Cultura

Las 10 localizaciones de cine españolas que enamoraron a Hollywood o a los actores de 'Juego de Tronos'

El desierto de Tabernas, en Almería, ha sido un paltó privilegiado para el rodaje de películas del oeste, generando un subgénero conocido como 'spaghetti western'
El desierto de Tabernas, en Almería, ha sido un paltó privilegiado para el rodaje de películas del oeste. Europa Press
Compartir

La geografía española es un plató natural inagotable que con la explosión de plataformas de contenidos están alimentando un fenómeno que vincula de forma especial el cine y las series con el turismo. No es un fenómeno novedoso en España que durante el franquismo albergó grandes producciones de Hollywood, pero ahora el éxito de series como ‘Juego de Tronos’ rodada en varios escenarios españoles ha disparado aún más este interés. Al calor de este éxito, la plataforma ‘Pueblos de película’ impulsa el conocimiento de estas localizaciones con rutas turísticas y gastronómicas.

Los 10 pueblos más bonitos de España
Los 10 pueblos más bonitos de España
PUEDE INTERESARTE

De Hollywood a 'Juego de Tronos'

“Pueblos de Película” es un proyecto impulsado por profesionales del turismo, la cultura y la comunicación que pretende destacar aquellos municipios que han sido protagonistas en el mundo audiovisual. La idea es sencilla: si un pueblo ha aparecido en una película, serie o documental, puede formar parte de esta red y aprovechar ese legado para atraer visitantes, fomentar el orgullo local y dinamizar su economía.

La plataforma oficial, www.pueblosdepelicula.com, ofrece fichas detalladas de cada localidad, con información sobre los rodajes que han acogido, sus atractivos turísticos y cómo el cine ha influido en su identidad.

PUEDE INTERESARTE

Entre la amplia lista de pueblos con historia cinematográfica, diez destacan por el impacto cultural de las producciones que albergaron, atrayendo a miles de fans año tras año:

  • Ayna (Albacete): Conocida como la "Suiza Manchega", su fama se debe a la comedia de culto Amanece, que no es poco (1989), de José Luis Cuerda. Los seguidores del filme visitan las localizaciones exactas para revivir las surrealistas escenas.
  • Santo Domingo de Silos (Burgos): Famoso mundialmente por albergar el Cementerio de Sad Hill, escenario del icónico duelo final de El bueno, el feo y el malo (1966), la obra maestra de Sergio Leone que cimentó el género del Spaghetti Western.
  • Malpartida de Cáceres (Cáceres): Se hizo viral tras aparecer en la séptima temporada de Juego de Tronos (Game of Thrones). El Monumento Natural de Los Barruecos fue el escenario de la espectacular "Batalla del Botín", una de las mayores secuencias épicas de la serie.
  • Tabernas (Almería): Único desierto de Europa y epicentro del género Western. Aunque ha acogido cientos de rodajes, es la cuna de clásicos como Lawrence de Arabia (1962) y numerosas producciones de vaqueros.
  • Peñíscola (Castellón): Su imponente castillo templario ha sido escenario de múltiples películas, destacando la comedia Calabuch (1956) de Luis García Berlanga. Más recientemente, su casco antiguo se transformó en la ciudad esclavista de Meereen en Juego de Tronos.
  • Loarre (Huesca): Su castillo románico, el mejor conservado de Europa, fue el set principal de El Reino de los Cielos (Kingdom of Heaven, 2005) dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Orlando Bloom.
  • Tossa de Mar (Girona): Esta localidad costera inmortalizó su vínculo con el cine al acoger el rodaje de Pandora y El holandés errante (1951), una película que atrajo a la diva de Hollywood Ava Gardner, a quien hoy rinde homenaje con una estatua.
  • Zumaia (Guipúzcoa): Sus impresionantes formaciones de flysch son reconocibles en la taquillera Ocho Apellidos Vascos (2014) y, al igual que Malpartida, también fue escenario clave en Juego de Tronos.
  • Cardona (Barcelona): Su Parador-Castillo fue el escenario elegido por Orson Welles para rodar algunas escenas de su adaptación de Campanadas a Medianoche (Chimes at Midnight, 1965), un clásico histórico de la cinematografía.
  • Lastres (Asturias): Aunque no es un pueblo fundador, este pintoresco puerto se convirtió en uno de los referentes del "turismo de serie" al ser la localización principal de la exitosa ficción Doctor Mateo (2009-2011), donde se rebautizó como San Martín del Sella.

Requisitos para Ser un 'Pueblo de película'

El proyecto busca generar sinergias y compartir estrategias para que el impacto de haber sido un plató se traduzca en oportunidades reales para los habitantes. Los municipios adheridos trabajan conjuntamente para:

  •  Poner en valor las localizaciones, creando rutas y experiencias temáticas.
  •  Difundir su historia a través de eventos, festivales y la propia red digital.
  •  Fomentar la conservación de los escenarios y la memoria de los rodajes.

En su lanzamiento, la red se fundó con una docena de municipios que representan esta filosofía. El proyecto tiene previsto incorporar nuevas localidades que cumplan con los requisitos, buscando expandir la promoción del turismo de pantalla a todo el territorio nacional.

La adhesión a la red no es un proceso automático. Si bien los criterios concretos de homologación de las candidaturas se gestionan internamente, el principal requisito que se exige a cualquier municipio aspirante es poseer un legado audiovisual de gran valor y la voluntad de promoverlo.

El acceso formal a la red se realiza mediante contacto directo con sus gestores, permitiendo a los municipios vincularse al proyecto y formar parte de la "Red de Amigos de los Pueblos de Película". Los pueblos interesados deben demostrar no solo haber sido un escenario, sino tener una estrategia para optimizar el impacto de dicha filmación en su desarrollo cultural y turístico, compartiendo las mejores prácticas con el resto de miembros.

Una iniciativa rentable

Desde la plataforma de 'Pueblos de película se recuerda algunos ejemplos de rentabilidad económica para estas localizaciones a las que la gran pantalla o ahora las series han situado en el punto de mira de los turistas cinéfilos.

Uno de estos ejemplos lo encontramos en Elizondo. Cabecera del valle de Baztán, es un centro rural con apenas 3.500 habitantes aproximadamente. Durante décadas vivió del turismo rural modesto y de una economía basada en la ganadería e industria local. Todo cambió en 2017 con la adaptación cinematográfica de El guardián invisible, basada en la exitosa novela de Dolores Redondo.

Desde entonces, el flujo turístico se ha disparado. Durante Semana Santa de 2023, Elizondo recibió 1.200 turistas en solo diez días, lo que equivale a casi un tercio de su población. Esta afluencia generó una ocupación casi total de alojamientos durante la Semana Santa de 2025, según la Asociación Turística Baztan-Bidasoa.