La Fundación Suñol muestra obras de Warhol, Barceló, Christo, Man Ray o Arp
AGENCIA EFE
09/02/201114:06 h.Después de casi cuatro años de actividad, en los que ha dado a conocer buena parte de los fondos de su colección en exposiciones temporales, la Fundación Suñol "da un giro a su política expositiva y ha decidido reservar una planta de su sede a la exhibición permanente y rotatoria de una selección de sus fondos", ha explicado hoy el director, Sergi Aguilar.
Según Aguilar, "las 27 obras seleccionadas, fechadas entre 1924 y 1998, aportan un testimonio de 18 artistas que, con diferentes interpretaciones, intensidades y en diferentes soportes, proponen una experiencia sobre su pensamiento y su expresividad".
En paralelo, la selección ofrece también "la particular visión del coleccionista por haberlos incluido en los fondos de su colección", añade el director de la Fundación.
La exposición recorre ocho décadas del siglo XX, pero destacan el gran número de obras de los años 70 y 80, cuando el coleccionista Josep Suñol adquirió la mayor parte de su colección.
En las 27 obras de la muestra se encuentran ejemplos del pop art, del rupturismo formal de los años 60, de la abstracción más pura, piezas matéricas, orgánicas, que en formato de pintura, escultura y fotografía invitan al espectador a recorrer la transformación del arte del siglo XX.
En el inicio del itinerario expositivo, un gran retrato de Mao Zedong realizado por Warhol y convertido en icono del pop art introduce al visitante en la exposición.
Este retrato, comenta Aguilar, fue la respuesta de Warhol al inicio del acercamiento político entre EEUU y China en 1972, que el artista "desmitificó".
En la siguiente sala, cinco fotografías de Man Ray muestran a sus amigos Picasso, Dalí, Miró, Calder y Giacometti, que contrastan con la mirada del rostro humano que ofrece un cuadro de Antonio Saura.
La libertad expresiva de los artistas José Manuel Broto, José María Sicilia, Zush y Susana Solano son el ejemplo del compromiso y el redescubrimiento de la pintura y la escultura en el arte de los años 80 en España.
Del artista canario Manolo Millares, cofundador del grupo El Paso, se puede contemplar "Pintura nº 5" (1959), una arpillera trabajada con sus propias manos, que remite a los aborígenes guanches.
Dos piezas de los años 70 entran en diálogo en un pequeño espacio: la conocida serigrafía de una lata de sopa Campbell's de Andy Warhol, objeto ordinario enfatizado por el pop art en un gesto de ridiculización de la sociedad de consumo, y el "Grifo sonoro" de Luis Lugán, artista pionero en el arte electrónico que presenta una obra acústica.
El objeto se evidencia en las esculturas de Antoni Tàpies ("Cántaro y bota"), ambas de 1987, que delimitan la penúltima sala de la exposición y muestran la materialidad constante en su obra.
La alusión al "empaquetado" está presente en tres fotografías de Alberto García-Alix, el objeto-estatua de Colón en Barcelona, cubierta por Christo, y el también envuelto y enigmático "Paquete negro" de Claudio Bravo que, en palabras de Aguilar, "ilustran la objetualidad como fenómeno de intencionalidad dialéctica entre el sujeto y el objeto".
En el final de "27 obras, 18 autores", la naturaleza es la protagonista con las formas orgánicas de las esculturas de Jean Arp y Lucio Fontana, la reformulación de los bodegones que hace Miquel Barceló y la aparente mesa de Nino Longobardi, que oculta en realidad una orgía.