El Banco Santander anuncia un ERE: despedirá 3.700 trabajadores y suprimirá 1.150 oficinas

  • Se debe a la duplicación del número de las oficinas tras adquirir Banco Popular

  • El jueves 16 de mayo el Banco Santander explicará los motivos de la decisión

Banco Santander ha informado a los sindicatos su intención de llevar a cabo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que suprimirá 3.700 empleos y 1.150 oficinas. Esto se debe al incremento del número de oficinas tras adquirir Banco Popular y con el objetivo de abordar los retos de la transformación digital.

Este martes se ha celebrado la segunda reunión del ERE, en la que se ha planteado la composición de la comisión representativa por parte de la representación de los trabajadores y en la que el banco ha manifestado su intención de suprimir 1.150 oficinas y prescindir de algo más de 3.700 puestos de trabajo.

Este jueves 16 de mayo se celebrará la próxima reunión, en la que la dirección del Santander presentará la memoria explicativa que justifica esta reordenación.

Durante la primera reunión, que tuvo lugar la semana pasada, la dirección del banco trasladó que el procedimiento se articulará siguiendo el artículo 12 del convenio colectivo de banca, que recoge los criterios y procedimientos en procesos de reordenación a través de medidas de flexibilidad interna y acuerdos negociados con los sindicatos.

El objetivo de los sindicatos: rebajar las cifras

Durante el encuentro también se ha fijado la composición de la comisión representativa por parte de la representación de los trabajadores, en la que CC.OO. contará con cinco integrantes del total de trece.

El sindicato mayoritario considera que la cifra de puestos de trabajo que la dirección pretende suprimir está "sobredimensionada" y es "altamente preocupante", a la vez que ha advertido del riesgo de exclusión financiera que puede provocar dicho cierre de oficinas.

Por ello, su primer objetivo será tratar de reducir las cifras planteadas por el banco. Además, CC.OO. exigirá en la negociación, que se abre a partir de este martes, que el Santander renuncie a cualquier tipo de medidas de naturaleza traumática, primando la voluntariedad en las adscripciones con una dotación suficiente de recursos para ello.

Asimismo, insistirá en que no se planteen condiciones diferentes a las ya negociadas en el pasado en el centro corporativo o en servicios centrales y pedirá que se exploren posibles recolocaciones en el perímetro del grupo para "destruir el menor empleo posible" e invertir en la empleabilidad de la plantilla del banco para que afronte con éxito "los desafíos de la transformación digital".