Qué es la estafa del doble gasto de Bitcoin

  • La reciente caída de valor de Bitcoin despertó las alarmas sobre un posible caso de estafa de doble gasto, algo que los expertos desmienten

  • La estafa de doble gasto en criptomonedas consiste en duplicar o reutilizar el dinero digital, provocando una devaluación de la moneda

  • En las redes de blockchain existen figuras verificadoras: los ‘mineros’

Hace pocos días Bitcoin fue noticia tras registrar una caída que alcanzó el 18 por ciento en un plazo de pocos días. De hecho, los analistas hablaron de su peor semana desde el estallido de la pandemia por coronavirus. Hay quien ha relacionado esta caída con la llamada estafa del doble gasto, algo que descartaron rápidamente especialistas en esta criptomoneda, como es el caso de Andreas Antonopoulos. Todo indica que el problema no fue un acto de delincuencia, sino un fallo o ajuste del sistema. ¿Qué es la estafa del doble gasto de Bitcoin?

Qué es la estafa del doble gasto de Bitcoin

La estafa del doble gasto de Bitcoin consiste, de manera muy resumida, en utilizar más de una vez el dinero digital. Es el resultado de un ciberataque en el que el archivo digital del token se duplica o falsifica.

Para entenderlo mejor es necesario recordar que el funcionamiento del blockchain o cadena de bloques como fórmula para verificar las transacciones de criptomonedas. Este sistema de verificación consiste básicamente en crear una gran base de datos que se distribuye entre varios participantes, a los que se denomina nodos, que se conectan a una red descentralizada (sin ordenador principal). Todos ellos utilizan el mismo lenguaje o protocolo, y en esta base de datos constan todas las transacciones realizadas en el ámbito de esa red. El mensaje transmitido se denomina token (en inglés, símbolo o ficha), va encriptado y representa la información que contiene la red.

Desde el punto de vista financiero, una criptomoneda funcionaría de forma que todas las transacciones realizadas se registrarían en una cadena de bloques, de forma que cada nodo tendría una copia de ellas y actuaría como verificador. No es necesario, por tanto, un banco central que verifique las operaciones. Eso sí, en las redes de blockchain existen figuras verificadoras: los ‘mineros’. Éstos reciben avisos de transacciones y las reúnen en bloques, que son verificados antes de cerrarse, y que no podrán alterarse sin modificar el bloque completo (garantizados así su no alteración).

En el caso de la estafa del doble gasto, los ciberdelincuentes realizan dos transacciones al mismo tiempo con la misma criptodivisa, pudiendo gastarse dos veces o enviarse a dos personas distintas. Sería algo así como duplicar un billete en el momento en que éste cambia de manos durante una transacción. El resultado es una devaluación de la moneda, dado que se están generado nueva monedas que, en realidad, no existen, lo que hace que el valor de la criptomoneda descienda.

Con todo, y aunque el doble gasto es una de las preocupaciones más frecuentes en el uso de monedas digitales, este tipo de ciberataque es cada vez menos frecuente. Según señaló Antonopoulos con respecto a la situación ocurrida la semana pasada, “la cadena de bloques de Bitcoin funciona exactamente como se diseñó y ha estado funcionando durante 12 años: lo que vimos fue una reorganización de un bloque. Estos ocurren en promedio cada dos semanas y son una parte normal del algoritmo de consenso”.

Es importante recordar que invertir en criptodivisas supone un alto riesgo y no es apto para cualquier perfil. Uno de lo grandes errores de quienes invierten su dinero en una moneda de este tipo es desconocer cómo funciona la tecnología blockchain, así como otros conceptos clave como el de suministro circulante o circulante total, inflación, intercambios, billeteras, claves privadas y claves públicas.

De hecho, las propias plataformas de inversión en criptomonedas suelen recordar que su valor puede fluctuar ampliamente y, por tanto, esta inversión puede no resultar apropiada para todos el mundo. También suele advertirse, en el caso de Europa, que ningún marco normativo de la UE supervisa la inversión en criptomonedas.