupo de científicos acaba de demostrarlo a través del hallazgo de 73 especies de babosas, que proliferan por la acción humana. Es uno de los pocos estudios realizados sobre este molusco en las ciudades portuarias del Mediterráneo.

Lo ha publicado la Gaceta de la Institución Catalana de Historia Natural (BICHN, 2020), una entidad del Instituto de Estudios Catalanes (IEC), y el artículo ha sido coordinado por el profesor titular de la universidad, Manuel Ballesteros, de la Facultad de Biología y el Instituto de Investigación de Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona.

Los invertebrados marinos, o opistobranquios, van de los nudibranquios a las liebres marinas, las más abundantes en Barcelona, pasando por las sacoglosas y las mariposas marinas, entre otros. Habitan en zonas donde les resulta fácil encontrar alimento, generalmente una única especie de animal o alga, y muestran una alta biodiversidad en ecosistemas marinos como rocas, suelos arenosos, etc.

En los ambientes altamente antropizados, la presión humana sobre el hábitat natural y la eutrofización del medioambiente tienden a favorecer la proliferación de algunas especies en detrimento de las autóctonas.

Las babosas proliferan por la acción humana

En las costas de Barcelona, "este hábitat marino ha sido transformado por actividades humanas, construcción de muros, diques de cemento, arrecifes y puertos deportivos, etc., que brindan nuevas oportunidades de supervivencia a las especies animales que de otro modo no podrían sobrevivir en su origen lugar (como sus depredadores). La presión humana afecta negativamente a muchas especies frágiles -gorgonias, briozoos, esponjas-, que son la fuente principal de muchos organismos, y esto condiciona su presencia en el medio marino", señala el profesor Manuel Ballesteros, del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB.

Es decir, “de alguna manera podríamos decir que estas especies de babosas marinas han sido seleccionadas por nuestras acciones en el medio marino", continúa.

Desde suelos arenosos hasta construcciones portuarias

La especie más abundante que se ha identificado es la llamada liebre marina, que se alimenta de algas, y la babosa cephalaspidea, que generalmente come organismos que viven en el barro o la arena.

Cuando hay demasiada materia orgánica en el medio marino puede causar floración en algas y briozoos. Esto perjudica a casi toda la biodiversidad, pero juega en favor de las poblaciones de babosas anaspideas y sacoglosas.

Las zonas donde los investigadores han hallado una calidad del agua más pobre, que son la desembocadura del río Besòs y las áreas litorales semicerradas, se han identificado 73 especies de babosa. “Es sorprendente encontrar muchas especies en un entorno tan antropizado como las playas y el interior del puerto y los puertos deportivos de Barcelona, en una línea costera cerca de once kilómetros, desde el río Besos hasta el río Llobregat", señala Miquel Pontes.

El Mediterráneo se calienta en favor de especies exóticas

“El cambio climático está favoreciendo la presencia de especies marinas exóticas en el Mediterráneo procedentes del Mar Rojo, a través del canal de Suez, o del Atlántico después de haber cruzado el Estrecho de Gibraltar”, enuncia Eurekalert.

"La liebre de mar Bursatella leachii, con un tamaño notable y altas habilidades reproductivas, podría ser un problema en caso de que haya mucha comida. Sin embargo, este no es el caso, así que este es un hallazgo bastante interesante en lugar de problemático", dicen los autores. Aseguran que esta babosa se alimenta de diatomeas y no compite con otras especies.

Otra especie exótica, Polycerella emertoni, es extremadamente pequeña y está relacionada con el verticilato estacional de briozoo Amathia, un organismo que generalmente mueve la fauna nativa durante el verano, pero desaparece cuando las aguas están más frescas.

"En general, se cree que el Mediterráneo se dirige hacia las condiciones tropicales. Si este proceso continúa, tendremos que acostumbrarnos a ver más y más especies exóticas", advierten Manuel Ballesteros y Miquel Pontes.