¿Por qué la Alhambra y Petra son monumentos hermanados?
El hermanamiento de ambas ciudades tiene como objetivo su conservación y la promoción cultural mutua
Ambos monumentos tienen varias similitudes significativas
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La Alhambra, en Granada y Petra, en Jordania, son dos de los sitios patrimoniales más fascinantes del mundo. Ambos monumentos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y ahora, además, desde 2024 están unidos no solo por su majestuosidad y legado histórico, si también por su hermanamiento oficial.
El hermanamiento entre monumentos es una práctica bastante común que busca crear lazos de cooperación cultural, histórica y turística entre lugares que tienen relevancia mundial, como es el caso de La Alhambra y Petra. Tiene como objetivo fomentar el intercambio de conocimientos, el desarrollo sostenible y la promoción mutua.
En este caso, el hermanamiento de ambos monumentos viene dado por las similitudes arquitectónicas, el uso del agua como elemento esencial y el contexto histórico de ambas ciudades.
La Alhambra es una joya de la arquitectura islámica situada en lo alto de la colina Al-Sabika, llamada así por los andalusíes. Esta fue construida durante el siglo XIII bajo la dinastía nazarí, esta ciudad palatina es una combinación de palacios, jardines y fortificaciones en un conjunto que ha sido admirado siempre por su diseño sofisticado. La Alhambra es famosa por su uso del agua, que fluye continuamente a través de fuentes, estanques y canales, simbolizando la pureza y la eternidad.
Uno de los elementos que más destaca en La Alhambra es su decoración interior. Los arabescos, las inscripciones poéticas y las celosías talladas en madera o yeso son una excelente muestra del arte islámico. El Patio de los Leones y la Sala de los Abencerrajes son ejemplos icónicos de la maestría arquitectónica que representa este monumento.
Por otro lado, Petra, es una antigua ciudad nabatea esculpida en roca arenisca roja en el desierto de Jordania. Fue fundada alrededor del siglo VI a.C y se convirtió en un importante enclave comercial, ya que conectaba las rutas de Arabia, Egipto y Siria. Esta ciudad es famosa por su entrada monumental conocida como el Tesoro, Al-Khazneh, y alberga cientos de tumbas, templos y estructuras excavadas en la roca.
Al igual que La Alhambra, hay que destacar el sistema de gestión del agua en Petra. Los nabateos consiguieron desarrollar un complejo sistema de canales, cisternas y represas que garantizaban el abastecimiento hídrico de la ciudad, algo de vital importancia ya que se encuentra en una región bastante árida. Este enfoque innovador para manejar estos recursos limitados comparte bastantes paralelismos con el monumento granadino.
Este hermanamiento se basa en varias similitudes significativas entre la Alhambra y Petra, como son el anteriormente mencionado uso del agua, ya que en ambas ciudades era un elemento esencial. Por otro lado, hay que destacar la ingeniería avanzada de ambos monumentos, ambos también relacionados con el agua. En la Alhambra destaca el sofisticado sistema de acequias y canales, y en Petra, su gestión hídrica se considera una auténtica obra maestra de la ingeniería antigua.
Por último, también las relaciona su ornamentación, a pesar de que las técnicas utilizadas difieren, ambas ciudades muestran un uso decorativo de la arquitectura que revela la riqueza cultural de sus constructores.
El hermanamiento entre los dos monumentos no solo es para celebrar estas similitudes, se hace para establecer un compromiso para la preservación conjunta del patrimonio. A ambos monumentos les afectan el cambio climático, la erosión y los desafíos ambientales, además del turismo masivo, el cual requiere de medidas para poder proteger estos monumentos Patrimonio de la Humanidad. En el caso de la Alhambra, ya se están tomando medidas haciendo que exista un límite de visitantes diarios y con sistemas de reservas más avanzadas. Petra, sin embargo, está trabajando para mejorar la infraestructura para equilibrar el acceso con la protección del lugar.
Además, con esta iniciativa se impulsa la promoción cultural mutua. Los visitantes de la Alhambra pueden descubrir exposiciones sobre Petra y viceversa. Algo que fomenta el turismo cultural y valora la riqueza del patrimonio mundial.
Aunque la Alhambra y Petra representan dos civilizaciones distintas, están unidas por la grandeza arquitectónica y la inteligente gestión de los recursos existentes. Este hermanamiento es un recordatorio de la importancia de preservar el legado histórico para futuras generaciones. También, destaca cómo la cooperación internacional puede fortalecer la conservación de patrimonio, algo de vital importancia para asegurar que continúen en condiciones óptimas generación tras generación.