Como todos los días, un grupo de submarinistas australianos se adentró en las profundidades del mar para iniciar su clase de buceo a varios principiantes extranjeros, pero esta vez sería diferente: el buzo español se encontró a un tiburón cuando estaba tragándose una bolsa de plástico y se lanzó a intentar evitarlo.
El resto de alumnos no daban crédito y decidieron grabar las espectaculares imágenes del salvamento del escualo. El español vio como en las fauces del animal colgaba una cuerda y, tirando de ella durante varios minutos, logró extraer el resto de la bolsa de plástico, que se había tragado parcialmente.
Una vez que consiguió liberar al animal, decidió grabar imágenes del resto de tiburones que se encontraban en la zona y que nadaron junto a él y el resto de alumnos.
Según se aprecia en las imágenes, el escualo es un tiburón nodriza gris, que habita en fondos marinos. Puede llegar a medir cuatro metros y, aunque su apariencia puede intimidar, lo cierto es que los biólogos explican que es inofensivo.
El plástico se ha convertido ya en el principal enemigo de los océanos. La contaminación de los mares no solo afecta a la fauna y flora de estos entornos, sino también a la salud del ser humano, culpable a su vez de los vertidos.
Los océanos cada vez se asemejan más a los vertederos. Con más de 20 millones de toneladas de plástico en el mar, ya comienzan a notarse las tristes consecuencias: están provocando que el 90% de las aves marinas ya contengan en sus estómagos restos de plásticos, lo que también se extrapola a otras muchas especies como tortugas, cetáceos y moluscos. Es un grave problema a nivel mundial: se espera que en 2050 haya más residuos que peces.
Los ecologistas avisan de la necesidad de que los países se tomen en serio la problemática, y se pongan de acuerdo para frenar el consumo de plásticos y para reciclar, ya que en el caso de no hacerlo, se estima que la Tierra podría dejar de ser el planeta azul que todos conocemos, para convertir sus mares y océanos en plástico.