La lógica mediante la que funciona tiene una base procedente de los tiempos de Arquímedes, pero lo cierto es que fue un ingeniero alemán, Dieter Seifert, quien diseñó la primera hace más de 20 años.
De momento, no es fácil fabricar una vitrocerámica. Pero una cocina solar, ¡sí! Hasta con un paragues puede hacerse. Solo necesitarás papel de aluminio, pegamento, una sierra y una tarde en familia. Un plan total. Aquí te decimos los pasos a seguir.
Nacida en 2009, la empresa española Alsol diseña y comercializa varios modelos de cocinas solares. Mientras que el 1.4 estará disponible a partir del año que viene, todavía quedan algunas unidades del modelo anterior, con un coste de 335 euros. En otras plataformas de venta online como AliExpress también las puedes encontrar algo más baratas. Todo es cuestión de 'googlear'.
Se estima que el gasto medio de electricidad de un español por cocinar en su casa es de 100 euros anuales. Para muchos puede ser 'poco' comparado con las ventajas que tiene la seguridad de saber que, habiendo sol o no, se puede cocinar. Sin embargo, una cocina solar también es cuidar el medio ambiente: mientras que cocinar con vitrocerámica genera 315 kilos de CO2, en una cocina solar la cantidad es cero. CERO.
Incluso siendo la temperatura exterior de 1 °C, dentro del horno se pueden superar los 87 °C. La temperatura exterior no importa tanto como si hace sol y los cielos están despejados. Se dice que, con un día sin nubes y mucho calor, pueden llegar a estar a 150 °C (y eso que con 90ºC se cocina perfectamente).
Puede alcanzar temperaturas muy altas, pero jamás lo suficientemente altas como para que la comida se queme. Por eso, no hace estar todo el rato pendiente. Se puede simplemente dejar la comida en diferentes recipientes y encontrarla más tarde perfectamente cocinada.
Por regla general, se puede calcular que con una cocina solar tipo caja con un solo reflector, la comida tomará más o menos el doble de tiempo que con un horno convencional. Evidentemente, todo depende de muchos otros factores: el tamaño de la cocina, la cantidad de rayos que hay, lo aislante que sean los materiales con los que está hecha, etc.
Algunos modelos de cocina solar son 100% portátiles, así que es la opción perfecta para hacerte un guiso en medio del campo y no solo aprovechar el sol, sino hacerle un favor a la naturaleza.
Al ser una herramienta que depende únicamente de la luz del sol y tiene un mecanismo de funcionamiento muy simple, su duración depende más de lo bien que la cuidemos que de se estropee por el uso. Más simple, más duradera. Sin embargo, los medios especializados apuntan a que, de media, su vida útil ronda los 15 años.
Gracias a proyectos de cooperación y desarrollo, se han instalado estas cocinas solares en lugares donde era casi impensable poder cocinar la comida en condiciones. Esto mejora la calidad de vida, pues todos sabemos que solo cocinando se evita que los alimentos tengan bacterias y se enferme por ello.
Fue construida en 1999 y desde entonces no para. La cocina solar comunal más grande del mundo se encuentra en Abu Road, India y está ubicada en las instalaciones de la sede central de la Academia Mundial Brama Kumaris. Eso sí, tiene un sistema de gasoil de apoyo por si algún día no hace sol.
¿Creías que lo habías visto todo? ¿De verdad? Esto seguro que no, pero es verídico. Se trata de un proyecto de la Fundación EcoAndina y Formas Verdes, para la promoción de las cocinas solares, los alimentos de origen local y la comida sana, preparada en la calle.