El problema de los antibióticos y el pene: los medicamentos que pueden afectar más de lo que crees

La (buena) salud sexual es uno de los aspectos fundamentales de nuestra vida amorosa y nuestras relaciones. Debemos cuidarla todos los días, porque eso nos garantizará una intimidad disfrutable junto a nuestra pareja de cama. Muchas veces, por descuido o simple desconocimiento, ignoramos un detalle fundamental del cuidado personal, los buenos hábitos y esos pequeños microgestos del día a día que pueden llevarnos a tener un problema que antes no existía.

Por ejemplo, ¿sabías que combatir una simple gripe podría traerte infecciones inesperadas en el pene o la vagina? No por el virus per se, sino por los medicamentos que tomamos para combatirlo. Sí, pueden parecer elementos que no guardan ninguna relación entre sí, pero ahí están las evidencias para evitar que nos confiemos: la toma de antibióticos no es tan segura como nos cuenta el sentido común. Hay ciertos detalles que es importante conocer.

Pero ¿de qué manera pueden afectar estos antibióticos al pene? ¿Qué otras contraindicaciones deberíamos tener en cuenta a la hora de tomar determinados productos?

Te lo contamos.

El problema del Augmentine

Esta bomba para recuperarnos de ese cuerpo escombro que se nos queda en la época de virus es uno de los antibióticos utilizados frecuentemente para combatir la gripe y el catarro. Según explican algunos expertos, su composición lleva letra pequeña. Entre sus efectos secundarios está alterar la flora de nuestros órganos reproductores y debilitarla. Esta desprotección temporal puede ser aprovechada por el hongo cándida para hacer su casa en la vagina y el pene y hacernos la vida un poco más difícil.

“Las bacterias protectoras disminuyan y que la cándida aumente, produciendo la infección”, explican desde una conocida web de salud reproductiva. “Es más común en pacientes no circuncidados, obesos, con malos hábitos higiénicos, con toma previa de antibióticos o con cualquiera alteración del sistema inmune”.

Existen distintas clasificaciones del hongo según afecte a unas zonas y a otras. En los hombres, por ejemplo, no se limita solamente al pene. También puede manifestarse en zonas como la boca, la barba o los pies. Si la cándida afecta exclusivamente a la zona de los genitales (prepucio y glande), estaríamos hablando de balanitis candidiásica, que es el término que los urólogos utilizan para referirse a esa zona cuando se infecta o inflama y muestra alguno de los síntomas más típicos, a saber: ardor o picor al orinar, glande hinchado con ‘pápulas’ de un color rojo encendido o placas blancas y un prepucio que desprende mal olor por la secreciones irregulares que se acumulan bajo la piel.

Fármacos e impotencia

En ningún caso debemos dejar de tomar por propia voluntad un medicamento prescrito por un profesional de la salud, pero es importante que tengamos en cuenta cómo podrían afectar algunos tratamientos a la potencia sexual de los hombres y a la libido. Siempre será mejor tener la información y valorarla que vivir en la ignorancia y encontrarse de pronto con las peores sorpresas: un pene que no está en su mejor momento y no sabemos por qué. Luego llegan los dramas. 

Determinados fármacos que se prescriben para controlar la tensión alta y los accidentes cerebrovasculares (ictus) han demostrado tener cierta relación con la disfunción eréctil, y desde luego no es el único grupo de medicinas que guardan relación con este problema. Algunos antidepresivos, fármacos para combatir la enfermedad de Parkinson, antihistamínicos, medicamentos quimioterapéuticos, analgésicos y tratamientos hormonales, entre otros, podrían afectar de alguna forma al desempeño sexual. 

Por eso es importante informarse adecuadamente y ponerse en manos de profesionales que nos acompañen en el proceso y puedan resolver cualquier duda que tengamos sobre el medicamento en cuestión.