Denunciar llamadas comerciales: qué hacer si te siguen llamando tras la entrada en vigor de la nueva ley

Se pretende acabar con una práctica cada vez más común: la suplantación de identidad mediante llamadas que simulan ser de confianza
Además, se refuerza la vigilancia sobre el envío de SMS, ya que muchos fraudes actuales comienzan con mensajes
A partir del sábado 7 de junio de 2025, las llamadas comerciales desde móviles en España quedarán completamente prohibidas. Esta decisión forma parte de un plan más amplio del Gobierno para frenar las estafas telefónicas y el fraude a través de SMS, un problema creciente que afecta tanto a usuarios particulares como a empresas.
La medida está incluida en la Orden TDF/149/2025 del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, publicada en febrero, y pretende acabar con una práctica cada vez más común: la suplantación de identidad mediante llamadas que simulan ser de confianza, usando números de móvil nacionales para ganarse la atención o la confianza del receptor.
Una respuesta necesaria ante un volumen creciente de llamadas
Los últimos estudios señalan que en España se realizan más de 4 millones de llamadas comerciales al día. Según datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), un gran porcentaje de los intentos de fraude telefónico comienza con una llamada de número móvil que oculta intenciones comerciales o, en casos más graves, de suplantación para obtener información personal o bancaria.
En 2023, más del 40 % de los usuarios españoles afirmó haber recibido al menos una llamada sospechosa desde un número móvil en la última semana, y un 18 % reconoció haber respondido creyendo que se trataba de una llamada personal o de una empresa de confianza. Esta situación ha motivado al Ejecutivo a tomar medidas más estrictas que van más allá de la simple regulación del marketing telefónico.
También se quiere acabar con la suplantación de identidad
El Gobierno justifica la medida como una herramienta clave para limitar el uso fraudulento de numeraciones móviles por parte de estafadores que intentan suplantar identidades. Estas prácticas no solo comprometen la seguridad de los usuarios, sino que también erosionan la confianza en las telecomunicaciones.
Desde este sábado, las llamadas comerciales deberán realizarse únicamente desde números especialmente designados para este fin. Es decir, las empresas tendrán que usar numeraciones geográficas (como las que comienzan por 91 o 93) o los rangos 800 y 900, que además son gratuitos para el receptor. También se permitirán líneas comerciales reconocidas, como el 1004 de Telefónica.
¿Qué cambia para las operadoras?
Los operadores de telefonía también están obligados a actuar. A partir del mismo 7 de junio, deberán bloquear todas las llamadas y SMS comerciales provenientes de números móviles, además de aquellas que simulen proceder de España pero que realmente tienen origen internacional. Esta práctica, conocida como spoofing, ha sido usada de forma creciente para generar confianza en los destinatarios y facilitar fraudes.
Según fuentes del sector, este tipo de suplantaciones afectan diariamente a miles de personas. Telefónica, una de las principales operadoras en España, ya aplica desde marzo un sistema de bloqueo que filtra mensajes y llamadas que no provienen de numeración asignada o válida, incluidos prefijos no adjudicados como los que empiezan por 3 o 4.
El objetivo es impedir que números no registrados en ninguna base operativa puedan emitir llamadas o SMS, una técnica habitual en los fraudes organizados.
Tiempo de adaptación para las empresas
Desde la publicación de la orden en febrero, las compañías han tenido un plazo razonable para ajustar sus sistemas de comunicación. La decisión de implementar la medida con cierto margen se tomó para permitir que empresas legítimas que todavía usan líneas móviles para contactar a clientes puedan migrar a numeraciones apropiadas.
No se trata únicamente de evitar el fraude, sino también de poner fin a una práctica molesta para los consumidores. Muchos usuarios se sienten invadidos cuando reciben llamadas comerciales desde móviles, ya que se confunden con comunicaciones personales o de urgencia.
A partir de ahora, cualquier empresa que continúe realizando este tipo de llamadas desde un móvil podría enfrentarse a sanciones, además de ver su imagen afectada por incumplir una norma clara que busca proteger a la ciudadanía.
Llamadas y SMS, bajo control
Otra parte del plan del Gobierno ya está en vigor desde marzo: la obligación de que los números 800 y 900, que antes solo podían recibir llamadas, también puedan emitirlas. Esto permite crear un ecosistema más controlado y verificable de numeraciones comerciales, evitando así que el consumidor reciba comunicaciones desde orígenes no identificables.
Además, se refuerza la vigilancia sobre el envío de SMS, ya que muchos fraudes actuales comienzan con mensajes que contienen enlaces maliciosos o peticiones de datos personales. A través de este nuevo marco normativo, se busca que solo puedan enviar SMS los operadores y servicios que estén registrados y autorizados.
Lo que el usuario debe saber
Si a partir del 7 de junio recibes una llamada comercial desde un número móvil, lo más probable es que esa llamada esté incumpliendo la ley. La recomendación es clara: no proporciones datos, cuelga y, si es posible, denuncia la situación ante la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones o a través de tu operador.