Elizabeth Taylor: el drama que escondían los ojos más bonitos del mundo
Recordamos la vida, películas y curiosidades de la legendaria actriz de Hollywood
La mutación que produjo sus "ojos violeta" se relaciona con los problemas de corazón que le causaron la muerte
De niña prodigio a estrella con tres Óscars, batió récord de maridos con un gran amor: Richard Burton
MadridUn 23 de marzo, hace doce años, fallecía Elizabeth Taylor, con 79 años, debido a diversos problemas de insuficiencia cardíaca. La última gran diva de Hollywood tuvo un enorme talento artístico que le dio tres Óscars y una vida de película llena de romances, siete maridos, un gran amor, una pasión por las joyas, un compromiso con las causas benéficas y una frágil salud que siempre la amenazó.
El secreto de sus ojos: un regalo "envenenado" del destino
Tres cosas sorprendían a los que coincidían con Elizabeth Taylor en persona: lo bien que olía -no salía de casa sin perfumarse-, su baja estatura (1.57 cm) para ser una estrella y sus ya míticos ojos color "violeta". Fueran violeta o no, nadie pone en duda que sus ojos son los más bonitos o especiales que ha tenido nunca Hollywood.
Su belleza inusual tiene una explicación científica. Lo cierto es que eran fruto de una deformación natural, una mutación en el gen FOXC2 que le hacía tener una doble fila de pestañas, lo que le daba su inigualable mirada y ese profundo tono azulado, que unido a su cabello negro debía producir el efecto 'violeta'.
El actor Roddy McDowall contó que en el primer día de rodaje de Lassie, los productores la miraron y dijeron: "quiten a esa niña del set, tiene mucho maquillaje, mucha máscara en los ojos". Pero Elizabeth Taylor contestó: "¡no es maquillaje, soy yo!".
La mutación que otorgó a Taylor sus dobles pestañas es una especie de regalo "envenenado" de destino, ya que también pudo haber contribuido a su historial de problemas del corazón que, sumado a una salud debilitada, le provocarían la muerte el 23 de marzo de 2011.
A menudo las pestañas supranumerarias pueden crecer hacia dentro dañando la córnea y algunas personas que tienen esa mutación sufren de problemas cardíacos congénitos.
Niña prodigio con 11 años
Aunque Liz nació en Londres, sus padres eran americanos y muy pronto se trasladaron a Los Ángeles donde su madre intentó que la niña llegara a ser una estrella de Hollywood, llevándola a todos los castings.
Su aspecto de niña angelical y precoz talento para la interpretación la llevó a hacer su primera película con solo 9 años, There's one born every minute (1942), y con 11, otras dos cintas inolvidables, Alma rebelde (1943), y Lassie: La cAlma rebeldeLassie:Laadena invisible
Ganadora de tres Óscars
Al año siguiente (1944), Liz se convirtió ya en una estrella en Fuego de juventud, Fuego de juventud película premiada con dos Óscars. Una carrera imparable que la llevó a participar en 80 películas, entre las que estaban las que le dieron dos premios de la Academia: Una mujer marcada (1960)Una mujer marcada y Quién teme a Virginia Wolf (1966)Quién teme a Virginia Wolf. Su tercer Óscar fue el premio humanitario que ganó en 1994.
Su interpretación más importante y la que marcó su vida personal y profesional le llegó con 32 años, cuando protagonizó Cleopatra (1963). Durante el rodaje descubrió a Richard Burton, el gran amor de su vida. Otros de sus trabajos más recordados son La gata sobre el tejado de zinc o De repente, el último verano.
Su rivalidad con Marilyn Monroe
Compartían un poder de atracción único, lo que las convirtió en "eternas rivales" para los medios, pese a que su físico, su vida y trayectorias fueron muy diferentes. Liz siempre cobró mucho más como actriz que Marylin. La "rubia" vivió con la etiqueta de sexy y algo superficial, mientras que la estrella de "ojos violeta" fue reconocida por una belleza más inocente y talento más profundo frente a las cámaras.
En los corrillos de la época se comentaba que Marilyn odiaba a Liz, porque la industria la respetaba más, mientras que otros negaban que sintiera envidia por ella, sino que la admiraba y respetaba como artista.
Primer romance con 12 años y récord de maridos
Según la última y polémica biografía de Darwin Porter y Danforth Prince sobre Elizabeth Taylor, la actriz tuvo su primera relación sentimental con sólo 12 años, con el actor y director John Derek, aunque fue con Peter Lawford con quien se dice que perdió la virginidad.
Se casó ocho veces, dos de ellas con su gran amor Richard Burton, lo que le otorga el récord en Hollywood en número de maridos, igualada sólo por Zsa Zsa Gabor.
Con 17 años dio su primer "sí, quiero" a Conrad 'Nicky' Hilton. Un matrimonio que solo duró nueve meses por el "juego, la bebida y carácter abusivo" del heredero de la cadena de hoteles.
Su segundo marido fue Michael Wilding, 20 años mayor que ella, con quien tuvo dos hijos. Su tercer esposo, el productor de cine Mike Todd, murió en un trágico accidente de avión apenas un año después de una exótica boda en Acapulco. Taylor se referiría a él más tarde como uno de los tres amores de su vida, junto con Burton y las joyas.
Después vinieron Eddie Fisher y Richard Burton; más tarde, John Warner, que la condujo a la depresión y al alcohol, y finalmente un obrero de la construcción llamado Larry Fortensky con quien estuvo 5 años.
