Verónica Pascual, Premio Jaume I: “Las crisis son una oportunidad de constituir las grandes empresas del mañana”

  • La CEO de ASTI TechGroup ha sido galardonada con el ‘Premio Rei Jaume I al Emprendedor’ por “los logros obtenidos por su empresa en un sector innovador y puntero como es la robótica”

  • Verónica Pascual ha transformado la compañía familiar en un grupo tecnológico con presencia en 20 países

Tenía 24 años y un proyecto ilusionante en una constructora internacional en París cuando sus padres le pidieron ayuda con el negocio familiar: una empresa de robótica industrial y de manipulación automatizada, que en 2003 no atravesaba su mejor momento. Así que Verónica Pascual lo dejó todo y regresó a Burgos, donde acabó tomando en solitario las riendas de la empresa y adquiriéndola cinco años después. Desde entonces ha convertido ASTI TechGroup en la compañía líder del sector en Europa, en una trayectoria por la que acaban de otorgarle el 'Premio Rei Jaume I al emprendedor'.

"Estudié Ingeniería Aeronaútica porque me gustaba la mecánica de fluidos y la aerodinámica. La idea nunca fue incorporarme a la compañía familiar sino desarrollar un carrera en diferentes compañías internacionales. Así lo hice durante un determinado tiempo hasta que volví a casa", recuerda la empresaria, que cuenta con un MBA por el CDI de París y un Master Ejecutivo en Psicología positiva aplicada al liderazgo.

“La incorporación no estuvo exenta de retos: tuvimos una transición muy limitada, era muy joven, la hija de los jefes, mujer… una serie de etiquetas que no son ni buenas ni malas, pero que te pesan un poco hasta que consigues ganarte la confianza de los clientes y el equipo. La manera de hacerlo no es otra que tener una visión clara y trabajar para conseguir el resultado” recuerda Pascual sobre su llegada a la empresa cuando esta apenas tenía una veintena de trabajadores. Hoy, con cerca de 300 empleados, está presente en una veintena de países y cuenta con una facturación de más de 30 millones de euros.

Trayectoria emprendedora

Las decisiones que consiguieron lanzar al éxito a la compañía de róbotica móvil, asegura, pasaron por enfocar el negocio a un modelo más escalable, apostar por la internacionalización, afrontar un cambio del talento —tanto en la organización como en las competencias de los trabajadores— y entender la bonanza de las buenas prácticas de gobierno corporativo.

"Y antes que cualquier otra cosa, para mí, emprendimiento es visión, consistencia y actitud. Tener una visión clara de dónde quieres ir, tomar decisiones consistentes aunque las circunstancias no sean las más sencillas, trabajar muy duro y ser perseverante", asegura esta mujer que habla cinco idiomas fruto de numerosas estancias en el extranjero a lo largo de su vida y que a sus 41 años se ha puesto a aprender el sexto. ¿Por qué? Pues para comunicarse mejor con los empleados de la empresa que han comprado en Alemania.

"Es verdad que es complicado y que ya no me pilla en una edad tan temprana para aprender, pero noto la falta de ese canal de comunicación y considero que es lo importante para lo que tenemos que hacer allí".

Fomentando las vocaciones científicas

En la actualidad el grupo tecnológico que dirige cuenta con empresas dedicada a la automatización industrial mediante robótica móvil, a la consultoría industrial, al desarrollo de drones... pero sin duda Verónica habla con auténtica pasión de la labor desarrollada por la Fundación Asti para empujar la transformación digital desde la infancia.

"Vivimos de llevar tecnología al mundo y vemos en primera persona cómo transforma las compañías. La manera de contribuir a ese cambio es ayudar a nuestros jóvenes a entender el valor de la tecnología, para que tengan el valor de desarrollarla y liderar entornos tecnológicos".

Puesta en marcha hace cuatro años y presente ya en once ciudades, la Fundación cuenta con tres proyectos por los que han pasado miles de niños: competiciones de robótica, un programa enfocado a los más pequeños, y el 'STEM Talet Girl' orientado a las jóvenes desde 13 años para evitar que se descuelguen de las ramas científicas y matemáticas.

"Hemos comprobado que el 95% de las niñas que pasan por nuestro programa luego eligen estas materias. Es muy importante, pero de momento estamos solo frenando la caída constante de la presencia de mujeres en ingeniería. Es fundamental frenar esa exclusión. Programas como el nuestro buscan que esas jóvenes ganen confianza en sí mismas, que crean en el poder de la formación, en que pueden transformar el mundo. Que cuando conozcan a mujeres muy exitosas en el mundo de la ciencia y la tecnología, crean que ellas pueden ser esas mujeres".

Un compromiso que quieren compartir con otras empresas que también apuesten, destaca, por buscar ese proceso empoderamiento."Creo profundamente en esto y estoy agradecida a mis padres porque me lo dieron en la cuna. Desde muy pequeña me fui a vivir el extranjero y me inculcaron que podía conseguir lo que me plantease, pero que tenía que ser consistente y trabajar duro para alcanzarlo. Ese es un legado que creo que puedo contribuir a canalizar a nuestras jóvenes".

El reto industrial y los riesgo del covid

Esta empresaria, consejera independiente de Telefónica desde finales de 2019, considera que las compañías industriales españolas deben trabajar por ganar tamaño para aumentar su competitividad e invertir en innovación para poder competir con valor diferencial. "Es relevante que los equipos de dirección de las compañías entiendan que en los consejos y los comités hay una silla vacía que está ocupada por la tecnología, y que lo está cambiando todo. No es un tema accesorio, ni estético, ni opcional. Y tenemos que dar un salto para ver como usamos ese poder para llevar a nuestros negocios al siguiente nivel".

Además, asegura, estos retos que históricamente arrastran las empresas españolas puede hacerlas mucho más vulnerables a la crisis provocada por la pandemia de covid. "Por un lado, las que tienen menos talla y menos propuesta de valor diferencial van a estar muchísimo más afectadas, igual que aquellas que no estén internacionalizadas y tengan una dependencia de un solo mercado"

Aún así, Pascual, saca su vena emprendedora para pensar en hacer frente a las consecuencias de estos malos momentos. "Las crisis son una oportunidad de constituir las grandes empresas del mañana. Es ahí donde se diferencian las compañías que, aun estando en crisis, tienen la valentía y la capacidad de inversión para invertir en un proyecto que les haga más fuertes cuando se salga de ella"

Porque el riesgo, explica, que nuestras empresas pierdan capacidad para competir en la etapa postpandemia. "Asia ha salido mucho antes de la crisis y eso significa que sus empresas ya están trabajando para resultar reforzadas de esta situación y cada vez van a ser más competitivas. Aquí tenemos que emplearnos en el control sanitario de la crisis y después promover que el país se desarrolle de manera diferencial para competir en el mercado global. De lo contrario podemos vernos muy lastrados cuando esto pase."

De momento, el covid impide que esta emprendedora que de pequeña se tranquilizaba mirando a los trenes lo haga ahora con uno de sus pasatiempos favoritos: los viajes. "Sigo viajando por trabajo —cuando se pudo volver a volar cogí seis aviones en una semana— pero ahora no podemos hacerlo por ocio. Así que me refugio en mis hijos, la famila y la lectura".