El tortuoso camino de Renée Zellweger hasta convertirse en Bridget Jones
La actriz se enfrentó a continuas críticas por parte de la prensa cuando se anunció que protagonizaría 'El diario de Bridget Jones'
Renée Zellweger ha estrenado la cuarta entrega, ‘Bridget Jones: loca por él’, este San Valentín
El renacer de Renée Zellweger, una mujer que vivió de cerca las humillaciones de la industria del cine
A principios de los 2000, las comedias románticas seguían en auge después de haber cogido carrerilla durante la década de los 90. Eran éxitos de taquilla y sus protagonistas de convertían en auténticas estrellas. Generalmente estaban contadas desde el punto de vista masculino o, al menos, con directores hombres tratando de explicar el comportamiento de los mujeres, salvo honrosas excepciones como las de Nancy Meyers o Nora Ephron. Con lo que nadie contaba era con que una solterona treintañera se convirtiera en todo un icono y protagonizase uno de los estrenos más exitosos de su año. Estamos hablando de ‘El diario de Bridget Jones’, que se estrenó en 2001 y consiguió recaudar casi 300 millones de euros, con un presupuesto de solo 28.
Ahora, con el inminente estreno de su cuarta entrega, ‘Bridget Jones: loca por él’, que llega 24 años después de la primera, hay que echar la vista atrás para ver cómo ha evolucionado tanto el personaje como la saga. Basada en los populares libros de Helen Fielding, Bridget Jones empezó como una especie de alter ego de la autora. Una joven que trabajaba en una editorial y que contaba sus miserias en una columna del Independent británico. Pero el personaje alcanzó tal popularidad que Fielding acabó por escribir la novela ‘El diario de Bridget Jones’, uno de los grandes éxitos literarios de los 90.
Un proceso de casting tortuoso
Era normal que llegara la adaptaci ón al cine más pronto que tarde, pero ya desde el casting hubo problemas y polémica. Una de las primeras opciones para el papel era Kate Winslet, que venía de alcanzar el estrellato mundial gracias a ‘Titanic’. Pero era demasiado joven para interpretar a Bridget, que cumple 33 nada más comenzar la película. También estuvo en la lista Rachel Weisz pero Fielding la consideró demasiado guapa para interpretar a una perdedora. Pero a la que sí le ofrecieron el papel antes que a Renée Zellweger fue a Toni Collette, que acababa de deslumbrar hacía pocos años con su papel en ‘La boda de Muriel’. Aunque la actriz nunca se ha arrepentido de su decisión.
“Creo que no existen las coincidencias. Todo lo que está destinado para ti en la vida debe suceder. No tengo arrepentimientos: la vida ocurre como tiene que ocurrir”, se sinceró en el programa Watch What Happens Live. “Yo estaba ocupada en ese momento con el musical de Broadway ‘The Wild Party’. Aunque a veces pienso en ello, y creo que el personaje es demasiado similar al de Muriel [‘La boda de Muriel’]. Habría sido demasiado cercano, y siempre intento no repetirme”. Lo cierto es que, tras el rechazo de Collette, llegó la oportunidad de Renée Zellweger. El problema era que era texana. ¿Cómo iba a dar vida a una británica tan británica?
Así que Zellweger, para meterse en el papel, pasó siete meses trabajando en una editorial inglesa con un seudónimo, hablando solo con acento británico, y pasando desapercibida entre sus compañeros. Por aquella época, la actriz salía con Jim Carrey, y dicen los rumores que el actor estaba harto de que, cada vez que hablaban por teléfono, la actriz siguiera con el acento inglés incluso en sus conversaciones. Lo cierto es que esa implicación la convirtió en la perfecta Bridget. E incluso fue nominada tanto a los Globos de Oro como a los Oscar por su brillante interpretación. Y no es para menos, porque tuvo que engordar varios kilos para el papel (concretamente, 10 kilos). En la secuela tuvo que volver a recuperarlos, siguiendo una dieta que incluía cerca de dos docenas de donuts al día. Incluso se llegó a rumorear que le ofrecieron un millón de dólares por cada kilo engordado.
Una parodia repleta de crítica y reflexión
Lo cierto es que la película fue todo un éxito y convirtió a su protagonista en una gran estrella. No solo alabada por la crítica y el público, sino también por sus propios compañeros de rodaje. ¿El más difícil de contentar? Hugh Grant, conocido por su personalidad arisca y dura. Pero con Zellweger se llevó tan bien que, a día de hoy, conservan su amistad. “Amo a Renée. Es una de las pocas actrices con las que no me he peleado", dijo Grant en una entrevista para Buzzfeed. "Nos llevamos muy bien y todavía intercambiamos largos correos electrónicos.”
Por otro lado, también lanzó a la fama a Colin Firth, que dio vida a Mark Darcy, basado en el popular personaje Mr. Darcy de ‘Orgullo y prejuicio’. Aunque el popular actor inglés siempre vio al personaje como una parodia del galán clásico. “Él es una parodia. De hecho, creo que esta última encarnación del personaje [‘El bebé de Bridget Jones’] se ha convertido casi en una parodia de las anteriores, que a su vez eran una suerte de parodia de Jane Austen. Así que, sí, quizá se haya convertido en una suerte de ejercicio posmoderno acerca de la reflexividad sin fin de nuestra cultura”, explicó para GQ.
En esta última entrega, la cuarta ya, su personaje solo aparece en forma de cameo, ya que ha fallecido en la historia. Pero eso no ha impedido que regrese el popular Daniel Cleaver, al que da vida Hugh Grant, y varios nuevos pretendientes, entre los que destaca Leo Woodall. Sea como fuere, lo cierto es que el personaje de Bridget Jones, aunque no ha sobrevivido tan bien como nos gustaría el paso del tiempo, siempre fue una burla a esos estereotipos de mujeres que solo buscaban un hombre para sentirse completas. Por suerte, Bridget ha evolucionado, al igual que nosotros como sociedad.
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