Richard Burton, el tormentoso gran amor de su vida
Tuvieron un flechazo en el rodaje de Cleopatra (1962) y se casaron dos veces (1964 y 1975) con sus correspondientes procesos turbulentos de divorcio.
La primera boda tuvo lugar sólo una semana después de que la actriz se divorciara de su anterior marido. Se separaron en 1974 pero volvieron a 'pasar por el altar' en 1975, en un segundo matrimonio que duró 7 semanas.
Burton y Taylor tenían grandes discusiones que acababan con caros regalos por parte de Burton, casi siempre joyas, como relataban los medios de la época de sus famosas y esperadas reconciliaciones.
Fama de 'robamaridos': el escándalo con su mejor amiga
Liz Taylor fue protagonista de unos de los escándalos sentimentales más sonados de la historia del cine.
Tras la muerte en accidente de avión de Michael Wilding, el segundo marido de Liz, su amiga Debbie le pidió a su marido, Eddie Fisher que fuera su paño de lágrimas. Fisher empezó consolando a Taylor, pero terminó enamorándose de ella. Debbie confirmó la infidelidad cuando llamó a Liz al Plaza Hotel de Nueva York, haciéndose pasar por la secretaria de Dean Martin. Su esposo contestó el teléfono y escuchó de fondo la voz de Taylor que preguntó: "¿Quién llama, querido?".
La actriz se casó con el marido de su mejor amiga, pero más tarde éstas se reconciliaron y volvieron a ser íntimas.
Agitada vida sexual desde los 15 años
Se dice que con solo 15 años Liz Taylor tuvo romances con Ronald Reagan y John F. Kennedy, y más tarde con Marlon Brando, Montgomery Clift, Raniero de Mónaco, Tony Curtis, Paul Newman y Frank Sinatra, de quien se publicó que quedó embarazada y el cantante la obligó a abortar.
Su obsesión por las joyas desde joven
Liz Taylor era dueña de una de las mayores colecciones de joyas del mundo. Su afición por la alta joyería comenzó cuando conoció a Burton, que le regaló carísimas piezas como el diamante amarillo Krupp y la Perla Peregrina, del siglo XVI, perteneciente a la Corona española y vendido por 11,8 millones de dólares.
Después de su muerte, su colección fue valorada en 100 millones de euros y se subastó en la casa Christie de Nueva York, en parte para recaudar fondos contra el SIDA, como dejó dicho la actriz en sus memorias.
"Mi madre dice que no abrí los ojos hasta ocho días después de nacer, y que cuando lo hice fue para engancharme a su anillo de casada", contaba la propia Liz. También dijo que "nunca podrás encontrar consuelo en un diamante, ni tampoco los diamantes te arroparán por las noches, pero son espectaculares cuando brilla el sol".
Una mujer comprometida en la lucha contra el SIDA
A largo de su vida llevó a cabo multitud de acciones benéficas, en especial en la lucha contra el SIDA, y en un momento en el que las estrellas de Hollywood no estaban tan comprometidas.
También apoyó un programa de alimentación para personas con enfermedades terminales, y otra en defensa de los animales.
Su mala salud le acompañó toda su vida hasta su muerte
Su mala salud le acompañó toda su vida hasta su muerte
Los últimos años de su vida, hasta su muerte en 2011, estuvieron marcados por las adicciones y continuos problemas de salud.
Fue hospitalizada más de 70 veces y tuvo al menos 20 operaciones. La obesidad también fue un problema para ella, teniendo en cuenta que vivía de su imagen y que solo medía 1.57 cm, ganando y perdiendo gran cantidad de peso en poco tiempo.
Su adicción al tabaco que cogió desde los 20 años también fue una amenaza para ella, que siempre temió desarrollar cáncer de pulmón. Sus otras adicciones al alcohol y diversas drogas le llevó a estar ingresada varias veces.
Se rompió la espalda cinco veces, tuvo dos reemplazos de caderas, tenía una histerectomía, sufría de disentería y flebitis, tuvo una perforación en su esófago, sobrevivió a un benigno tumor cerebral y al cáncer de piel. También tuvo dos ataques de neumonía que pusieron en peligro su vida. En 1983 admitió haber sido adicta a las pastillas para dormir y a los analgésicos durante 35 años.
En 2011, arrastrando ya una insuficiencia cardiaca, fue ingresada en un hospital de Los Ángeles para un tratamiento, donde permaneció hasta su muerte en 2011 con 79 años, rodeada de sus cuatro hijos. La actriz también dejó una decena de nietos y cuatro bisnietos.
Cuatro hijos y una fortuna de 1.000 millones de dólares
Dejó una fortuna de más de 1.000 millones de dólares en cuentas corrientes, propiedades y joyas, siendo una de las 14 mujeres en el mundo que lograron amasar esa cantidad por méritos propios.
Sus principales herederos fueron sus cuatro hijos, los dos que tuvo con el actor Michael Wilding -Michael y Chritopher-; Elizabeth, una hija fruto de su matrimonio con Michael Todd, y Mary, adoptada durante su etapa con Richard Burton. Se repartieron, entre otras pertenencias, las residencias que dejó la actriz, su mansión de Bel-Air, una residencia de verano en el desierto californiano de Palm Springs y otra en Londres, su ciudad natal.