{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Hace falta tener mucha energía para verse capaz de cambiar el mundo. Pero justo eso era lo que quería hacer Carlota Pi Amorós, la presidenta y cofundadora de la empresa eléctrica Holaluz, que este lunes recibirá el premio de la Fundación Rei Jaume I al Emprendedor 2019. Este reconocimiento le llega nueve años después de haber creado junto a Oriol Vila y Ferran Nogué esta compañía de energía 100% renovable. El lunes le entregan el premio y el viernes está previsto que Holaluz salga a bolsa.
Los tres ingenieros, compañeros de MBA en IESE Business School y con experiencia en el sector eléctrico decidieron montar una compañía con un propósito único y trascendente: hacer el bien en el mundo contribuyendo a convertirlo en un lugar 100% renovable. Así lo explica Carlota en la presentación de la Fundación para dar a conocer a los premiados, en el que recuerda cómo empezaron conectando a la gente a la energía verde.
El experimento funcionó porque en este tiempo han conseguido arrebatar 210.000 clientes a las grandes operadoras eléctricas. No sólo eso, cerca de la mitad de los 500 nuevos interesados que se ponen en contacto con la empresa cada día vienen recomendados por alguien que ya recibe su electricidad a través de Holaluz. “Es un indicador de que hacemos las cosas bien, a la gente le encaja nuestra visión del mundo”, enfatiza Carlota.
startupEsta barcelonesa, de 43 años y madre de tres hijos, comenzó a trabajar en el sector energético en Alemania en RWE Power, pasó por Nexus Energía y abandonó las empresas para situarse como consultora en 2008. Toda esa experiencia le valió para conocer la realidad que estaba dispuesta a cambiar. Y lo hizo desde el principio, transformando por completo el funcionamiento actual de las grandes eléctricas.
Holaluz decidió alejarse del modelo de generación de electricidad en grandes centros de producción, con solo un 20% de renovables. En su lugar, optaron por un sistema que combina una producción centralizada renovable con una que se realiza justo en el punto de consumo con energía 100% verde. La primera parte la consiguen comprando electricidad directamente a productores 100% renovables e independientes y alquilando la red de transporte y distribución. La segunda con instalaciones de autoconsumo solar, una actividad en la que ya lideran el mercado.
Los cambios, aunque cruciales, no se quedan ahí. Esta emprendedora presume de detalles tan importantes como que las facturas de luz de su compañía se entienden, las quejas de sus clientes se atienden, del ahorro económico que consiguen y de productos basados en la confianza de que sus usuarios no malgastarán electricidad.
La historia de la compañía recoge éxitos como haber sido la ganadora de la subasta que organizó la OCU en 2013 para conseguir mejores tarifas para más de 22.000 clientes. También incluye el acuerdo con Tesla para ser la comercializadora en España de sus baterías de autoconsumo y el contrato para suministrar electricidad 100% renovable al Ayuntamiento de Madrid, ambos logros conseguidos el pasado año.
La empresa, con sede en Barcelona y 190 trabajadores, afronta esta semana otro de los retos que marcará su futuro: la salida a bolsa tras ampliar su capital en 30 millones de euros. La compañía, valorada en 160 millones de euros, empezará a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) el próximo viernes, 29 de noviembre.
Dice la fundadora que a sus socios inversores solo les ha pedido que compartan tres ideas:
No podría ser de otra forma atendiendo a la habilidad que esta emprendedora premiada destaca por encima de todas las demás: "sueña en grande”.