Jordi Skywalker, ex cantante de Buenas Noches Rose, debuta en solitario

AGENCIA EFE 05/08/2010 11:42

"Me minó mucho el paso a un gran sello. Hubo cambios de manager, de ambiente..., que contribuyeron a tambalearme. La discográfica era un monstruo impersonal y yo siempre he concebido el arte con ese lado energético positivo de trabajar con personas en las que confías plenamente", explica el músico en una entrevista con Efe.

Las "ambiciones personales y espirituales" también jugaron un rol específico en la decisión de Skywalker. "Tenía la posibilidad de elegir una carrera profesional en la música, pero opté por ir al encuentro del mundo y desarrollar otras inquietudes. Necesitaba un 'break', pero ha durado doce años", afirma.

En resumidas cuentas, Jordi Piñol se enamoró y decidió empezar una vida errante que le ha llevado a Almería, Granada, la Bretaña francesa y Zaragoza. "Dicen que me fui del mundo, pero yo pienso lo contrario, que me marché al mundo real", defiende.

Todas estas reflexiones, y muchas otras, son las que conforman "Corazón de padre atómico" (Paul Music), un álbum cuya portada está dedicada a un hermoso borrico. "La relación con los animales nos humaniza. Cuando aprendí eso, me apasioné con los burros", confiesa Skywalker.

"Tengo burros desde hace mucho tiempo. He viajado con ellos, han tirado de mi roulotte y, durante tres años -2004 a 2007-, trabajé en en una granja francesa que hacía terapia con burros. Son como un tótem que me guía por la tierra", asevera el vocalista.

Amén del citado protagonismo en la carátula, el asno también jugó un papel decisorio en la elección del título. "Nos faltaba el nombre, pero en cuanto vimos la foto del burro pensamos en la vaca del 'Atom heart mother' de Pink Floyd", recuerda Skywalker.

El chasco será antológico para los que esperen un reencuentro con el sonido "setentero, duro y psicodélico" de Buenas Noches Rose. Si las preferencias vitales de Skywalker viraron de sentido, sus influencias musicales han sufrido un proceso de cambio aún más radical.

"Es un rock carromatero", define el cantante, que en esta nueva andadura deja atrás los ritmos contundentes y se zambulle en una mezcla alegre de folk, blues, jazz manouche o flamenco. "He querido dedicarme a otros estilos sin ningún tipo de prejuicios", razona.

El castellano y el francés se reparten las trece piezas que Skywalker ha registrado en su flamante trabajo, cuya dirección técnica ha corrido a cargo de Rubén Pozo, ex miembro de Buenas Noches Rose y actual componente del dúo Pereza.

"Rubén es mi compañero del alma, y en la música más todavía. Hemos creado una atmósfera maravillosa mientras hacíamos el disco; no podíamos parar de tocar. Hay canciones que se han transformado absolutamente en el momento de grabarlas", rememora el intérprete de temas como "Mule", "Caravane", "Simple" o "Dans a la Lune".