Cómo saber si tu hijo tiene TDAH
Identificar de manera temprana el TDAH en un niño puede evitar que le afecte tanto en su rendimiento escolar como en sus relaciones sociales
Esta afección neurobiológica se caracteriza por síntomas de hiperactividad, inatención e impulsividad
Cómo puede beneficiar a tu hijo el diagnóstico temprano de TDAH: evitar riesgos desde la infancia
MadridEl Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una afección neurobiológica que se manifiesta en la infancia y puede continuar hasta la edad adulta. Éste afecta a un 5% de los menores en edad escolar. Se caracteriza por síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad. El TDAH puede afectar significativamente el rendimiento académico, las relaciones sociales y la vida cotidiana de quienes lo padecen. Para proporcionar el apoyo adecuado y mejorar la calidad de vida de quienes tienen TDAH, es fundamental reconocer sus señales más tempranas.
Cómo identificar el TDAH en niños
Los síntomas del TDAH suelen aparecer antes de los 12 años y pueden variar dependiendo de la intensidad. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, las manifestaciones más comunes suelen ser:
- Inatención: Dificultad para mantener la atención en tareas o juegos, cometer errores por descuido en las tareas escolares, parecer no escuchar cuando se le habla directamente, pierden objetos, se distraen con más facilidad, ciertos problemas para seguir instrucciones y no completar tareas, y suelen ser desorganizados en sus actividades diarias.
- Hiperactividad: Se caracteriza por una actividad motora excesiva, como moverse constantemente, hablar en exceso y dificultad para permanecer sentados en situaciones donde se espera que lo estén.
- Impulsividad: son comportamientos como interrumpir o invadir el espacio de otros, son impacientes, hablan excesivamente, dificultad para esperar su turno y actuar sin pensar en las consecuencias.
Es importante puntualizar que no todos los niños con TDAH presentan todos estos síntomas, y la intensidad de los mismos puede variar. Además, estos comportamientos suelen estar presentes en más de un entorno, por ejemplo en casa y en el colegio. Para poder considerar un diagnóstico de TDAH estos síntomas deben persistir durante al menos seis meses.
¿Cómo es el procedimiento de diagnóstico en España?
En España, el diagnóstico de TDAH se basa en una evaluación clínica exhaustiva realizada por profesionales de la salud mental como son psicólogos o psiquiatras infantiles. No hay una prueba única para poder diagnosticar el TDAH, se debe emplear una combinación de métodos:
- Entrevistas clínicas: se recopila toda la información posible detallada sobre el comportamiento del niño: su historial médico y familiar, y su desempeño académico y social.
- Cuestionarios y escalas de evaluación: existen unas herramientas estandarizadas que miden la frecuencia e intensidad de los síntomas del TDAH que pueden completar los padres o profesores.
- Observación directa: el niño debe ser observado por un profesional en diferentes entornos para poder evaluar su comportamiento.
- Evaluación médica: esto se realiza para poder descartar otras condiciones médicas que puedan estar causando los síntomas.
En este punto es esencial que el diagnóstico sea lo más preciso posible para, así, evitar confusiones con otros trastornos que puedan presentar síntomas parecidos, como pueden ser los trastornos de ansiedad, depresión o dificultades de aprendizaje.
El impacto del TDAH en niños y adultos
El TDAH no solo afecta a los niños. Muchos individuos continúan experimentando síntomas en la edad adulta. Entender cómo se puede manifestar este trastorno en distintas etapas de la vida es esencial para poder proporcionar el apoyo necesario.
Durante la infancia
Los niños con TDAH desde pequeños pueden enfrentarse a distintos desafíos relacionados con su rendimiento académico, ya que la inatención y la impulsividad que conlleva el TDAH pueden llevar a dificultades en el aprendizaje, bajo rendimiento escolar y problemas para completar tareas. Tienen una curiosidad insaciable, interrumpen constantemente y pueden tener rabietas más frecuentes e intensas en edad preescolar.
Por otro lado, sus relaciones sociales pueden verse afectadas, ya que la hiperactividad y la impulsividad pueden complicar las interacciones con sus compañeros debido a que sus juegos suelen ser más agresivos y sus demandas más frecuentes y ruidosas, tampoco suelen respetar los turnos del juego llevando a conflictos y aislamiento social. Al ir creciendo, se pueden convertir en personas mandonas y dominantes.
Todo esto, puede afectar en el autoestima de los menores, ya que, las críticas constantes y las dificultades académicas a las que se enfrentan pueden afectar negativamente a su autopercepción.
Durante la adolescencia
Según van creciendo los niños con TDAH, los síntomas pueden evolucionar y derivar en problemas conductuales, ya que pueden surgir comportamientos desafiantes, como pueden ser desobediencia o conductas de riesgo.
Pueden presentar más dificultades académicas, ya que la carga aumenta, y la falta de habilidades organizativas, la impulsividad o la inatención pueden llevar a un rendimiento insuficiente. Además, las relaciones interpersonales pueden seguir viéndose afectadas.
Durante la adultez
Aunque algunos síntomas del TDAH pueden disminuir con la edad, muchos adultos siguen enfrentándose a retos, aunque ahora en el ámbito laboral. Estos síntomas pueden afectar a su rendimiento laboral, ya que presentan dificultad para concentrarse, organizar tareas o cumplir con los plazos exigidos para un buen desempeño laboral.
Por otro lado, la impulsividad y la inatención pueden generar conflictos en relaciones de pareja o familiares.
Además, los adultos con TDAH tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos como pueden ser la depresión o la ansiedad.