¿Qué son las extrañas medusas gigantes que están apareciendo en Granada?

  • Medusas de la especie Rhizostoma Luteum están apareciendo en las costas de Granada

  • La criatura puede pesar hasta 40 kilos y medir 3 metros de largo

  • Sus tentáculos son urticantes, pero tan solo suelen causar enrojecimiento y picor

Unas extrañas medusas gigantes han aparecido en los últimos días a orillas de dos playas de Granada. Los bañistas estaban tan sorprendidos de ver a estas criaturas que pueden llegar a pesar hasta 40 kilos que incluso se sacaban fotos con ellas. Pero, ¿qué son y de dónde han salido?

La Universidad de Granada ha comunicado en las últimas semanas que se han producido avistamientos de medusas de la especie 'Rhizostoma Luteum' en las costas de Granada. Su presencia es inusual en las playas españolas del litoral mediterráneo, aunque no es inédito.

En 2012 se produjo un 'boom' de medusas gigantes

En 2012 se vieron en más de 50 ocasiones en playas del sudeste peninsular, desde Málaga hasta Murcia pasando por Almería o Granada. En su mayoría, pesan en torno a 7 kilos y tienen un llamativo tamaño de hasta 3 metros, según algunas publicaciones. Se caracterizan, además de sus dimensiones, por un tono blanco translucido con tintes violetas, con unos tentáculos largos y ligeramente más oscuros que el resto del cuerpo.

Aunque se sabe muy poco sobre la especie, puesto que no se deja ver habitualmente, los biólogos creen que, a pesar de que sus tentáculos son urticantes, su veneno es menos dañino que el de especies más pequeñas. No obstante, pueden causar enrojecimiento y picor, por lo que lo mejor es no acercarse mucho si tenemos la suerte de ver una.

Pueden vivir en simbiosis con otros organismos, con peces aojados en sus tentáculos o su paraguas, y su dieta consiste principalmente de plancton. Por tanto probablemente sean más frecuentes donde el plancton abunde.

Según una publicación de Luis Sánchez Tocino, de la Universidad de Granada, se distribuyen en “Azores, Canarias, Madeira, aguas europeas y africanas por encima del ecuador y aguas americanas y africanas por debajo del mismo”, en el Atlántico, y en diversas zonas del Mediterráneo, donde es más raro verlas.

Las autoridades piden no tocarlas si nos encontramos una de estas medusas en la orilla, puesto que, cuando son arrastradas a la orilla por las corrientes oceánicas, suelen hacerlo en estado crítico, e interferir puede complicarles más la supervivencia.