Técnica Pomodoro: una forma de gestionar mejor tu tiempo sin agobiarte ni vaguear
¿Te cuesta concentrarte sin agobiarte ni distraerte mirando el móvil? La técnica Pomodoro puede mejorar tu productividad
La técnica Pomodoro consta de dos pasos muy sencillos: adáptalos a tus circunstancias para rendir mejor
El descanso es igual o más importante que lo que hacemos mientras estudiamos o trabajamos: te contamos varias pautas para cuidarlo como se merece
Vivimos en la era de la productividad. Tenemos metido en la cabeza que es necesario rendir al máximo durante todo el día, pero a la vez necesitamos a gritos descansar y acabamos perdiendo el tiempo en TikTok, Instagram o Twitter. ¿Es posible gestionar mejor nuestro tiempo sin sentirnos agobiados ni vaguear en el intento? Sí, y la técnica Pomodoro puede ser la respuesta.
Qué es la técnica Pomodoro
La técnica Pomodoro surgió cuando el ingeniero informático Francesco Cirillo se dio cuenta de que era incapaz de concentrarse durante el primer año de universidad. En ese momento cogió un temporizador con forma de tomate y ajustó el tiempo a intervalos constantes. Funcionó y con los años, su estrategia se ha popularizado convirtiéndose en un método de estudio y de gestión del tiempo muy eficaz. Pero, ¿en qué consiste?
- Primero elabora una lista de las tareas que tienes que realizar sí o sí durante el día y ordénalas de mayor a menor importancia.
- En segundo lugar, programa el temporizador del móvil para trabajar sin distracciones durante 25 minutos, y después descansar durante 5 minutos. Repite este ciclo cuatro veces: trabajas 25 minutos y descansas 5, trabajas 25 minutos y descansas 5, trabajas 25 minutos y descansas 5, trabajas 25 minutos y descansas 5. En total, habrás rendido durante dos horas. Es entonces cuando tienes que realizar un descanso largo de 30 minutos.
Lo más importante es que durante el intervalo de trabajo, alejes cualquier distracción como el móvil, y que durante el intervalo de descanso de verdad desconectes.
También es recomendable adaptar el intervalo temporal a tus circunstancias, capacidades y horario. Por ejemplo, algunas personas prefieren que el ciclo sea de 20 minutos de trabajo y 10 minutos de descanso, sobre todo cuando están empezando a usar esta técnica. Otras, en cambio, amplían el tiempo de trabajo y se toman un descanso más largo cada hora.
¡Un truquito! Si no quieres estar pendiente del temporizador del móvil, hay aplicaciones que controlan los intervalos automáticamente. Solo tienes que configurar la duración, darle a empezar y sonará una alarma que indica que tienes que ponerte a trabajar y una alarma que indica que ya puedes descansar.