Qué infecciones transmite tu mascota y cómo evitarlas

  • Las mascotas nos pueden infectar a través de la saliva o las heces

  • Es importante saber cómo actuar en caso de una mordedura de un animal

Al igual que los seres humanos, nuestras mascotas también tienen gérmenes, como virus y bacterias que pueden llegar a transmitir a los humanos e infactarlos. Por ellos, los expertos recomiendan conocer cuáles son y cómo hay que actuar para evitarlas.

Las enfermedades más habituales de las mascotas suelen ser el moquillo o el parvovirus canino, que no pueden ser trasmitidas a los humanos, pero hay otras que sí pueden hacerlo. Normalmente se suelen desarrollar estas enfermedades cuando entramos en contacto directo con la saliva, el excremento o la caspa del animal, o bien cuando recibimos una mordedura o arañazo. Dependiendo del tipo de mascota, las más comunes, según diferentes webs especializadas, pueden ser:

Perros y gatos

  • Enfermedad por arañazo de gato. Ocurre cuando el animal está infectado por la bacteria Bartonella henselae. Genera síntomas como inflamación de los ganglios linfáticos, fiebre y dolor de cabeza. Suele remitir sin necesidad de ningún tratamiento, aunque en ocasiones puede complicarse y necesitar antibiótico.
  • Infección por la bacteria Campylobacter, que provoca diarrea, dolor abdominal y fiebre. Esta bacteria puede estar presente en el tubo digestivo de perros y gatos, pero también de algunos animales de granja, hámsters y aves. Se puede contraer si se entra en contacto con agua contaminada, heces o carne medio cruda. Es contagiosa por lo que es importante tratarla para evitar que se propague a más gente de tu alrededor.
  • Rabia. Esta enfermedad ya tiene un caracter más grave, y se genera por un virus a través de una mordedura o una herida contaminada por un animal que esté infectado.
  • Fiebre maculosa de las montañas rocosas. Se trasmite por las garrapatas que algunos animales tienen, y que están infectadas con la bacteria Rickettsia ricketsii. Provoca fiebre, dolores musculares y erupciones que se extienden por las extremidades. Se trata con antibióticos.
  • Toxocariasis. La provoca la lombriz parasitaria Toxocara, que se encuentra en los intestinos de los perros y los gatos, y que pueden contaminar a través de sus heces los lugares donde se depositen. Los infectados tendrán fiebre, tos e inflamación de ganglios linfáticos. Se suelen curar sin tratamiento, aunque el médico puede recetar antibiótico para matar las larvas.

Anfibios y reptiles

  • Salmonelosis. Tanto los reptiles como los anfibios contienen en sus heces la bacteria Salmonella, que al entrar en contacto con los humanos puede provocar dolor abdominal, vómitos, diarrea y fiebre.

Aves

  • Criptococosis. Cuando una persona inhala organismos en los excrementos de un ave, expecialmente de las palomas, puede llegar a provocar una neumonía.
  • Psitacosis o fiebre del loro. Al igual que la anterior, se contrae al entrar en contacto con las heces de aves infectadas. Sus síntomas son tos, fiebre y dolor de cabeza, y tiene que ser tratada con antibióticos.

Roedores

  • Coriomeningitis linfocítica. Los seres humanos pueden contagiarse al inhalar particulas de las heces, orina o saliva de los roedores como ratones o hámster. Puede provocar fiebre, fatiga, vómitos, y desencadenar en afecciones peores como una meningitis o encefalitis.

Cómo actuar ante una mordedura o arañazo

Como hemos visto, las mordeduras o arañazos de nuestra mascota pueden derivar en complicaciones e incluso provocarnos una enfermedad. Por ello, es necesario saber cómo actuar en estos casos, también sobre todo para los más pequeños, que son más vulnerables.

Si la herida sangra, hay que aplicar presión con una gasa hasta que deje de hacerlo. Si no, hay que proceder a limpiarla con agua y jabón. Tras limpiarla, puedes aplicar una pomada antibiótica y taparla con otra gasa limpia.

Es importante acudir al médico si la mordedura ha perforado la piel, sobre todo en los niños, para que evalúe si necesita un tratamiento específico. Las zonas más complicadas son la cara, manos y pies, ya que suelen infectarse con más facilidad.