Salud mental

Cuánto te cuesta realmente ir al psicólogo en España: opciones públicas, privadas y ayudas disponibles en 2025

La importancia de ir al psicólogo cuando de verdad hacer falta. Getty Images
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“Si necesitas ayuda, búscala”. Una frase que parece sencilla, pero lo cierto es que, en España, poder ir a un psicólogo no siempre lo es. La falta de recursos en la sanidad pública, las listas de espera y el coste de la atención privada han convertido la salud mental en un lujo inaccesible para muchos. En 2025, un momento en el que los problemas emocionales y de ansiedad crecen, entender cuánto cuesta realmente acudir a terapia, y cuáles son las opciones existentes para hacerlo más asequible, es más urgente que nunca.

La opción pública: gratuita pero con cuellos de botella

En teoría, el Sistema Nacional de Salud incluye la atención a la salud mental. En la práctica, la psicología clínica es un bien escaso. La ratio actual en España es de apenas seis psicólogos por cada 100.000 habitantes, muy lejos de la media europea. Esta carencia tiene consecuencias, como indican datos recientes, el 37% de los pacientes con problemas de salud mental en la sanidad pública son atendidos únicamente por su médico de cabecera, sin llegar a ver a un psicólogo ni a un psiquiatra.

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En comunidades como Madrid existen Centros de Salud Mental donde la atención psicológica es gratuita, pero solo tras derivación del médico de cabecera y con listas de espera que, en ocasiones, superan los tres meses.

El Gobierno ha aprobado un Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 para reforzar plantillas y recursos, pero los efectos de estas medidas tardarán en notarse. Hasta entonces, la vía pública sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda creciente.

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El mercado privado: entre 45 y 90 euros por sesión

La mayoría de quienes buscan atención psicológica acaban recurriendo al ámbito privado, donde la oferta es amplia pero también cara.

Los expertos sitúan el precio medio en 51 euros por hora, con variaciones por comunidad, como indica que en Andalucía su precio ronda los 45€, mientras que en Baleares se acerca a los 62€.

En Madrid, centros privados anuncian tarifas de entre 50 y 90 € por sesión individual. En Valencia, el psicólogo Ignacio Cervera detalla precios de 79,90€ por sesión individual y 90€ en terapia de pareja. En Barcelona, el Centre Psicològic Pàdua fija sus sesiones en 75€.

Algunos profesionales ofrecen descuentos si se contratan bonos de varias sesiones, con rebajas de hasta un 15%. También la terapia online puede abaratar ligeramente los precios, aunque no siempre.

En la práctica, esto significa que acudir semanalmente a terapia puede suponer un gasto de entre 200 y 350 euros al mes para un paciente medio. Un coste elevado para la mayoría de bolsillos.

Otra alternativa son los seguros médicos privados, que en muchos casos incluyen atención psicológica durante un número determinado de sesiones. Por ejemplo, varios seguros de Sanitas incluyen asistencia psicológica para un máximo de 20 sesiones, tanto de forma presencial, como a a través de videollamada, sin coste adicional, más allá de los posibles copagos asociados a cada servicio, que dependen de cada asegurado.

Alternativas y ayudas disponibles

Aunque no existe una ayuda estatal generalizada que subvencione la atención psicológica, sí hay recursos a los que se puede recurrir en caso de necesidad. El primero serían las clínicas universitarias, ya que las facultades de Psicología de muchas universidades ofrecen terapia a precios reducidos, al estar atendidas por estudiantes avanzados bajo la supervisión de profesores.

También existe la alternativa de recurrir a la ayuda de distintas ONGs y fundaciones, ya que organizaciones como Cruz Roja o asociaciones de salud mental ofrecen programas gratuitos o de bajo coste en distintas comunidades. A esto hay que añadir que existen algunos Colegios Oficiales de Psicólogos que disponen de servicios sociales o convenios para atender a población vulnerable con tarifas más bajas.

Es importante cerciorarse de la disponibilidad de programas autonómicos, ya que ciertas comunidades han creado planes específicos de atención psicológica gratuita o subvencionada, como la Comunitat Valenciana, que ha lanzado un servicio de psicólogos gratuitos en centros de salud para menores y jóvenes, y que continúa ampliándose.

En definitiva, lo primero que se debe saber es que en España, en pleno 2025, ir al psicólogo puede costar cero euros… o varios cientos cada mes, según la vía que se elija. El sistema público ofrece gratuidad pero está desbordado y hay largos periodos de espera; el privado garantiza inmediatez pero implica meterse de lleno en un gasto significativo. Entre estos dos extremos hay ciertas oportunidades que conviene explorar en caso de necesidad.

La salud mental no debería depender del bolsillo, pero hoy por hoy la barrera económica sigue siendo real. La buena noticia es que existen caminos intermedios: informarse bien de las opciones locales, aprovechar programas universitarios o asociativos, y planificar la frecuencia de las sesiones puede marcar la diferencia entre renunciar a la terapia y poder sostenerla.