El oscuro y mágico mundo de Tim Burton

  • El director estadounidense es uno de los cineastas más particulares y originales de la industria cinematográfica

  • Madrid acoge “El Laberinto”, una exposición inmersiva sobre su universo

  • Tim Burton tiene por estrenar un spin-off en forma de serie de “Wednesday”, el conocido personaje de La Familia Addams

El director, guionista y productor norteamericano, Tim Burton, es sin duda una de las figuras más aplaudidas y reconocidas del mundo cinematográfico, y lo es gracias a una forma de entender el cine con una imaginación desbordante y única, cuya impronta visual gótica pero con destellos de luz sorprendentes, le han convertido en esa figura relevante y diferente del mundo del cine.

El director “llega” a Madrid con una exposición inmersiva “El Laberinto” (Espacio Ibercaja Delicias) para conocer y recorrer el mundo Burtoniano de una manera sorprendente, conociendo el proceso creativo de algunas de las más originales obras cinematográficas del cineasta. Un buen momento para conocer a un genio y figura de inicios deslumbrantes y una etapa reciente menos aplaudida de la que os contamos.

Primeros pasos “Burtonianos”

Desde que era niño, Burton se interesó por el mundo de los cómics y películas clásicas de terror, donde su gran ídolo Vincent Price tomaba protagonismo, así como uno de sus escritores preferidos, Edgar Allan Poe. En ese mundo oscuro de personajes particulares, llama la atención que un estudio como Disney tocara a su puerta para becarle y contratarle después en los años 80 como animador. Un inicio profesional marcado en una compañía de dibujos animados para toda la familia, lejos quizás de los postulados que después han marcado su carrera.

Burton adaptó series para televisión en unos comienzos de los que recordamos con cariño Vincent de 1982, un corto original con animación stop motion, técnica de la que Burton es uno de los directores más reputados. Se trataba de un corto expresionista con narración original de su querido Vincent Price.

Dos años después y con Disney repetía con otro corto oscuro y divertido como Frankenweenie, donde volvía a presentar su característica y oscura imaginación. El mito de Frankenstein trasladado al perro que su amo, el joven Víctor, revivirá tras perder la vida en un accidente y que en 2012 tendría su propio largometraje, de gran calidad técnica pero irregular resultado.

Esos primeros pasos en el stop motion con su gótico aspecto visual marcaban el camino del director hasta encontrarnos con su primea película, la comedia satírica La gran aventura de Pee-Wee con la que daba el primer gran paso uniendo su recorrido al famoso compositor Danny Elfman, habitual en la filmografía del director.

Imaginación al poder

No son muchos los directores que puedan alardear de tener un inicio cinematográfico de culto, algo en lo que Tim Burton es uno de los más aplaudidos. Con la divertida pero tenebrosa Bitelchus conseguía la aclamación popular consiguiendo salir del anonimato, construyendo una historia de lo más singular protagonizada por Geena Davis y Michael Keaton, con el que repetiría un año después en otro film de culto, la primera entrega de Batman, ahora recordada y convertida en objeto de colección.

El mundo visual de Tim Burton comenzaba a tomar su propia personalidad, destacando como un director único a la hora de representar personajes y su ambientación, como otro de sus míticos largometrajes, Eduardo Manostijeras, con el que uniría su carrera a la de Johnny Deep como uno de sus actores fetiche. Un cuento fantástico de indudable belleza y sensibilidad con una constante estética en la carrera de Burton, nuevamente con un personaje diferente, tímido y sensible cuyas manos compuestas de tijeras complican su existencia alrededor también de una historia de amor verdadero.

El éxito de crítica y público llegaba con la película en blanco y negro Ed Wood, diferente a lo que venía presentando, al tratarse de un biopic del peor director de todos los tiempos, Edward D. Wood Jr, obteniendo dos Oscar, uno de ellos para Martin Landau por su espectacular transformación en Bela Lugosi.

Transformación cinematográfica

Hasta ese momento, mediados de los 90, Tim Burton ya había forjado un sello propio, donde las historias fantásticas, la ambientación oscura y gótica y los personajes maltratados de alguna forma por la sociedad, formaban parte de un imaginario de cuento.

