Hollywood

Pamela Anderson, la mujer que sobrevivió a sí misma: de su polémica vida personal a su renacer

Pamela Anderson
La actriz, en un fotograma de 'The Last Showgirl'. ROADSIDE PICTURES
  • De icono sexual en los 90 a sonar con fuerza entre las mejores actrices de 2024

  • Activista por los derechos de los animales, feminista de pro y actriz, Pamela Anderson nunca fue solo una cara bonita

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Durante los años noventa, Pamela Anderson se convirtió en uno de los iconos de la cultura pop más relevantes de la década, gracias sobre todo a su participación en la serie ‘Los vigilantes de la playa’. Su personaje, la socorrista C.J. Parker, con bañador rojo y cámara lenta incluida, fue visto por más de mil millones de personas en todo el mundo. El éxito fue inmediato, pero también vino acompañado de una etiqueta difícil de borrar: la de símbolo sexual sin profundidad. Y es que esa etiqueta ya venía de los años 80, cuando apareció por primera vez en la portada de Playboy poco después de que fuera descubierta en un partido de fútbol canadiense con una camiseta de Labatt’s Beer. Esa portada causó tal impacto que la revista la invitó a Los Ángeles, y en febrero de 1990 fue nombrada Playmate del Mes. A partir de ahí, se convirtió en una de las mujeres más fotografiadas por la revista: posó para Playboy en al menos 14 ocasiones, un récord para la publicación.

“Playboy fue una oportunidad, no una explotación. Yo decidí hacerlo. Me dio independencia y visibilidad”, confesó la actriz en una reciente entrevista para Variety. Pero la etiqueta de rubia tonta y sexy le acompañó durante todo el inicio de su carrera. En la década de los 90, en su momento más alto de fama, se la describía constantemente como “la rubia de curvas imposibles” o “la nueva sex symbol”, mientras los medios ignoraban cualquier otro aspecto de su personalidad. “Era como si solo existiera mi cuerpo. Como si no pudiera tener otra dimensión”, confesó años después en su documental de Netflix. Pero, gracias a ‘Los vigilantes de la playa’, Anderson podía dedicarse plenamente a su faceta como actriz.

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Dio el salto al cine con ‘Barb Wire’ en 1996, una película de acción distópica en la que interpretaba a una heroína de cómic. La película fue un fracaso crítico y comercial, y reforzó aún más su imagen de “actriz decorativa”. Con un corsé de cuero y tacones de aguja, su personaje parecía diseñado para explotar su figura más que su talento interpretativo. “Nadie me preguntaba por el guion, solo por el vestuario”, dijo en una entrevista con The Guardian. La prensa no tardó en tildarla de “producto de Playboy que quiso ser estrella de cine”. Unas críticas demoledoras y un enorme fracaso en taquilla. Pero no mermaron las aspiraciones de Pamela Anderson, que durante años, aparecía en todos lados: invitada habitual en ‘The Tonight Show’, videoclips musicales como el de ‘Miserable’, y fue portada de revistas de todo el mundo.

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Aunque lo que más impactó en su carrera fue su intensa vida privada. Se casó con Tommy Lee en 1995 en una boda en la playa en la que, en vez de darse anillos, se tatuaron sus nombres en los dedos. De su matrimonio nacieron dos hijos: Brandon Thomas Lee (nacido en 1996) y Dylan Jagger Lee (nacido en 1997). Pero la relación se volvió insostenible. En 1998, Tommy Lee fue arrestado por violencia doméstica tras agredir a Pamela mientras ella sostenía a uno de sus hijos. Sin embargo, incluso en esos años, Anderson intentó mostrar algo más de sí misma. Escribió columnas para periódicos canadienses, habló públicamente sobre el maltrato animal y defendió causas feministas, aunque muchas veces sus palabras eran ignoradas o tomadas a broma. “Se me asoció siempre a la imagen de tonta”, dijo en una entrevista en 2025 a Cadena SER. “Pero yo he tenido curiosidad por aprender y por saber. Solo que a veces el ruido era demasiado fuerte como para que se escuchara mi voz”.

A todo ello, hay que añadir el polémico vídeo sexual robado. “Fueron años muy borrosos. Perdí el control de mi propia historia”, confesó en el documental Pamela, A Love Story (Netflix, 2023). La serie ‘Pam & Tommy’, protagonizada por Lily James y Sebastian Stan, abordó el caso sin su consentimiento. Y eso la llevó a recuperar su voz y a contar su versión. “Fue el empujón que necesitaba. Quería mostrarme al mundo tal como soy. Sin filtros, sin ficción”, dijo entonces en Variety.

Ese proceso de reconstrucción no solo fue emocional. Porque, tras varios años desaparecida de los grandes eventos y de las portadas de revista, sorprendió a todos cuando reapareció en las alfombras rojas sin maquillaje, dejando atrás décadas de estilismos explosivos. “En un mundo donde todo es retocado, mostrarme sin maquillar me parece revolucionario”, explicó a InStyle en 2024. “No quiero parecer una mujer de 20 años. Quiero tener la edad que tengo y vivirla con dignidad”.

En un mundo donde todo es retocado, mostrarme sin maquillar me parece revolucionario

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Y es que ese giro vino propiciado por su última película, ‘The Last Showgirl’, dirigida por Gia Coppola. En ella, Anderson interpreta a Shelly, una bailarina retirada de Las Vegas que se enfrenta al final de su carrera. La crítica la recibió con entusiasmo en el Festival de Toronto en 2024, calificando su actuación de “conmovedora y llena de matices”. “Es un papel como ningún otro”, dijo Anderson a Business Insider. “No ves personajes así si has pasado media vida en traje de baño. Me siento como si estuviera empezando ahora”. De hecho, hasta sonó con fuerza para colarse entre las nominadas a Mejor Actriz en los Oscars de este año.

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La directora Gia Coppola reveló que había elegido a Anderson tras ver su documental en Netflix. “Vi a una mujer con una vida extraordinaria, con muchas heridas y con una presencia única”, declaró en una entrevista con Deadline. Anderson, por su parte, reconoció que rodar ‘The Last Showgirl’ fue “un proceso muy catártico”, como expresó en The Hollywood Reporter: “Por primera vez me sentí vista, como actriz y como mujer”. Y, en declaraciones al pódcast SiriusXM, Anderson fue un poco más allá.  “Esta película es mi revancha. No contra nadie, sino contra esa versión reducida de mí misma en la que me vi atrapada durante años. No soy solo una cara bonita, nunca lo fui”. Y no es la única película que la ha traído de nuevo a la actualidad, ya que este verano estrena el reboot de ‘Agárralo como puedas’ junto Liam Neeson. “Vengo de una vida muy loca, muy salvaje. Ahora quiero disfrutar del presente”, declaró a la revista People. A sus 57 años, Pamela Anderson no solo ha regresado: ha renacido.