"Proyecto Youkali" nació como función única para sumarse, el pasado mes de junio, a la conmemoración del Día del Refugiado, pero esa "flor de un día" "gustó" y al director del Español, Mario Gas, le pareció que podía ser "buena idea" recuperarlo y ofrecer más representaciones, las que podrán verse a partir del 7 de septiembre y hasta el 19 en el Matadero de Madrid.
Del Arco, autor de uno de los éxitos de la temporada, "La función por hacer", recibió el encargo de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) a través de su coordinadora territorial, Estrella Galán, y pensó para hacerlo en actores españoles, argentinos y colombianos, pero quería contar también con alguien "del gran héroe: del continente africano".
Y así fue cómo llegó hasta un verdadero refugiado, el actor congoleño Donat Mbuyi, que hace cuatro años se manifestó en Kinshasa contra el régimen de Joseph Kabila; fue encarcelado seis meses, se escapó de la cárcel con ayuda de un sacerdote, huyó a Sudáfrica, de allí tomó un avión a Londres y, en la escala en Madrid, fue "interceptado".
Mbuyi, que hace cuatro años que no ve a su hija, de 10, engrosa la lista del 95% de los casos, según apunta del Arco, en los que España no da el estatuto de refugiado al solicitante.
Aún así, el actor piensa que fue "la suerte" lo que hizo que la policía le detuviera en España, donde quiere quedarse para "seguir con vida" y con una carrera en la que ya ha hecho anuncios, uno de ellos con Zinedine Zidane, ha aparecido en la película "Mortadelo y Filemón II" y ha protagonizado el documental "Donat busca un escenario".
En la República Democrática del Congo, relata Mbuyi sobre las "diferencias culturales" con España, se averigua la edad de alguien pidiéndole que con un brazo por encima de la cabeza intente tocarse el otro hombro.
Como ese "científico" método no ha llegado aún a Europa, Mbuyi les dijo a las autoridades fronterizas lo que le pareció, y ha vivido con un documento que "dice" que tiene 26 años, "unos 10 menos" de los reales aunque aparente la juventud "documental".
Mbuyi explica que en su país el sueldo de un militar es de 10 euros, que los empleados de Correos llevan 58 meses sin cobrar, que no es extraño tener, como él, 17 hermanos, pero que lo más llamativo de todo es "el contraste".
"Conviven -explica- los más ricos del mundo con los más pobres", un abismo que ahondan a diario los diez años de guerra y los doce millones de muertos.
"Son países con una riqueza natural que pertenece a otros, y sus habitantes están tan ocupados en subsistir, que con eso tienen bastante", apostilla del Arco.
Mbuyi, que se considera ya un "'europeano' negro", sostiene que lo que cuenta "Proyecto Kigali" es "la pura realidad" y que es "muy difícil" salir de esa dinámica.
"Proyecto Youkali", que mezcla la realidad de los refugiados con la ficción de un programa de televisión, cuenta que quienes están perseguidos en su país por su raza, religión, etnia u opiniones, entre otras razones, "no son héroes", sino seres humanos que cuando salen de su casa tienen, "encima", que enfrentarse al recelo de quienes piensan que se tienen que defender de ellos.
"Nadie en su sano juicio decide dejar su país en esas condiciones. Vienen por pura necesidad y no podemos hacer oídos sordos, y parece que ya se nos olvidado lo que pasaba en España hace 40 años", subraya del Arco.
El mensaje final, dice el director, no es el escepticismo, sino "una energía contagiosa que lleva a pensar que las cosas tienen que cambiar. No digo que sea esperanzador, porque no soy naíf, pero tampoco que no hay posibilidades".