Con su comedia sci-fi Mars Attacks! (1996) el director daba un volantazo a su carrera con todo un guiño a las películas de serie B de los años 50, basada en los cromos del mismo nombre para la que contó con un gran elenco de actores (Jack Nicholson, Glenn Close o Sarah Jessica Parker entre otros) y con la mala baba habitual en concepto con unos extraterrestres tan particulares como malvados.

Con Sleepy Hollow repetía junto a Johnny Deep regalando una de las mejores cintas de su filmografía. La historia del fantasmal jinete sin cabeza causaba el terror en una pequeña villa del siglo XVIII en una película que rinde homenaje a los films clásicos de la Hammer, siendo un film de terror diferente, elegante y con tintes de romance.

El cambio en la dirección y, como contrapartida, una decepción, llega con la revisión de El Planeta de los Simios, una película innecesaria que resultó decepcionante como una de las piedras en el camino del director. Afortunadamente, Big Fish trasladaba un texto de Daniel Wallace de manera notable forjando una pieza dramática y fantástica de la filmografía de Burton, siendo uno de los mejores cuentos que podemos encontrar dentro del cine.

Magia y cierto declive

Como todo director tocado por una varita mágica, llegan momentos de menor inspiración, especialmente cuando deja de lado el sello tan personal y único para transformarlo en otra cosa cuando el estudio Disney vuelve a llamarle perdiendo parte de su identidad.

Todavía queda magia implícita en films como La novia cadáver, una historia en stop motion colorida en el inframundo que recuerda en su estética a Pesadilla Antes de Navidad aunque menor, junto al tétrico musical Sweeney Todd y el film Charlie y La Fábrica de Chocolate además de su particular revisión del clásico Alicia en el País de las Maravillas con Deep en cada una de ellas.

A partir de aquí encontramos baches en el camino de un Burton menos inspirado. La adaptación de la serie televisiva de los 60, Sombras Tenebrosas, la familiar El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares y Dumbo son cintas menores dentro de la aplaudida y comentada carrera del director, abriéndose más como cineasta para toda la familia.

Películas muy “Tim” que no son “Burton”

Si la imaginación es algo que va en paralelo a la vida de Tim Burton, la de espectador también, porque son varias obras las que se le presuponen y dan por sentado como creaciones suyas como director pero que no lo son, aunque vayan ligadas a su nombre. No es cosa menor, ya que algunas de ellas se han convertido también en clásicos de culto:

La familia Addams

Justo cuando el director tiene en estos momentos por estrenar la esperadísima serie spin off Wednesday basada en el personaje de “Miércoles” de la película original, la familia gótica más conocida iba a ser dirigida en origen por el director, pero finalmente no entró en el proyecto. Ahora le toca redimirse con su serie para Netflix.

Pesadilla antes de Navidad y Los mundos de Coraline

Son, por derecho propio, dos de las mejores cintas de animación en stop motion de todos los tiempos. La primera por ser un hito de los 90, una historia navideña transformada en un cuento gótico de amor y buenas intenciones junto a tétricos números musicales. Aunque coescrita y coproducida por Burton, la cinta fue dirigida por Henry Selick, al igual que la sorprendente e imaginativa Coraline (Los mundos de Coraline). Se trata de un cuento 3D que parece para niños pero que no lo es, con una historia colorida que se va transformando en un cuento de terror para su joven protagonista y que recomiendo encarecidamente ver en caso de no haberlo hecho.

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Otra cinta animada producida por Burton pero dirigida por Shane Acker, cuya estética llevó a muchos a la idea de que fue él el que estuvo tras las cámaras.

James y el Melocotón Gigante

Con una estética tan particular y reconocible, se dio por pensar que Burton estuvo tras las cámaras, siendo productor mientras que Henry Selick fue su director, en contra del gran imaginario popular.

Es por tanto Tim Burton uno de los directores con mayor imaginación, con unos inicios sorprendentes que convirtieron muchas de sus cintas en films de culto, vaivenes cinematográficos en su más reciente historia y una muy esperada serie en camino.