En la era del trabajo desde casa que nos hace más productivos, ¿quién paga el café, el gas o la luz?

  • El gobierno holandés ya da un bono covid de 363 euros a los funcionarios que teletrabajan

  • Holanda cree que los cambios los tienen que pagar los jefes

  • Un informe de Alares señala que los trabajadores están siendo más productivos

El 49,5% de las empresas ha notado un aumento de la productividad de sus trabajadores gracias al teletrabajo, según un informe realizado por Alares sobre teletrabajo y flexibilidad en tiempos de coronavirus. Del total de empresas encuestadas, el 56% ha implementado la modalidad de teletrabajo durante el confinamiento para toda la plantilla y el 41,67% lo ha implantado para una parte. El informe señala que el 28% de las empresas ha establecido procedimientos específicos para medir la productividad del trabajo en remoto y que un 35,6% ha mantenido los mismos resultados que antes del Estado de Alarma.

Por otro lado, el estudio remarca que existe una relación positiva entre flexibilidad y disminución del absentismo, según el 54,6% de las compañías encuestadas. Un 75,76% de las compañías ha establecido protocolos de comunicación para favorecer el contacto permanente con los equipos de trabajo, evitando así varios de los hándicaps de esta modalidad como pueden ser el aislamiento, la soledad o la disminución del sentimiento de pertenencia.

Del informe también se desprende que, a la hora de implementar el teletrabajo, el 28,2% ha dado preferencia a las personas que presentaban factores de riesgo frente al Covid, un 23% tuvo en cuenta a personas con menores en edad escolar, mientras que el 17,9% lo hacía con los empleados que tenían a cargo familiares dependientes o con discapacidad y un 14% cuando estos se ocupan de sus mayores.

Trabajar de forma remota requiere un escritorio, una silla, Internet y electricidad, y eso no cuenta las comodidades que se brindan en la oficina. Algunos países están explorando si los empleadores deberían cubrir estos "costos estructurales y continuos de trabajar desde casa". Y es Holanda, el mismo país que mira a España con desprecio, ha analizado de forme exhaustiva este tema. Los holandeses creen que deben pagarlo los jefes a razón de dos euros por día.

Eso está destinado a cubrir no solo el café, el té y el papel higiénico que se utilizan ahora en las horas de trabajo de forma mayor, sino también el gas, la electricidad y el agua adicionales, más los costos de depreciación de un escritorio y una silla, todos los elementos esenciales que nunca soñaría pagar. para en la oficina. Gabrielle Bettonville, de la institución de finanzas familiares NIBUD, que es financiada principalmente por el gobierno ha investigado los costes adicionales del trabajo remoto. Las autoridades holandesas ya han comenzado a aplicar la investigación del Nibud, y ofrecen desde marzo un bono covid-19 de 363 euros para los funcionarios que teletrabajen.

Los dos euros diarios que propone la institución holandesa son para un trabajador medio con costes medios, pero pueden ser ajustados dependiendo de medidas como las facturas de la calefacción y el agua o la capacidad de aislamiento del frío que tenga la casa del empleado. Pero no cubre los muebles nuevos, ordenadores, teléfonos u otros dispositivos que el Nibud asegura que también corren a cuenta del empleador si son necesarios para trabajar.

España ha obligado a los empleadores a pagar por el mantenimiento y el equipo de la oficina en el hogar; Alemania está debatiendo un proyecto de ley que consagra los derechos de los trabajadores a distancia; Francia ha aprobado una ley para que los empleados no tengan que atender el correo electrónico fuera del horario de trabajo; mientras que Gran Bretaña ha insinuado que podría permitir la deducción fiscal de ordenadores y otros equipos adquiridos para teletrabajar durante la pandemia.

El portavoz de la patronal de empresarios holandesa AWVN, Jannes van der Velde, ha asegurado que los cálculos del Nibud no reflejaban todos los beneficios del teletrabajo. “Los sindicatos hacen un llamamiento a que las empresas paguen el café a quienes trabajan desde casa, pero no dicen que están disfrutando de mucho más tiempo libre a cambio”, dijo, asegurando que quien teletrabaja se ahorra de media una hora al día en desplazamientos. Si bien los trabajadores deben ser compensados por los costes de tener la oficina en el hogar, la contrapartida será recortar en su compensación por el alquiler de coches y otros beneficios en el transporte, añadió el portavoz de la patronal.

Volviendo a informe realizado por Alares, un 40% de las empresas ha favorecido la flexibilidad horaria de toda su plantilla, lo que para los jefes supone un plus para el empleado. La directora de la fundación Alares e impulsora de este informe, Mar Aguilera, afirma que las empresas que apuestan por cuidar a sus trabajadores proporcionándoles servicios que mejoran su calidad de vida "obtienen mejores resultados que derivan en una mejora de la competitividad a todos los niveles".

El presidente de Alares, Javier Benavente, ha dejado claro que el teletrabajo "ha venido para quedarse", al igual que las nuevas formas de bienestar de los trabajadores. La pregunta ahora es ¿quién y cómo va a pagar los cambios?