La OCU ha hecho una importante advertencia sobre la contratación de personas para la limpieza y desarrollo de las tareas domésticas
¿Cómo se calcula su retribución y cuáles son los límites legales establecidos?
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La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que el salario de un empleado o empleada doméstica no puede estar por debajo de ciertos valores mínimos. Y si bien hay reglas generales, existen diferencias clave dependiendo del tipo de contrato y la duración del servicio a lo largo del año.
El salario de una persona dedicada a la limpieza del hogar está regulado dentro del llamado Sistema Especial de Empleados del Hogar. Este sistema establece pautas claras en función de si el trabajador o trabajadora presta servicios por debajo o por encima de los 120 días al año en el domicilio del empleador.
Por lo tanto, a la hora de planificar el coste de contratar a alguien para tareas domésticas, es fundamental conocer estas diferencias para ajustarse a la normativa y garantizar un pago justo y legal.
El trabajo doméstico por horas: menos de 120 días al año
Cuando una persona presta servicios de limpieza en una casa durante menos de 120 días al año, se considera que está trabajando por horas. Este tipo de contrato es frecuente en casos donde se requiere una limpieza puntual, de pocas veces al mes, o durante un periodo breve. La OCU indica que, desde el 1 de enero de 2025, el precio mínimo por hora en estos casos es de 9,26 euros por hora efectivamente trabajada.
Esta cifra no es solo una tarifa base, ya que incluye una serie de conceptos adicionales. En concreto, este importe ya contempla la parte proporcional correspondiente a las vacaciones retribuidas y las dos pagas extraordinarias completas.
De este modo, el empleador no necesita abonar nada extra en los meses en los que el empleado tome vacaciones o en los que, bajo otras condiciones laborales, se cobraría una paga adicional. Todo está prorrateado para simplificar el pago y asegurar el cumplimiento del mínimo legal.
Este salario mínimo por hora se aplica únicamente al tiempo efectivamente trabajado. No se computa el tiempo de desplazamiento, ni se descuentan descansos si el trabajo se ha pactado como por horas.
En este modelo de contratación, el empleador no está obligado a formalizar un contrato por escrito si el periodo de servicio no supera los límites establecidos, aunque siempre es recomendable dejar constancia de los acuerdos alcanzados. Tampoco no es necesario aplicar retenciones del IRPF al salario, siempre que el empleo no se dé en el marco de una actividad económica y se mantenga dentro del régimen doméstico establecido.
Jornada continuada: cuando se superan los 120 días al año
En situaciones donde el servicio de limpieza se presta de forma habitual y continuada, superando los 120 días al año, las condiciones salariales cambian. En estos casos, el empleado del hogar tiene derecho a percibir al menos el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Si la persona trabaja a jornada completa, es decir, 40 horas semanales, su salario mínimo debe ajustarse al SMI vigente. En 2025, este se establece en 16.576 euros anuales, repartidos en 14 pagas de 1.184 euros o, si se acuerda, en 12 pagas mensuales de 1.381,33 euros.
El coste de contratar a una persona para limpiar en casa más de 120 días al año no solo implica el pago del SMI o su parte proporcional, sino también el cumplimiento de otras condiciones laborales como la cotización a la Seguridad Social y el reconocimiento de los días de descanso y vacaciones.
La regularización de esta figura se ha vuelto más estricta en los últimos años para proteger los derechos de los empleados del hogar y garantizar un trato digno.
Qué pasa si la jornada es parcial
Si la persona contratada no trabaja a jornada completa, se debe aplicar una parte proporcional del SMI. Por ejemplo, si solo trabaja 20 horas semanales, se calcularía la mitad del salario mínimo anual o mensual.
Este cálculo debe acordarse entre ambas partes, y la cifra resultante nunca puede ser inferior al salario mínimo establecido. Cualquier retribución por debajo de ese umbral se considera ilegal, aunque el trabajador lo acepte voluntariamente.
Además, aunque el salario pueda dividirse en pagas mensuales más altas para incluir las pagas extras, es fundamental que estas condiciones estén claramente recogidas en el contrato. Esto garantiza transparencia y evita malentendidos o posibles reclamaciones futuras.
El coste de contratar a una persona que limpia en tu casa, por tanto, depende no solo de las horas trabajadas, sino también del tipo de relación laboral que se establezca. Saber distinguir entre un trabajo por horas y una jornada continuada es esencial para cumplir con la ley y ofrecer una retribución justa.
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